La cadena usamericana Starbucks ha retirado algunos de sus bocatas en tiendas de China por el escándalo destapado en uno de sus proveedores cárnicos, la firma Husi, cerrada por las autoridades acusada de vender carne podrida en el último y grave problema de inseguridad alimentaria que afecta al país.
En un comunicado publicado por la cadena de cafeterías Starbucks en su cuenta oficial de Weibo, el Twitter chino, la empresa anunció que había identificado un producto, el panini de pollo con salsa de manzana, que contiene carne de un proveedor que utiliza productos de la firma Husi de Shanghái y que ha comenzado a retirarlo.
El escándalo destapado en Husi, que estuvo falsificando sistemáticamente la fecha de caducidad de parte de la carne que vendía a cadenas de comida rápida, según desveló la televisión Dragon TV, se está expandiendo por toda China dada la enorme clientela de Husi.
Las autoridades cerraron el lunes las instalaciones de Husi, firma de Shanghái, para poder realizar una investigación en profundidad, según confirmó a Efe un funcionario de la Administración Municipal de Alimentación y Medicamentos del Gobierno de la municipalidad.
El bocadillo de Starbucks se ha estado vendiendo en 13 provincias chinas y en las principales ciudades del país.
"Priorizamos la calidad y la seguridad", indicó el comunicado de la compañía.
Además de Starbucks, Burger King también ha anunciado que retirará productos que contengan carne de Husi, y ha comenzado una investigación, según lo publicado en Weibo dirigido a sus consumidores chinos, ávidos usuarios de redes sociales.
También Dicos ha hecho declaraciones similares en este foro, el más popular de China, mientras que Ikea ha confirmado que dejó de trabajar con Husi en septiembre pasado.
Tanto McDonalds como Yum! Brands, que controla KFC y Pizza Hut, se disculparon con un comunicado este lunes, en el caso de Yum! con el aviso de que algunos productos podrían dejar de estar disponibles durante cierto tiempo en el país debido a la suspensión de compras a Husi.
Husi es la filial china del Grupo OSI, un conglomerado de procesamiento alimentario con sede en Aurora (Illinois, EEUU), que ha publicado un comunicado pidiendo perdón por "los problemas causados o por si algún consumidor se ha visto afectado".
La inseguridad alimentaria es uno de los graves problemas que afecta a China, donde las irregularidades de este tipo se acumulan mientras crece la preocupación popular.
Esta no es la primera vez que cadenas extranjeras de comida rápida se ven envueltas en este tipo de casos.
En 2012, los frecuentes escándalos de este tipo también salpicaron a KFC, que estuvo comprando en Shanghái carne de pollo con excesivos niveles de antibióticos, pese a ser consciente de ello, durante dos años, según dictaminaron las autoridades locales.
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