"Queremos anunciar que el comité científico ha alcanzado un acuerdo para el plan de monitoreo en el río Uruguay y sus términos de referencia", anunció anoche el Canciller uruguayo Dr. Luis Almagro, acompañado por su par argentino, Héctor Timerman. Luego de 10 horas de reunión en el Palacio Santos, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, ambos funcionarios manifestaron su "satisfacción" por el resultado de la cumbre.
Almagro afirmó que el esquema científico es muy "bueno y elevado, con soluciones concretas de las cuales algunas ya se están aplicando y otras comenzarán a hacerlo próximamente en la medida que se concrete la adquisición de nuevos equipos".
El monitoreo conjunto había sido recomendado por el Tribunal Internacional de La Haya para dirimir el conflicto entre ambos países por este tema y luego fue acordado por los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y José Mugica.
El acuerdo será elevado a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) para su implementación. Según dijeron ambos cancilleres al cabo la negociación en Montevideo, hay cuestiones que se pueden llevar a cabo rápidamente y otras que no, ya que precisan de la instalación de equipos especiales para la tarea.
Las negociaciones se habían empantanado en las dos últimas semanas por diferencias entre los dos técnicos por país designados para encargarse de la cuestión.
Los cancilleres, acompañados de los vicecancilleres de ambos países, Alberto D’Alotto (Argentina) y Roberto Conde Carreras (Uruguay), y de los dos representantes técnicos por país en el Comité Científico, se pusieron de acuerdo en la realización de “mediciones continuas” para establecer si la ex Botnia contamina más allá de lo permitido.
Adentro de la planta se efectuarán "mediciones continuas" de temperatura, turbidez, conductividad, DQO (demanda química de oxígeno), DBO (demanda bioquímica de oxígeno), asociados a la presencia de residuos. Además, se definió la "toma de muestras por Dinama de los pluviales que descargan al río" y "la medición continua del caudal antes del vuelco y en la cámara Parshall".
“Es un acuerdo de carácter técnico-, científico”, destacó Timerman. Al igual que su par uruguayo, el canciller negó la existencia de diferencias políticas que hayan trabado el acuerdo.
Timerman se abocó a este problema apenas regresado de la cumbre del Grupo de los 20 en Seúl, adonde acompañó a la presidenta Fernández de Kirchner.
El monitoreo, según se informó, no incluiría a la flora y fauna de la zona. Este aspecto habría sido propuesto originalmente por la parte argentina, pero habría quedado fuera de lo firmado por ambos países.
Aún así tanto Timerman como Almagro dijeron que ambos países estaban “satisfechos” por la manera en que se resolvió la cuestión.
“Es un buen acuerdo técnico que deja conformes a los dos gobiernos”, expresó Timerman.
“Logramos un plan de monitoreo del río Uruguay que es muy positivo para ambas partes”, sostuvo en la misma sintonía el canciller uruguayo. “Con este acuerdo se terminaron las diferencias”, agregó Timerman junto a su par uruguayo.
De esta manera, la planta de la ex Botnia será visitada doce veces al año por el Comité Científico, tal como lo habían acordado los presidentes Mujica y Fernández de Kirchner a mediados de año.
Los presidentes se reunieron luego que se conociera el laudo del tribunal de La Haya, que se negó a aceptar proponer la relocalización de la planta, como quieren los piqueteros de Gualeguaychú.
El acuerdo sellado anoche en Montevideo también incluye que los análisis técnicos de las muestras que se tomen del río sean realizados por un laboratorio canadiense.
Los equipos técnicos de ambos países harán “trabajos específicos” como la medición de temperatura, turbiedad de las aguas y presencia de residuos.
Dentro de la planta se instalarán equipos para la realización de “mediciones continuas”. Habrá sensores, tal como quería la parte argentina.
En la zona de influencia de la planta, sobre el río Uruguay, se instalarán doce boyas con almejas y también se controlará la calidad del aire.
La planta será visitada doce veces al año por los científicos argentinos y uruguayos, tal como habían acordado los presidentes Mujica y Fernández de Kirchner.
Las muestras serán analizadas por un laboratorio canadiense.
Ahora falta inspeccionar el denominado Polo Industrial de Gualeguaychú,al que muchos técnicos señalan como el gran contaminante del río Uruguay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario