MALDONADO: VOLUNTARIOS RESCATAN BALLENA ANTE LA DESIDIA DE LAS ORGANIZACIONES DEL ESTADO

Ayer se registró un "caso insólito de rescate" de una ballena minke en la parada 14 de la Playa Brava de Punta del Este. El animal encalló en la arena pero, a diferencia de lo que sucede en la gran mayoría de los casos, no estaba lastimado o agonizando y pudo ser retornado al mar exitosamente. Los héroes principales de esta historia, aunque no los únicos, fueron dos jóvenes: el "Nene" Báez y Gonzalo Gabriel Cardozo, que lograron devolver dos veces el animal al agua y tuvieron refuerzos para un tercer exitoso esfuerzo

Foto: Gonzalo Cardozo



Gonzalo contó a Montevideo Portal que fue su compañero el primero que vio el animal y dio el aviso a través de Facebook. "Cuando llegué, la ballena estaba sobre la arena. Cada vez que venía la ola intentábamos entrarla de a poco y así la devolvimos al mar dos veces. La mojamos y la mantuvimos con cuidado con el orificio de respiración hacia arriba, para que no se tapara", explicó.

"La girábamos y la intentábamos poner de punta. La primera vez entró al mar con ganas, que fue cuando me pegó un coletazo en la cara porque yo estaba atrás, pero salió dos paradas más adelante", contó Gonzalo.

Ese fue el primer golpe accidental que recibió Gonzalo, que no fue menor. "Quedé como si me hubieran pegado una trompada. Terminé sentado, preguntándome donde estaba", dijo.

Gonzalo y Báez habían llamado a Prefectura, pero nunca les atendieron los teléfonos. Probaron luego con el 911, que quedó en avisar a Prefectura. Finalmente, llegaron dos funcionarios pero únicamente tomaron fotos, dijeron que esperaban "órdenes de arriba" y se fueron sin dar asistencia. Hablaron luego con representantes de las ONG Coendú y la Organización de Conservación de Cetáceos (OCC), que pidieron fotos para determinar la especie.

Desde la OCC les explicaron que las ballenas suelen llegar a la orilla a morir, pero "se produjo un malentendido" con ellos, señaló Gonzalo, ya que en este caso la ballena tenía signos vitales muy fuertes (como comprueba el golpe que se llevó Gonzalo). Más tarde, Rodrigo García, de la OCC, les señaló que si bien es raro que una ballena salga estando sana, pudo hacerlo para huir de orcas, que suelen verse en la zona y que depredan a los juveniles de esta especie.

Último intento

Todo el incidente comenzó cerca de las 13 horas, pero a las 16 la ballena seguía encallada luego de dos intentos. En ese momento se sumaron otros voluntarios al rescate. Siendo ya ocho en total realizaron la última prueba, debido a que el cetáceo estaba muy cansado e incluso tenía lastimaduras por el forcejeo en la arena.

De a poco, moviéndola lo que podían cada vez que venía una ola, la trasladaron hasta que pudo flotar. Gonzalo se llevó un segundo golpe de la ballena, esta vez en la pierna, que lo voló un metro y le dejó un fuerte dolor muscular. Pero los esfuerzos, sin embargo, dieron sus frutos. Cuando pudo flotar los ocho voluntarios escoltaron al animal hasta más allá de la segunda rompiente y pudo salir nadando con fuerza en dirección a la Isla de Lobos.

Gonzalo patrulló la costa durante un par de horas para ver si el animal salía nuevamente a la orilla, pero no volvió a encallar. "La logramos ver, pero muy lejos. Estaba en perfecto estado", contó. El improvisado rescatista criticó la pasividad de Prefectura, ya que la tarea pudo ser más sencilla con ayuda de algunos gomones del organismo.

Más allá de que se trató de un procedimiento exitoso y de que Gonzalo y Eneas hicieron lo correcto -que es avisar primero a las autoridades y los especialistas-, cabe aclarar que no todos los animales deben ser devueltos al mar cuando se los encuentra en aparente mal estado en la costa. Así sucede por ejemplo con lobos, tortugas o pingüinos, que muchas veces necesitan cuidados paliativos antes de ser retornados. Por eso, siempre es importante contactarse con las organizaciones que se dedican al rescate y cuidado de animales marinos. En el siguiente video puede verse parte del rescate.