A un año de la votación que abrió el proceso de ‘impeachment’ contra Dilma Rousseff en la Cámara de Diputados, que se produjo bajo el argumento de que la presidenta había cometido un delito de responsabilidad al maquillar las cuentas públicas para esconder el déficit, el mandatario Michel Temer, que tomó su lugar tras la destitución, admitió en una entrevista televisiva que el juicio político contra la presidenta consitucional de Brasil, que terminó con su destitución en agosto del año pasado fue orquestado por el ex titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, luego de que el Partido de los Trabajadores apoyara la investigación de la comisión de ética del cuerpo por casos de corrupción, tras haber escondido cuatro cuentas en Suiza.
Temer reconoció que eso fue así durante la entrevista con Band TV y explicó “en una ocasión, Cunha me dijo que iba a archivar todas las solicitudes de destitución contra Dilma porque le había prometido tres votos favorables en la comisión de ética. Más tarde -continuó- vi en las noticias que los tres miembros del PT votaron en contra. Luego de lo cual, Cunha me llamó y me dijo: ‘Todo lo que dije no vale la pena. Voy a llamar a la prensa y voy a comenzar el proceso’”.
A su vez agregó que si el PT no hubiera votado contra Cunha en el Comité de Ética, “es muy probable que la señora presidenta continuase”.
El actual mandatario de Brasil explicó que estaba haciendo esas declaraciones para demostrar que él no tuvo nada que ver con la caída de la presidenta y que no estuvo maniobrando en la sombra, descargando toda la responsabilidad en Cunha, quien ya se encuentra preso por corrupción.
Algunos medios y analistas políticos brasileños consideran que Temer adelantó a Cunha, quien desde la cárcel amenazó con contar el papel de Temer en la conspiración destituyente. Cunha ya había acusado a Temer cuando intentó inculparlo en el cobro de sobornos, acusación que fue desestimada después por el juez Sergio Moro, quien lleva la causa sobre Petrobras.
Se trató de la primera vez que uno de los integrantes de la coalición que impulsó el proceso contra Rousseff confirma la hipótesis central de la ex presidenta y del PT, que desde un principio advirtieron que el juicio político fue una venganza de Cunha, que después se alió con la derecha para materializar el golpe.
El actual mandatario de Brasil explicó que estaba haciendo esas declaraciones para demostrar que él no tuvo nada que ver con la caída de la presidenta y que no estuvo maniobrando en la sombra, descargando toda la responsabilidad en Cunha, quien ya se encuentra preso por corrupción.
Algunos medios y analistas políticos brasileños consideran que Temer adelantó a Cunha, quien desde la cárcel amenazó con contar el papel de Temer en la conspiración destituyente. Cunha ya había acusado a Temer cuando intentó inculparlo en el cobro de sobornos, acusación que fue desestimada después por el juez Sergio Moro, quien lleva la causa sobre Petrobras.
Se trató de la primera vez que uno de los integrantes de la coalición que impulsó el proceso contra Rousseff confirma la hipótesis central de la ex presidenta y del PT, que desde un principio advirtieron que el juicio político fue una venganza de Cunha, que después se alió con la derecha para materializar el golpe.
Dilma tomará acciones
Tras las declaraciones de Temer la defensa de la expresidenta Dilma Rousseff, encabezada por José Eduardo Cardozo decidió volver a tomar cartas en el asunto y solicitar la nulidad del proceso que terminó con el mandato de Rousseff.
La defensa llevó este lunes al Tribunal Supremo Federal el fragmento de la entrevista televisiva en que el presidente Michel Temer deja entrever que el proceso de su destitución fue una represalia del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
“Las palabras de Temer son una confesión y una prueba de que Cunha abrió el proceso por venganza”, aseguró el abogado defensor de Rousseff, José Eduardo Cardozo, a medios como el portal de noticias UOL.
“El Supremo tiene ahora la prueba de que no fueron las irregularidades fiscales las que llevaron a Eduardo Cunha a aceptar el proceso de ‘impeachment’, sino la venganza porque ella no cedió a sus chantajes”, afirmó el abogado.
Tras las declaraciones de Temer la defensa de la expresidenta Dilma Rousseff, encabezada por José Eduardo Cardozo decidió volver a tomar cartas en el asunto y solicitar la nulidad del proceso que terminó con el mandato de Rousseff.
La defensa llevó este lunes al Tribunal Supremo Federal el fragmento de la entrevista televisiva en que el presidente Michel Temer deja entrever que el proceso de su destitución fue una represalia del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
“Las palabras de Temer son una confesión y una prueba de que Cunha abrió el proceso por venganza”, aseguró el abogado defensor de Rousseff, José Eduardo Cardozo, a medios como el portal de noticias UOL.
“El Supremo tiene ahora la prueba de que no fueron las irregularidades fiscales las que llevaron a Eduardo Cunha a aceptar el proceso de ‘impeachment’, sino la venganza porque ella no cedió a sus chantajes”, afirmó el abogado.
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