En Uruguay, las investigaciones sobre este tipo de
siniestros recae sobre la Comisión Investigadora de Accidentes e
Incidentes de Aviación (Ciaia), un organismo que depende directamente
del Ministerio de Defensa.
A las 6 de la mañana del 18 de diciembre de 2013, un
avión fumigador despegó del aeropuerto de Treinta y Tres para cumplir
con un vuelo de traslado. A los pocos segundos, la aeronave se estrelló,
según un informe interino de la Ciaia publicado al cumplirse un año del
accidente. Sin embargo, el informe definitivo sobre este siniestro
todavía no fue elevado a los jerarcas del Ministerio de Defensa.
Un avión turbohélice Beechcraft 90, de origen
argentino, despegó el 19 de marzo de 2015 del aeropuerto de Punta del
Este, con ocho ejecutivos y dos pilotos. Poco después, el avión se
desplomó y cayó en la orilla de la Laguna del Sauce. A un año del
siniestro, aún no hay ni siquiera un informe interino como sí pasó con
otros accidentes, por ejemplo, la caída del avión fumigador en Treinta y
Tres.
El 19 de septiembre de 2015, un estudiante falleció
cuando carreteaba en un aerogiro (aeronave pequeña de ala giratoria
similar a la de los helicópteros) en el aeropuerto de Minas, Lavalleja.
El aparato levantó vuelo en forma imprevista y se estrelló instantes
después. Tampoco hay un informe interino o final de este accidente en
las páginas de la Ciaia.
Una fuente del Ministerio de Defensa indicó a El País
que el atraso en la culminación de los informes se debe a que los
investigadores, que son civiles, exigen que estén pagos los viáticos
antes de viajar a realizar las investigaciones de campo y no tienen la
misma rigurosidad que los militares.
Reconoció que el informe interino sobre la caída del
avión en Laguna del Sauce debía estar publicado en la página web de la
Ciaia dentro del año de sucedido el siniestro (se cumplió el 19 de marzo
pasado), ya que esa es una recomendación de la Organización de la
Aviación Civil Internacional (OACI). La asesora analiza realizar una
conferencia de prensa para explicar a los familiares de las víctimas las
causas de la caída del avión argentino en la Laguna del Sauce.
Más trabajo.Testigos no vienen a declarar.
Laguna del Sauce: el avión llevaba sobrepeso.
La Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes
de Aviación hace un informe técnico sobre las causas del siniestro. No
busca establecer responsabilidades ni culpabilidades.
Esta asesora cuenta con cuatro investigadores y un
jerarca de la Fuerza Aérea que también realiza relevamientos de campo.
Hasta hace poco eran solo dos. Sin embargo, el volumen de trabajo de
esta comisión creció en forma exponencial en los últimos cinco años por
la mayor utilización de aviones fumigadores al crecer el uso de la
tierra con destino al agro.
Entre el 2012 y 2015, los investigadores debieron
lidiar con varios casos de magnitud, con víctimas fatales: la caída del
avión de Air Class, el accidente de una aeronave a poca distancia de
Carmelo y el siniestro ocurrido en aguas de la Laguna del Sauce, en
Maldonado. Un ejemplo del atraso de la Ciaia, e el caso del accidente
del avión de Air Class caído en el Río de la Plata el 6 de junio de
2012. En el siniestro fallecieron los pilotos Walter Rigo y Martín Riva,
cuyos cuerpo no se encontraron.
Los investigadores demoraron casi tres años en culminar el informe sobre el accidente.
El avión accidentado en Laguna del Sauce marzo de
2015 pertenecía a una empresa de medicamentos. Era usado para
transportar fármacos. Luego, fue entregado a otra empresa para llevar
pasajeros. Una agencia de viajes ofreció el servicio del avión para
traslado de ejecutivos a Uruguay. Testigos argentinos no quieren venir a
declarar ante la jueza de Maldonado, Adriana Morosini, porque el avión
no podía hacer vuelos comerciales.
En el aeropuerto argentino de San Fernando los
pilotos se reúnen en una pequeña cantina. La mayoría de ellos pilotean
aviones para empresas de taxi aéreos.
Fuentes cercanas a los pilotos fallecidos en Laguna
del Sauce dijeron a El País que nadie quería volar en el avión
accidentado porque éste había tenido un siniestro en 2013 en ese mismo
aeropuerto. "Es posible que haya una vinculación entre ambos
accidentes", agregaron las fuentes.
Los dos pilotos que se subieron al Beechcraft tenían
poco trabajo y por eso aceptaron el viaje, agregaron las fuentes. El
copiloto trabajaba como chofer de la agencia de remises ubicada en el
mismo aeropuerto, relataron. También señalaron que, en un principio, el
avión tenía como destino una provincia argentina y no Uruguay. Por
ello, el piloto llenó el tanque de combustible. Se subieron ocho
técnicos de una compañía líder en Argentina en la industria de ferias.
Los pasajeros y el combustible generaron sobrepeso. En San Fernando, al
avión le costó levantar vuelo, según las fuentes. Lo mismo pasó en Punta
del Este. El piloto giró hacia la izquierda y el avión cayó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario