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martes, 18 de febrero de 2020

ARGENTINA: COMO FUNCIONA UNA ORGANIZACION YANQUI ANTI ABORTO CON METODOS TERRORISTAS



Comunicadora argentina fingió un embarazo e investigó a una red internacional que busca impedir abortos mediante la manipulación Se trata de Agostina Mileo, quien es comunicadora científica y escritora. La investigación se realizó durante 9 meses y sumó, en total, a 18 mujeres de diversos países. Mediante grabaciones y registros fotográficos documentaron el accionar de dos organizaciones con financiamiento internacional que brindan información dudosa y manipulan a las mujeres.

“Mi vida es hablar sobre ciencia de forma que parezca que estoy hablando de otra cosa. Acepté esta misión encubierta para mostrar que hay organizaciones que operan para obstaculizar derechos”, comenzó relatando la profesional en una nota publicada para el diario Infobae.

Explicó que durante el lapso de 9 meses, 18 mujeres de diferentes puntos del mundo se animaron a ponerle la cara, no así su identidad, a esta investigación. Utilizó el nombre de “Gloria Pose” y se presentó en un centro de ayuda alegando que había sufrido abuso por parte de una ex pareja y que, producto de esa violación, quedó embarazada y buscaba abortar.

Con ofertas de abogados para resolver la situación con su ex, insumos gratuitos para el bebé e información falsa para inducir pánico, Agostina reveló cómo operan organizaciones tales como Heartbeat International y Human Life International. “No fue fácil encontrarlos. Me dijeron que se llaman Centros de Ayuda a la Mujer o CAM, pero cuando puse las palabras en Google aparecieron servicios públicos que se dedican a atender casos de violencia de género”, sostuvo.

Se tratan de organizaciones que captan a mujeres con embarazos no intencionales mediante mensajes ambiguos y luego las quieren convencer de no abortar. “Las busqué, así encontré las webs camslatinoamerica.com y embarazoinesperado.com”, añadió.

Luego de encontrar números telefónicos y ser derivada de un contestador a otro, Agostina consiguió que le dieran la dirección de una “filial” en la zona Norte del Gran Buenos Aires y que le sacaran un turno para definir su situación. Una vez allí fue recibida por una mujer de acento extranjero y luego la entrevistaron para rellenar una ficha con sus datos personales y el tiempo de gestación que llevaba.

“Les dije que había estado mucho tiempo en una relación con un violento, que sabía cuándo había quedado embarazada porque fue un día en que él había aparecido y yo había accedido a tener sexo tras una amenaza. Les dije que me había costado mucho terminar esa relación y que no quería que nada me ligara a esa persona”, precisó.

Continuó: “Me preguntaron cuándo fue ese encuentro e, inexplicablemente, me dijeron que estaba embarazada de 10 semanas y no de 6 como yo creía. Querían marearme, hacerme creer que llevaba más tiempo de gestación que el que tenía”.

La comunicadora detalló que le mostraron un video con ilustraciones de fetos completamente formados siendo desmembrados en el útero, testimonios de mujeres que habían abortado y padecían un sinfín de trastornos psicológicos, hasta un médico que aseguraba que los abortos podían traer infertilidad.

“La mujer, que se presentó como psicóloga, me dijo que la violencia que había padecido no podía justificarse y que si abortaba iba a construir un círculo de violencia. Esta mujer jamás mencionó que acceder a tener relaciones sexuales bajo amenaza puede considerarse como violación y que, en ese caso, me correspondía acceder a un aborto legal”, analizó.

Mileo sostuvo que en un folleto que le entregaron mencionaban riesgo de muerte, infecciones, hemorragias, perforación de útero y hasta infertilidad, todas complicaciones asociadas a abortos clandestinos e inseguros que no se coinciden con abortos farmacológicos o con aspiración manual endouterina, ambas técnicas recomendadas por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).

Obligación a brindar información clara y apropiada

La joven, en su nota, explicó que hay leyes y regulaciones vigentes en Argentina que establecen la obligatoriedad de difundir información clara, precisa, suficiente, apropiada y por escrito, incluyendo las cuestiones de embarazo, partos y abortos legales -la Ley de Parto Respetado o la Ley de Derechos del Paciente, por ejemplo-. “La información o publicidad confusa o engañosa sobre productos y servicios está prohibida”, remarcó.

«Estos aspectos jurídicos son claves para entender que estos grupos no son simples activistas que luchan por sus convicciones y puntos de vista, sino organizaciones que impiden el ejercicio de derechos mediante una acción coordinada basada en la información falsa y la manipulación”, agregó.

“Vi la perversión del cercenamiento de derechos, del aprovechamiento de la vulnerabilidad de una forma que no había visto antes. Ahora sé que no se trata solamente del devenir de una violencia sistémica, de sacar ventaja a la ignorancia o de pensar distinto. Hay esfuerzos y capitales concretos destinados a impedir el acceso a la información y la salud que, más allá de nuestra posición respecto al aborto, deben ser repudiados”, apuntó.

Agostina Mileo es comunicadora científica, editora de Ciencia y coordinadora de la campaña #MenstruAcción en Economía Femini(s)ta. Además es autora del libro “Que la ciencia te acompañe (a luchar por tus derechos)” (Debate, 2018). En Twitter es La Barbie Científica- @Bcientifica.

Fuente: Infobae.








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