El 3 de noviembre de 2017, Gustavo Barón murió durante una emboscada tendida por delincuentes que querían asaltar a su cuñada, encargada de recolectar la recaudación de la quiniela en parte de la localidad de San Luis. Ese día, la mujer hizo la recorrida en el auto de su cuñado y acompañada por éste, dado que su propio vehículo se había roto.
El caso tiene una larga historia judicial plagada de errores y omisiones, además de ser el primero luego de entrada la vigencia del Código del Proceso Penal. En febrero del año pasado, el Tribunal de Apelaciones condenó a un hombre y una mujer a 22 años de prisión por este crimen, corrigiendo una primera sentencia que los dejaba en libertad por falta de pruebas, aunque había numerosas evidencias que los implicaban (recogidas a pesar de los serios errores de la Fiscalía en el armado del caso).
Si bien eran tres las personas implicadas, la Justicia solo condenó a dos, dejando a otra libre por cuestiones formales, pese a que según el abogado de la familia Barón, Oscar López Goldaracena, había evidencia para inculparlo.
De los dos condenados (uno de los que viajaba en la moto que emboscó al auto y le dio muerte a Barón, y la mujer que "vendió" el robo) uno ya estaba en prisión por otro homicidio que cometió luego (y que podría haberse evitado de habérselo condenado en primera instancia).
Sin embargo, pese a la condena con prisión dictada por el Tribunal de Apelaciones, la mujer sigue libre y el hombre imputado solo fue a parar a la cárcel debido a que cometió otro crimen, por el que ya fue liberado. Por lo tanto, no hay ninguna persona en la cárcel por el asesinato de Barón.
La libertad de los condenados fue conseguida luego de que sus defensas presentaran un recurso de casación a la Suprema Corte de Justicia.
Mientras tanto, los culpables del homicidio continuaron en libertad, a pesar de los esfuerzos de Goldaracena y del intento de la Fiscalía de Atlántida, quienes solicitaron a ese mismo Tribunal de Apelaciones de 4to Turno, a cargo de Luis Charles Carrera, que disponga medidas cautelares, como la prisión preventiva, mientras se aguarda la sentencia de la Corte. En abril del año pasado, el Tribunal falló por unanimidad y desestimó los pedidos.
Ahora, registros de conversaciones telefónicas entre los condenados podrían cambiar la situación. De momento, hicieron que la familia del occiso decidiera demandar por vía civil a la Fiscalía y al Poder Judicial.
Según informa Subrayado, la familia de Barón logró, más de dos años después del crimen, realizar una pericia a los celulares de los asaltantes.
Los audios surgidos de esa pericia, a los que accedió el periodista Aureliano Folle para el programa La Tarde en Casa, de Canal 10, contienen las voces de la mujer procesada, Romina, y uno de los hombres que participó del crimen.
A través de mensajes de audio se los escucha coordinar la rapiña. El diálogo es el siguiente:
ROMINA: Obvio que no vamo' a errar...me extraña ñery.
HOMBRE: Dale ñery te quiero mucho. Tené el teléfono en la mano por favor Romina por favor. Te quiero, vamo' arriba eh. Jacuzzi nos esperaaaaaaaaa".
Bo Romina, si ya sabemos el horario, ñery. Lo que pasa que si mandamos mensaje tenés que contestar por las dudas, ñery. Tenemos que estar todos pillos, ñery. No podemos errar en esta Romina, estamos jugando años.
ROMINA: Un día solo, y hoy está la recaudación de ayer también porque fue feriado.
No, todavía no. Tiene que estar por pasar, yo te dije entre doce y media y una y media,
HOMBRE: ¿Vamos a estar mimosos eh? ¿abrazaditos, no?
ROMINA: Tiene que estar por pasar porque mi madre me dijo que ahora cuando pase la de la quiniela tenes que darle, la plata me dijo. De casa se lleva tres palos, y el otro día de la vinería se llevó veinte palos.
HOMBRE: ¿Estás en posición ahí, en la ventana? Estate atenta a la jugada, bo.
ROMINA: Quedate tranquilo que ya te llamo y nos encontramos en algún lugar, como arreglamos. Yo te llamo ahora cuando pase eso.
Ahora, la familia de la víctima, representada por López Goldaracena, presentará una demanda civil contra la Fiscalía y el Juzgado de Atlántida, donde se tramitó el caso en un principio.
La demanda es por "las irregularidades" que cometió la Fiscalía y el Juzgado durante el proceso y que derivaron en que los tres detenidos por el crimen fueran absueltos en primera instancia, explicó el abogado defensor al citado programa de TV.
Los acusados fueron perseguidos por vecinos y atrapados por la Policía en un camino cerca de la ruta Interbalnearia. Les incautaron un arma y diferentes objetos que permitían ubicarlos en la escena del crimen.
Sin embargo, las irregularidades cometidas al inicio del proceso, como por ejemplo no haber analizado los teléfonos celulares de los detenidos ni extraer la bala del cuerpo de Barón por falta de materiales y ausencia de forense, hicieron que los imputados quedaran en libertad.
Los restos de Barón fue sepultados finalmente sin que se extrajera la bala para su análisis.
La demanda civil intenta demostrar que esas irregularidades -y otras más detalladas por López Goldaracena- derivaron en que los acusados quedaran libres en primera instancia.
López Goldaracena recordó que los tres acusados están libres -dos de ellos condenados por el Tribunal en segunda instancia- y que es posible que hayan huido del país. Si la Suprema Corte mantiene el fallo de condena para el hombre y la mujer, es posible que cuando los vayan a buscar no los encuentren.
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