Oleg Kashin, periodista del prestigioso periódico ruso Kommersant, fue golpeado ferozmente la madrugada del sábado 6 de noviembre 2010 en la puerta de su casa, por 2 desconocidos que le esperaban con un ramo de flores con el que se tapaban el rostro, según declararon varios vecinos. El Poder no perdona en Rusia.
Kashin escribía sobre diversos temas de política nacional, sobre grupos juveniles alternativos y también sobre la tala del bosque de Jimki en Moscú, que desató protestas de los ecologistas y una dura reacción de los grupos gubernamentales.
Los agresores le fracturaron el cráneo y la mandíbula, le rompieron los dedos y le partieron las piernas. Tras ser operado, los médicos decidieron inducirle un estado de coma artificial, en el que permanecerá durante los próximos días.
Mijaíl Mijailin, director del diario, declaró que el ataque está relacionado con la actividad profesional de Kashin. Los que golpearon al periodista no le robaron nada, ni su dinero ni su móvil, señaló. "No se limitaron a golpearle para dejar clara su intención: le rompieron los dedos a un periodista", añadió.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó al Ministerio del Interior y a la Fiscalía General investigar a fondo el atentado. "Los criminales deben ser hallados y castigados", declaró Medvédev. Yuri Chaika, el fiscal general, se apresuró a abrir una causa criminal por "intento de asesinato" y advirtió de que controlará personalmente la investigación.
Ludmila Alexéyeva, que encabeza la ONG defensora de los derechos humanos Grupo Helsinki de Moscú, declaró que mientras en Rusia "se intimide y golpee a los periodistas" no habrá "Estado democrático ni de derecho".
Kashin fue uno de los primeros periodistas en escribir sobre la tala del bosque de Jimki, por donde debía pasar un tramo de la autopista de peaje que unirá la capital con San Petersburgo.
En agosto pasado publicó una entrevista con un participante en el ataque al Ayuntamiento de Jimki, organizado por grupos anarquistas y radicales.
A raíz de esta publicación, la organización progubernamental Joven Guardia colgó en su página en Internet un artículo titulado "Los periodistas traidores deben ser castigados".
Allí calificaban de "enemigo" a Kashin y lo acusaban de desarrollar una "actividad periodística semiclandestina de sabotaje para pervertir a los lectores y desprestigiar a los órganos de poder".
Acompañaban el artículo con una foto del reportero cruzada por la leyenda: "Será castigado".
Ahora sin embargo, Joven Guardia salió en apoyo de Kashin y agregó en el citado artículo que una cosa es "la lucha política civilizada" y otra "la criminalidad pura y dura". "Esto es algo que todos deben comprender", concluye la publicación de Joven Guardia.
Que casualidad, luego de la brutal golpiza, el desmarque de los hechos
La primera víctima de la lucha en torno al bosque de Jimki fue, hace ya dos años, el director del diario Jímkinskaya Pravda, Mijaíl Béketov, a quien le fue amputada una pierna después de ser atacado por desconocidos. El último fue el activista y ecologista Konstantín Fetísov, que recibió una paliza con un bate de béisbol.
Desde el año 2000 se han registrado en Rusia 19 asesinatos de periodistas. Todos siguen sin resolver, según el Comité para la Protección de Periodistas, citado por la agencia Reuters.
Rusia, un país muy peligroso para los periodistas que se enfrentan al poder.
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