El Congreso Obrero Textil (COT), que nuclea a los trabajadores de la actividad lanera y textil, presentó a las autoridades de gobierno que integran el Gabinete Productivo un planteo "concreto" para reactivar la industria y "comenzar a salir" de la profunda crisis que obligó a los últimos gobiernos a subsidiar la actividad para evitar su desaparición.
"Queremos vestir a todos los funcionarios del Estado", dijo la presidenta del gremio textil, Graciela López al diario a Ultimas Noticias.
El sindicato de trabajadores realizó un análisis general de la actividad y concluyó que las principales empresas del sector -Paylana, de Paysandú, Textil La Paz y Agolan, de Juan Lacaze, que están en manos de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND)- están en condiciones de suministrar todos los uniformes para las empresas y organismos públicos.
A su vez, el planteo incluye a la fábrica Fibratex, que fue la última en cerrar y ha sido ocupada por los trabajadores.
"Una de las últimas leyes en materia laboral obliga a todas las empresas a entregar dos uniformes de trabajo por año, uno de invierno y uno de verano. Nosotros queremos suministrar todos esos uniformes a las empresas públicas. Sabemos que podemos cubrir toda la demanda, pero solo con la demanda de los uniformes militares y policiales se concretaría un gran inyección de dinero en la industria", dijo la dirigente López.
Otra de los dirigentes que trabajó en el proyecto, Carmen Cáceres, explicó a Ultimas Noticias que el planteo no sólo será beneficioso para el sector textil sino también que le hará ahorrar dinero al gobierno.
Cáceres recordó que hoy los uniformes militares son comprados en el exterior y las telas tampoco son de confección local.
"La industria uruguaya aportará gran calidad y además precios menores a los que se pueden conseguir afuera", dijo la sindicalista.
López agregó: "Si nosotros podemos hacer excelencia para los mercados internacionales también podemos suministrar para la demanda interna. Podemos vestir a todas las oficinas públicas con uniformes de gran nivel".
Otra de las propuestas que el gremio maneja para la reapertura de Fibratex es a través de un pequeño empresario que exporta a Argentina.
Su fábrica no tiene la capacidad para hacer la cantidad de metros de hilos que requiere el mercado argentino y propuso a los trabajadores una asociación, en una prueba de tres meses.
Este planteo será enviado en los próximos días a las autoridades del Miem y el Mtss para que continué los caminos legales correspondientes. Los trabajadores evaluaron como "muy positivo el proyecto" y lo apoyan.
En la última reunión que mantuvo con jerarcas del Miem, el COT solicitó al ministerio realizar un diagnóstico de viabilidad de la industria para definir pautas de trabajo y "ver cuáles son los nichos a trabajar y qué industria queremos. Necesitamos un diagnóstico profundo", dijo López.
La dirigente aseguró que el subsecretario de la cartera, Edgardo Ortuño, se comprometió a llevar adelante la tarea y el Ministerio se encargará de suministrar los técnicos para el estudio. Uruguay es el segundo país exportador de lana.
El primero es Nueva Zelanda que no tiene industria textil pero sí fábricas de peinado. El principal destino local es China. Según los diagnósticos de las autoridades de los dos últimos gobiernos, el rubro es el más deprimido y el subrubro con mayores problemas es el de hilado.
El COT comenzará un "plan de acción" para difundir su propuesta y si bien ya la presentó a las autoridades de gobierno solicitará en los próximos días entrevistas con los titulares de la cartera de Trabajo, Industria y Economía.
"No estamos pensando sólo una salida de Fibratex sino una solución para toda la industria. Si no esto es la crónica de una muerte anunciada", dijo la presidente del COT quien agregó que también enviaron una carta al presidente del a República, José Mujica, para conversar con el primer mandatario "mano a mano" sobre un tema que consideran "muy delicado y trascendental para la industria del país en su conjunto".
Desde estas páginas le hacemos llegar a nuestra amiga Graciela López y a los trabajadores de Fibratex los mejores deseos en esta lucha por salir adelante.
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