En España, la asociación activista Almas Veganas tuvo protagonismo esta semana por haber creado un "santuario animal" en el que separan animales para que unos no abusen de otros. El caso que más revuelo generó en las redes sociales fue el de los gallos, a los que, según la asociación creada en 2016 en Girona, los separan "de las gallinas para que no las violaran". Además, en un video que subieron a su cuenta de Twitter y que tuvo más de 1800 reacciones se mostraron arrojando huevos al piso. "Se los devolvemos porque son suyos", alegaron. Esa filmación de un poco más de un minuto empezó a trascender en diferentes medios de comunicación, lo que motivó a que Almas Veganas subiera otro
Según las activistas que protagonizaron la filmación, esta realidad deriva directamente del consumo, por lo que los humanos "son cómplices de la opresión". Incluso, en otro video cargado a su cuenta de YouTube afirmaron que las jaulas en las que viven las gallinas son "campos de concentración" para las ponedoras.
"Podemos deducir que la gallina no quiere ser montada por el hecho de que intenta escapar. Además, puede ser herida de gravedad por los gallos", definieron tras su participación en un programa del canal Cuatro de España, en el que dijeron haber sido "ridiculizadas" por su postura y por hablar utilizando el denominado lenguaje inclusivo.
El veganismo es un estilo de vida que rechaza el uso de productos y servicios que provengan de animales, ya sea para alimentos, vestimenta, medicamentos, cosméticos, transporte, experimentación, ayuda en el trabajo o entretenimiento, a excepción en este último caso del mantenimiento de animales de compañía.
Los motivos que llevan al veganismo se fundamentan en argumentos éticos, medioambientales y de salud. En relación con los últimos, no existe evidencia de que una dieta vegana sea más saludable que otras dietas, siempre que estén bien estructuradas.
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