2.000 personas se congregaron ante el parlamento de Atenas el domingo por la noche para pedir que los griegos voten el 5 de julio en contra de las medidas sometidas al gobierno de Alexis Tsipras por los acreedores. El gobierno griego en una inteligente y acertada medida, pone las medidas planteadas por la Unión Europea y el FMI, a consideración del pueblo, para que éste decida el camino a seguir.
"No a la austeridad, sí a la solidaridad europea", se leía en los banderines. Con megáfonos, los manifestantes gritaban en griego y luego en inglés: "decimos un gran 'no' a esta cárcel en que se ha convertido la Unión Europea".
"Hasta el martes, los dirigentes europeos y los medios tratarán de asustarnos y presionarnos para votar 'sí' en el referéndum. Pero después de cinco años de austeridad, no podemos aceptar más medidas que nos estrangulen", dijo Kostas B., de 23 años.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció este domingo la imposición de un control de capitales y un feriado bancario temporal, pero afirmó que "el ahorro de los ciudadanos, los salarios y las jubilaciones están garantizadas", al mismo tiempo que pidió a la población que guardara la calma.
El rechazo del Eurogrupo a prolongar el programa de asistencia a Grecia más allá del 30 de junio "condujo al BCE a no aumentar la liquidez de los bancos griegos y obligó al Banco de Grecia a activar las medidas de cierre temporal de los bancos y la limitación de los retiros bancarios", declaró Alexis Tsipras.
Tsipras también anunció el domingo que había vuelto a pedir a la Unión Europea y el Banco Central Europeo (BCE) una extensión del programa de ayuda para el país, que le había sido rechazada el sábado.
El Primer ministro griego, al asumir las consecuencias del fracaso de cinco meses de negociaciones con los acreedores del país -UE, BCE, FMI-, sorprendió en la medianoche del viernes al anunciar por televisión un referéndum.
Según el texto de la proposición de consulta, los ciudadanos helenos deben decir "sí" o "no" al proyecto de acuerdo presentado el 25 de junio por la Comisión europea, la BCE y el FMI al Eurogrupo.
Tras el anuncio del primer ministro griego del cierre temporal de las entidades bancarias y el control de capitales, los griegos se lanzaron este domingo a una ansiosa búsqueda de cajeros automáticos para sacar dinero en efectivo ante la creciente incertidumbre.
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