Se aprobó este miércoles 20 de octubre de 2010 un proyecto que pretende declarar inaplicable la Ley de Caducidad, los diputados de todos los partidos políticos se enfrascaron en discusiones del pasado, que derivaron en el pacto del club Naval, la salida de la dictadura y la posición de los líderes partidarios en ese momento.
Las fuerzas se midieron con intensidad, hubo gritos y reproches; la tensión sobrevoló en toda la jornada.
Mientras, desde las barras, un puñado de activistas de los derechos humanos seguían en silencio el debate y afuera otros mostraban pancartas.
La iniciativa en cuestión surgió del Frente Amplio y pretende dejar sin efecto la norma que brindó en su momento impunidad a los secuestradores, torturadores y asesinos de la dictadura.
Luego de una introducción con los informes a favor y en contra, el debate se instaló a partir de las 14.30 con argumentos cantados.
La coalición de izquierda comenzó a rebatir el principal argumento de los partidos de derecha, referente a la doble legitimidad de la norma que amnistió a militares de la última dictadura (1973-1985).
El diputado Jorge Orrico (Asamblea Uruguay) aseguró que un referéndum no puede “blanquear” la inconstitucionalidad de una norma y además, advirtió de los juicios que recaerán sobre el Estado en caso de seguir vigente la ley.
Gustavo Borsari (Herrerismo), por su parte, respondió al cruce con cuentas del pasado y apeló al pacto del club Naval. Para el legislador la “impunidad” salió de aquel encuentro entre militares, Partido Colorado, Unión Cívica y Frente Amplio, aunque reconoció que su partido se “hace cargo” de la Ley de Caducidad.
El diputado nacionalista sacó de su pupitre una montaña de recortes de diarios de la década del 80, cuando en el Parlamento se aprobó la Ley de Caducidad y luego se mantuvo con el plebiscito.
Fue ahí que Borsari compartió argumentos del general Líber Seregni a favor del pronunciamiento popular.
José Bayardi (Vertiente Artiguista) intervino para denunciar una supuesta maniobra de la mayoría blanca y colorada de la Corte Electoral al momento de organizar el referéndum de 2009.
A su juicio, no existió papeleta por el “NO” a propósito y por eso no se alcanzaron los votos necesarios para derogar la norma.
En tanto, el diputado colorado Fitzgerald Cantero (Vamos Uruguay) dijo que le gustaría saber la postura del presidente José Mujica.
Sin embargo, apeló al libro “Pepe Coloquios” –editado en plena campaña electoral de 2009- para repetir dichos del líder del actual mandatario.
En caso que el gobierno promulgue la ley que ahora el oficialismo pretende aprobar, la posición de Mujica será clara, a juicio de Cantero.
Por otra parte, el diputado oficialista Carlos Gamou (CAP-L) dijo que votaba el proyecto por “disciplina partidaria” y que así como cuando su posición es mayoría reconoce cuando es minoría, por eso “acepta” la decisión del FA.
Luego de eso el debate siguió por el mismo carril. Tras el cuarto intermedio del mediodía eran 30 los anotados para hablar. Uno de ellos confesó a Observa: “tengo que decir algo, ¿ qué voy a responder cuando dentro de 20 años me pregunten qué dije este día ?”.
Hasta ese entonces no había hablado.
Entrada la noche el diputado Pablo Pérez (Alianza Progresista) leyó la declaración de su agrupación para argumentar en contra de la iniciativa pero anunciar –por disciplina partidaria- el voto a favor.
“Votamos afirmativamente cumpliendo con la decisión del FA, fortaleciendo la unidad de acción interna”, dijo.
Más tarde emocionado hasta las lágrimas el diputado del FA Darío Pérez recordó cómo se torturaba en la dictadura.
“No hay rencor, en mi fuero íntimo solo quiero que pasen por el juzgado los que hicieron eso; se me aprieta el corazón”, dijo y recibió aplausos de las barras.
A la hora 22 en punto la Cámara de Diputados aprobó con 50 votos en 80 legisladores presentes el proyecto de ley.
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