Un atacante muerto y posiblemente un prófugo, son los causantes de un tiroteo con características de ataque terrorista en el astillero naval de Washington ocurrido este lunes por la mañana. En el tiroteo murieron varias personas y según el último reporte se han confirmado 13 muertos, entre ellos Aaron Alexis, de 34 años de Forth Worth, Texas, identificado por el FBI como uno de los sospechosos muerto en un intercambio de disparos con la policía. Lo que cualquier persona sensata se pregunta es: donde estaba la guardia ? es tan fácil ingresar a una dependencia militar yanqui y además con armas ?
La jefa de la policía Cathy Lanier dijo que 'no está claro el motivo y el número de pistoleros', pero que siguen en la búsqueda de dos sospechosos.
Lanier dijo que uno de ellos vestía probablemente uniforme naval, color kaki, camisa manga corta y una boina, que fue visto la última vez a eso de las 8:35 con una pistola en la mano.
Miembros del equipo de emergencia están en la búsqueda de dos sospechosos.Miembros del equipo de emergencia están en la búsqueda de dos sospechosos.
Pero horas después el tiroteo no se sabía con exactitud si había sido obra de un solo hombre, y funcionarios de la ciudad dijeron que uno de los dos perseguidos había sido localizado y eximido de culpa.
Lanier pidió a los ciudadanos que reporten cualquier información que ayuden a aclarar la tragedia y dio un número 800-CALL-FBI
El tiroteo tuvo lugar en uno de los edificios del complejo —que alberga el comando de sistemas navales— y comenzó a eso de las 8:15 de esta mañana.
El comando de sistemas navales es responsable de construir, comprar y mantener barcos, submarinos y sistemas de combate para la flota.
Entre las víctimas hay tres heridos en condición crítica, según informó Janis Orlowski, jefe del Centro Médico de Washington, quien describió las lesiones como 'heridas múltiples como las causadas por un arma semiautomática'.
Dos de los heridos son policías, uno de la ciudad y el otro un policía militar. Sus probabilidades de sobrevivir son grandes.
Del otro lado del río Potomac, el aeropuerto Reagan fue cerrado en abundancia de precaución, pero una media hora más tarde los vuelos fueron reanudados.
La seguridad en los alrededores del Pentágono también fue incrementada.
El presidente Barack Obama, quien tenía programada un discurso sobre el quinto aniversario del comienzo de la Gran Recesión, se refirió brevemente a los hechos que suceden a unos cuantos kilómetros de la Casa Blanca.
'He sido informado y aunque todavía no tengo los detalles, sé que varias personas han muerto y hay varios heridos', dijo Obama.
'El blanco han sido civiles y personal militar. Son patriotas y saben del peligro de servir afuera, pero hoy enfrentan una violencia inimaginable aquí en casa', agregó.
El presidente dijo que había pedido que todas las agencias del gobierno trabajen conjuntamente para llegar al fondo de los hechos.
Uno de los atacantes que actuó en el antiguo astillero naval en la capital del país ha fallecido en un intercambio de disparos con la policía y se cree que al menos otros dos están prófugos, según confirmó la jefa de la policía de Washington DC, Cathy Lanier.
Según la policía, los dos posibles pistoleros son un hombre blanco y otro negro de entre 40 y 50 años que visten uniformes de estilo militar. Sin embargo, no creen que sean militares.
'Tenemos varias informaciones que sugieren que había otros dos individuos con armas de fuego', afirmó Lanier.
Tres víctimas están en estado crítico en el Washington Hospital Center, según informó en una rueda de prensa una portavoz de la institución Janis Orlowski. Uno de ellos es un agente de policía.
La policía se encuentra en la escena, el Comando Naval de Sistemas del Mar, en el sureste de la capital.
La Armada yanqui confirmó que la policía entró en el edificio en busca de los atacantes, después de que oyeran tres disparos a las 08:20 hora local.
El comandante Tim Juris se encontraba en el cuarto piso cuando escuchó los disparos, según declaró a la BBC. 'No sonaba como una pistola real', comentó.
Operativo
Tras oirse los primeros disparos, se ordenó al personal de la base 'mantenerse en su lugar', según informó la Marina.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado sobre el incidente por altos oficiales y ha instruido a las agencias federales a coordinar sus esfuerzos de respuesta.
Posteriormente, en una conferencia de prensa, Obama condenó el 'acto cobarde' y lamentó que su país tenga que hacer frente a 'otro tiroteo masivo'.
El mandatario definió a los empleados del Comando Naval como 'patriotas' que se enfrentaron a peligros en el extranjero y que no esperaban vivir esta violencia 'en casa'.
Unas 3.000 personas trabajan en el comando, donde se hacen labores de ingeniería, compras, construcción y mantenimiento de buques y submarinos para la Marina.
El astillero de Washington es la instalación en tierra más antigua de la Armada de EE.UU. y fue inaugurada a principios del siglo XIX.
Mientras las sirenas de la policía seguían oyéndose, la confusión se adueñaba de los trabajadores de la base: 'No sé si podré volver a entrar en ese edificio de nuevo; no me siento segura', le dijo a los medios Patricia Ward, una especialista en logística que trabaja en el Comando Naval a los medios. Ward estaba en la cafetería en el momento del tiroteo.
Personal de aerolíneas confirmó a la BBC que se suspendieron los vuelos desde el aeropuerto internacional Ronald Reagan a causa del tiroteo.
Desde primera hora, se temía que hubiera varios muertos.
El corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, señala que, mientras los detalles sobre el suceso continúan apareciendo a cuentagotas, este tiroteo en una instalación de la Marina recuerda otro caso que afectó a las fuerzas militares de Estados Unidos: el de Nidal Hasan, quien abrió fuego en 2009 en una instalación médica de la base de Fort Hood, en el estado de Texas.
'Hasan, un exsiquiatra militar, fue sentenciado a muerte por inyección letal a finales de agosto por sus acciones, en las que murieron 13 personas y 32 fueron heridas', recuerda Sparrow.
Además, este tiroteo en Washington vuelve a poner sobre la mesa un tema muy sensible para los estadounidenses: el de la violencia armada en general.
Todavía están frescos en la memoria dos tiroteos dolorosos de 2012, el de un cine en Aurora, Colorado, y el de un colegio en Newtown, Connecticut.
A las pocas horas del tiroteo, el Pentágono confirmó en un comunicado que se incrementó la seguridad en la capital y apuntó que el secretario de Defensa Chuck Hagel 'está siguiendo de cerca la situación y que aseguró a la Marina que le proveerá todos los recursos necesarios' para recuperarse de este suceso.
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