Entre las peticiones de los chóferes a la aplicación están la reducción de la comisión que la firma toma por cada viaje, así como retomar las tarifas básicas que se cobraban el año pasado antes de que Uber decidiera bajar sus precios un 10%. También piden un mayor control por parte de la compañía para aceptar conductores en la plantilla y la imposición de un límite de automóviles para el servicio más económico. “La oferta ha superado a la demanda”, señalan en un comunicado. La firma no ha dado una respuesta a los conductores.
Esta no es la primera vez que los socios de Uber demandan el cierre de los servicios compartidos en México. En enero también protestaron en la sede de la Ciudad de México y denunciaron que con Uberpool reciben menos ganancias por cada traslado que realizan. Cuando un usuario pide este servicio, el costo se divide entre los pasajeros que comparten el automóvil y cada uno deja el vehículo en un destino distinto.
El Gobierno de la Ciudad de México ya había acordado la regulación del servicio en la capital del país. En ese acuerdo, la firma se comprometió a pagar comisiones del 1,5% de cada viaje a las autoridades de la ciudad y también han acordado fijar un límite de chóferes para el servicio. Uber tiene alrededor de 40.000 conductores en todo el país. Los taxistas han protestado en varias ocasiones en contra de la aplicación y la acusan de representar una competencia desleal. Uber llegó a México en 2013 y se ha expandido a 16 ciudades del país.
Fuente: El País de M.
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