"La situación es lamentable pero está dentro de las normas legales", dijo la secretaria de Estado de Salud, Bienestar y Deportes, María Luisa Lidia Elizabeth van Zanten Veldhuijzen-Hyllner (Gotemburgo, 29-09-1953), en el Parlamento, después que diputados laboristas (en la oposición) solicitaran un debate de urgencia para pedir que el joven fuese «desatado» de inmediato.
El caso de Brandon, un joven de 18 años con esquizofrenia al que un centro psiquiátrico de Ermelo (este de Holanda) mantiene desde 2007 atado con una correa sujeta a la pared, limitando así su libertad de movimiento a la longitud de la cuerda, salió el martes a la luz en un programa de televisión en Holanda.
La secretaria de Estado de Sanidad reconoció que los centros recurren a ese medio cuando los pacientes mantienen conductas muy agresivas.
Brandon, que sufre esquizofrenia, lleva desde 2007 atado con una correa sujeta a la pared, de tal forma que sus movimientos se limitan a la longitud de la cuerda.
La madre del joven denunció en un programa de la televisión pública holandesa que su hijo apenas sale a la calle y que en la habitación en la que está retenido no entra casi aire.
Ante esta revelación, la secretaria de Estado de Sanidad reconoció que en el país hay unos 40 casos semejantes al de este chico y que numerosos centros recurren a este método para evitar conductas agresivas. Así, los inspectores de Sanidad holandeses respaldan este mecanismo.
«Brandon escucha voces: una que le incita a acciones violentas y otra que le dice que no lo haga», dijo en sede parlamentaria la secretaria.
También explicó que el joven destruyó casi por completo en 2009 un apartamento que le habían adaptado para que pudiese moverse con libertad y en el que habían invertido 500.000 euros.
A raíz del caso de Brandon, el Gobierno holandés estudiará posibles medidas para mejorar la situación del enfermo.
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