Llegó acompañado de varios de los integrantes de su
comitiva. Ocupó una de las mesas con vista a la avenida Eduardo Víctor
Haedo y —haciendo caso omiso a la dieta que se aconseja a los
centenarios— pidió un "chivito completo de la casa" (carne, queso,
tomate, lechuga, jamón, panceta y papas fritas) que acompañó con un
Chardonnay, informó la propia casa.
El millonario, líder de un vasto imperio económico,
llegó el pasado fin de semana al balneario esteño en un avión privado.
Se encuentra alojado en Estancia Vik.
Como otros años, Rockefeller optó por descansar en
Uruguay, y ha vuelto a uno de sus rincones preferidos, para descansar
durante todo el mes de marzo. "La estancia está cerrada durante todo el
mes para un grupo exclusivo", se informa desde el área de reservas de
Estancia Vik. Allí, David Rockefeller está rodeado de 1.600 hectáreas de
campo, a lo largo de la orilla del arroyo José Ignacio.
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