Deberá en algún momento Uruguay plantearse
elevar las edades mínimas de retiro para que las jubilaciones estén, de
esa forma, garantizadas? La pregunta ya ha sido planteada pero el debate
más inmediato, a 20 años de la creación del sistema mixto de seguridad
social que creó las AFAP (Administradoras de Fondos de Ahorro
Previsional), parece que irá más bien por aspectos más inmediatos, como
la mejora de la "tasa de reemplazo", es decir el porcentaje del salario
que recibirá un jubilado.
El jueves 31, en el segundo foro del Diálogo Social que
inauguró hace diez días el presidente Tabaré Vázquez, el tema será
Protección Social, pero esto no quiere decir que el gobierno esté
pensando en cambiar el sistema en lo inmediato.
El programa del Frente Amplio hace una referencia
tangencial al envejecimiento de la población y sus consecuencias sobre
el sistema de seguridad social.
"Es un proceso que se profundiza, siendo imprescindible
encararlo promoviendo políticas de fondo al respecto, más allá de
reformas paramétricas que se puedan instrumentar. Debe preverse con
tiempo sus consecuencias en el mediano y largo plazo, a efectos de
analizar e impulsar medidas, comenzando por una alteración muy gradual
de las edades de retiro, previendo y evitando situaciones que puedan
generar políticas de shock", dice el programa frenteamplista.
El Partido Nacional, por su parte, no se pronuncia
respecto a la modificación de las edades de retiro.
"El régimen mixto de
seguridad social (integrado por el BPS y las AFAP) se ha consolidado y
cuenta con un alto grado de aceptación entre los trabajadores. Sin
embargo, hay problemas que merecen atención. El más importante es el
estado de las cuentas del BPS. Las proyecciones de su balance son
preocupantes, aun si se consideran plazos relativamente cortos. Por eso
las autoridades han declarado que en algún momento será necesario
modificar las edades de retiro", dice el programa de los blancos.
El Partido Colorado tampoco no hace referencia a
modificar las edades de retiro y solo plantea que un consenso
multipartidario debería acordar medidas para abatir progresivamente el
aporte de Rentas Generales para contribuir el presupuesto del BPS.
El subsecretario de Trabajo, Nelson Loustaunau, le
dijo recientemente a Búsqueda que "la expectativa de vida de los
uruguayos aumenta, la base va a ser cada vez más chiquita y el volumen
de longevidad es tremendo", por lo que entiende que hay que modificar la
edad mínima de jubilación "de a poco".
Hoy la edad de retiro está establecida en 60 años
para ambos sexos y se requiere un mínimo de 30 años de vida laboral. En
el caso de las mujeres se agrega un año al cómputo por cada hijo con un
máximo de cinco años de bonificación. Existe también una jubilación por
"edad avanzada" cuando se llega a los 70 años, siempre que se acrediten
15 años de trabajo. Y hay posibilidades de "jubilación parcial",
vigentes desde 2013 que permiten trabajar medio horario, cobrando la
mitad del salario y de la pasividad.
Objeciones.
Ramón Ruiz, recientemente reelecto como
representante de los trabajadores en el directorio del BPS, no quiere
que se discuta una eventual elevación de las edades de retiro de manera
parcial y considera que la relación entre la cantidad de activos y
pasivos no pone en riesgo ni en el corto ni en el mediano plazo las
finanzas del organismo.
"Hoy la gente se retira en promedio a los 64 años y
nueve meses. Hay gente que trabaja hasta los 70 años. No tendría mucho
impacto un cambio desde el punto de vista del financiamiento del sistema
de seguridad social y mucho menos si se hace gradualmente. No se puede
tratar aisladamente el tema.
La clave es estudiar cómo será el
financiamiento de la seguridad social que tiene que ser un sistema
fuerte", señaló el director del BPS en representación de los
trabajadores.
Ruiz indicó que la relación entre activos y pasivos
que llegó a ser casi de 1 a 1 se incrementó hasta llegar a ser de 2,1
activos por cada pasivo como consecuencia de la formalización del
mercado laboral. El nivel de informalidad pasó del 40% en 2004 a
alrededor del 20% hoy, recordó. En su opinión, se debe procurar abatir
el informalismo con más controles, facilitando el pago de deudas y
bonificando a los buenos pagadores.
Para Ruiz, quizás las edades mínimas de retiro
deberían variar según la profesión. Por ejemplo, quizás debería ser
mayores en el caso de algunos trabajadores públicos y menores en el
sector de la construcción. El sindicato de la construcción (Sunca) ya
está realizando un estudio para fundamentar esto último, dijo Ruiz.
El director del BPS señaló que más que modificar las
edades de retiro deberían quizás incrementarse los aportes patronales,
hoy en 7,5%, en tanto los de los trabajadores están en 15%.
"En los países desarrollados las empresas aportan el
doble que los trabajadores. También deberían revisarse las
exoneraciones", consideró.
Para Ruiz, debe haber un diálogo nacional sobre
seguridad social con la mira en reducir o eliminar el rol de las AFAP y
mejorar la "tasa de reemplazo" (es decir el porcentaje del sueldo que se
cobra como pasividad) que hoy está por debajo del 50% y es considerado
en forma unánime como demasiado bajo.
Blancos.
El diputado Pablo Abdala, uno de los referentes del
Partido Nacional para los temas de seguridad social, entiende que si
bien las tendencias demográficas de largo plazo pueden suponer una
amenaza a las finanzas del BPS, el asunto no debe ser abordado "ni con
inmediatez ni aisladamente". Considera que el asunto no será tratado en
el corto plazo y ni siquiera en el próximo período de gobierno.
Abdala coincide con Ruiz en que "mucha gente
prefiere trabajar más" y que de esa forma "la suba de la edad de retiro
podría tener más connotaciones teóricas que prácticas". Los eventuales
cambios que se adopten en las edades, "no deberían afectar a los que
promedian la actividad laboral para que los costos no los pague la
actual generación", dijo el diputado.
A su juicio, debería adoptarse un proceso de
reformas integral que aborde fundamentalmente la mejora de la tasa de
reemplazo que en sus niveles actuales resulta "injusta".
Esa mejora podría obtenerse mediante la mejora
gradual de las distintas bonificaciones establecidas por año de trabajo
extra luego de los 60 años de edad, la adopción de estímulos para la
natalidad en las clases medias, el incremento de los topes y el avance
hacia un sistema en el que la pasividad se calcule en base a los aportes
realizados durante toda la vida activa y no solamente considerando
algunos años como ocurre hoy.
Más viejos y mayor gasto en seguridad social
En la publicación "Comentarios de seguridad social"
del BPS del cuarto trimestre de 2015, se señala que la esperanza de vida
para las mujeres pasará de 80,7 a 89,4 años en 2090. En el caso de los
hombres, de 72,9 a 84,2 años. En Uruguay viven 484.400 mayores de 65
años, 14% de la población. Según el Banco Mundial, en 2100 ese
porcentaje trepará al 30%, mientras el gasto en los servicios sociales
básicos comprenderá el 40% del PBI, cuando hoy es del 25%.
Fuente: El País
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