Los Hermanos Musulmanes, principal grupo de la oposición política de Egipto, reconocieron que no han ganado un solo escaño en esta primera vuelta de las elecciones. Igual expresaron su confianza en que en la segunda vuelta consigan al menos 10 diputados.
Todo apunta a que el gobernante Partido Nacional Democrático (PND) del presidente Hosni Mubarak ha barrido en los comicios. No ha habido sorpresas.
La votación estuvo marcada por la compra de votos y la intimidación de electores. Así lo denunciaron varios grupos de observadores electorales y ONG internacionales que se vieron imposibilitados para llevar a cabo su cometido y que destacaron la falta de transparencia y la violación de derechos electorales durante el sufragio.
Representantes de organizaciones locales encargadas de vigilar los comicios, acompañados por responsables de Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW), también dijeron que se impidió la entrada de observadores y representantes de los candidatos opositores a muchos centros de votación.
Entre las acusaciones formuladas destaca además la de la existencia de papeletas electorales marcadas en favor de algunos candidatos, en la mayoría de los casos de los aspirantes del PND.
Los líderes del PND habían prometido antes de las elecciones que no permitirían que los islamistas de los Hermanos Musulmanes -que se presentan como independientes porque el movimiento está ilegalizado desde 1954- repitieran el éxito de 2005, cuando se hicieron con 88 escaños (un 20% del Parlamento).
El domingo, ante los colegios electorales, los simpatizantes de la hermandad aseguraban que el Gobierno "había puesto los medios para conseguir" expulsarles del Parlamento.
Pese a ello, los Hermanos confiaban en ganar al menos 10 asientos, pero habrá que esperar a la segunda vuelta el próximo domingo, cuando volverán a competir por 15 escaños, para saber si se cumplen sus predicciones.
"En muchos distritos electorales, los indicadores preliminares muestran que los Hermanos Musulmanes están a la vanguardia a pesar del fraude electoral", aseguraba Mahmud Ezat, un responsable de la hermandad, a un diario egipcio.
"Sin embargo, todo depende de lo que el juez de cada mesa electoral anuncie. Y el juez no tiene por qué conocer el verdadero resultado". Más de 100 miembros de los Hermanos Musulmanes fueron detenidos durante la jornada electoral, según denunció el propio grupo.
No mucho mejores expectativas albergaban otros partidos de la oposición. El izquierdista Tagammu no confiaba en conseguir ni un solo escaño.
"Este Parlamento no reflejará el mapa político de Egipto", aseguraba Husein Abdel Razek, alto dirigente del partido, al diario Al Masry al Youm.
"El PND ha logrado por todos los medios de manipulación e interferencia garantizar una mayoría amplia que podría superar los dos tercios". Distintos grupos opositores se manifestaron ayer en protesta por las irregularidades de los comicios.
Fuente:El País
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