La Junta Departamental de Canelones, adoptó el viernes pasado una
resolución histórica: autorizar a la Intendencia a aplicar multas a
productores rurales por un monto total aproximado a los US$ 2,2
millones. La sanción aplicada es por violar la ley de protección
medioambiental. Varios gobiernos y parlamentos departamentales
manifestaron su interés en este precedente de aplicar multas millonarias
por afectación de la salud humana, tanto sea por la fumigación o la
plantación en lugares no permitidos.
El caso de las multas canarias
incluyó a un productor que hizo una tala indiscriminada de monte nativo
para permitir que su yate llegara hasta su propiedad. El director
General de Gestión Ambiental, Leonardo Herou, aclaró al diario montevideano La República, que
fue aprobada una normativa sobre la prohibición de fumigar en áreas de
exclusión para evitar la afectación de la salud humana.
Precisó que la
multa que aplicará la Intendencia es a un productor que a pesar de la
intimación y de otras sanciones continuó con esta práctica, repitiendo
la fumigación en zonas próximas a una escuela rural.
“La multa es grande
y rompe aquello que se dice que la gente paga y sigue haciendo lo que
quiere. Si el productor no paga, la Intendencia tiene la potestad de
activar los mecanismos de cobro”, acotó Herou.
Los 19 ediles del Frente
Amplio en la Junta de Canelones votaron afirmativamente las multas
millonarias por los tres proyectos remitidos por la Intendencia canaria.
En el marco del Protocolo del Control y Vigilancia Ambiental, en el
que participan inspectores del Área de Vigilancia Ambiental y de la
Unidad de Guardaparques del Gobierno de Canelones, se recibió una
denuncia el pasado miércoles 10 de agosto y a raíz de la misma el equipo
técnico de la Intendencia detectó e informó al Gobierno Nacional una
tala muy importante de montes nativos al norte de Santa Lucía, Ruta 81
km 17 aproximadamente. Fueron afectados con tala rasa y arranque con
maquinaria pesada unos 1.200 metros de monte nativo por una franja de
entre 12-15 metros de ancho y diez plantas grandes de coronilla
aisladas. La mayoría de las especies afectadas fueron coronilla, pero
también se detectaron arrayán, ombúes y sauce mimbre de gran porte.
El
Director General de Gestión Ambiental, Leonardo Herou, informó que a
raíz de la denuncia del pasado miércoles, realizaron una inspección de
la zona y detectaron dicha falta, por lo que se informó de inmediato a
la Dirección Forestal del Ministerio de Ganadería y el viernes se hizo
una inspección en conjunto con esta dirección que corroboró lo ocurrido.
Compueban tala de monte nativo dos por la Intendencia canaria. A esto
se sumaron tres ediles del Partido Nacional, pertenecientes al
aliancismo. En tanto, la bancada colorada y la blanca de Todos no
votaron estas multas.
El presidente de la Junta Departamental de
Canelones, Juan Ripoll afirmó que la ley de Medio Ambiente, permite
a la Intendencia cumplir con el rol de policía ambiental y por lo
tanto, tiene la posibilidad, de comprobar irregularidades y aplicar
multas de montos importantes.
Catalogó a estos montos de multas
aplicados como “históricos” a nivel de todo el país. Comentó que antes
las intendencias tenían potestad de aplicar sanciones con un máximo de
150 U.R. Dijo que con la nueva ley de Medio Ambiente, habilita a las
intendencias a aplicar multas con un máximo de 50 mil U.R. Ripoll
recordó que hace unos días habló con una asesora de la senadora blanca
Carol Aviaga y le dijo que valoró esta propuesta de la intendencia de
Canelones como “histórico” y un ejemplo a seguir. El edil del FA señaló
que el mayor foco de contaminación del agua proviene de la producción
agrícola y no de la industrial.
La Intendencia de Canelones aplicó al productor de Pasó Picón,
Máximo Castilla, una multa de 10 mil unidades reajustables, equivalente a
unos US$ 300 mil, una segunda por igual monto, por reiteración de la
fumigación en zonas no permitidas y una tercera, por 15 mil unidades
reajustables, con lo cual se supera el millón de dólares.
A este caso se
suma un segundo, ubicado en el paraje Las Brujas donde un productor
construyó una entrada al río talando 10 hectáreas de monte nativo que le
permitiera el acceso a su yate privado. La multa en ese caso de 20 mil
U.R. (unos US$ 600 mil). La tercera multa refiere a otro productor
sojero que tiene su plantación en el borde mismo de la Laguna del Cisne,
próximo a Salinas.
El glisofato y otros productos utilizados en la plantación van a
parar a la propia laguna producto del arrastre de la lluvia. Este es el
lugar de donde OSE extrae agua para la potabilización y suministro a la
población. En este caso también se le aplica una multa de 20 mil U.R.
Hubo diversas amonestaciones y sanciones pero el propietario no
desistió.
Dos ediles del Partido Nacional, no acompañaron estas multas
por el monto de las mismas. Si bien estaban de acuerdo con sancionar a
quienes perjudicaban el medio ambiente, se consideraba que el valor de
la multa era en sí un elemento expropiatorio del bien o propiedad. Otros
dos curules, de la agrupación Todos, se retiraron de sala al momento de
la votación.
Quién es el sojero Máximo Castilla? Máximo Castilla es un
médico, de familia profesional, que hace unos años se dedicó a la tarea
rural.
Desde el Frente Amplio, llama la atención la actitud el
comportamiento de este productor por tratarse de una persona que es
reconocida por su solidaridad en la práctica de la medicina. Se aclaró
que no tenía problema en atender a pacientes a cualquier hora y gratis.
Desde la década de los años noventa que adquirió unos predios en la
denominada zona de Paso de Picón, ubicada en la salida de la ciudad de
Canelones. Se dedicó a la plantación de soja y a fumigar con la máquina agrícola, llamada “mosquito”.
Esta maquinaria cuenta con extensos brazos de unos 10 metros de
altura y desde allí se efectúa la fumigación. Lo que ocurre es que ese
producto se dispersa en el aire por unos 300 metros y va a parar a las
zonas urbanizadas. Próximo al predio de Castilla hay una escuela rural y
otras casas de familia.
Este productor empezó a tener problemas de
relacionamiento con los vecinos y se negaba a modificar su actitud. Se
dijo que le hicieron diferentes propuestas para adquirir el predio a fin
de ser urbanizado pero no aceptó.
Los niños que van a esa escuela tuvieron problemas respiratorios,
presuntamente contraídos por el efecto de la fumigación de productos
agroquímicos. La directora de este centro educativo, impulsó una
recolección de firmas en contra de este productor. El Colegio Médico del
Uruguay, en una primera instancia, falló en contra y luego se declaró
incompetente. En tanto, el Ministerio de Salud Pública le aplicó una
multa de un millón de pesos y el expediente se encuentra en el Tribunal
de
Apelaciones
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