"Leí tu nota con respecto a Tomás, soy la chilena que lo ayudó y quería contactar a la familia. No sé si me puedes ayudar". Así se presentó la joven que en la madrugada del domingo estaba con su pareja en el boliche.
"Se sacó la campera, le limpió la sangre de la cara y lo acomodó. Así evitó que se ahogara con su propia sangre. De hecho, sus problemas respiratorios se originaron por la sangre que alcanzó a tragar", dijo Julián Baldunciel, tío materno del cordobés, a este diario.
C -pidió reservar su identidad por ahora- quiere "mantener el perfil lo más bajo posible". Sí confirmó a este medio que sólo declaró el día domingo como testigo y después no la volvieron a llamar.
En la charla con los familiares de Tomás ratificó su disposición a colaborar. "Es un ángel; ella permitió que Tomy esté con vida", reiteró Baldunciel. Por estas horas los Lacase están resolviendo la designación de un abogado para que los represente en la causa.
Por el hecho está imputado por lesiones graves el mendocino Bernardo Alcolini, de 29 años, abogado y escribano, quien vive en la Ciudad de Buenos Aires. Su padre en declaraciones a Los Andes dijo que fueron los cordobeses quienes lo agredieron y que uno de ellos "toqueteó" a su hija.
Desde ayer a la tarde, después de que su foto de Facebook se viralizara, el perfil de Alcolini no permite más accesos.
"Nos contó cosas horrorosas de lo que pasó", describió Baldunciel en referencia a la conversación con la joven chilena. Al ser extranjera y estar de paso en Punta del Este la Justicia quiso concentrar la declaración en la del domingo. Los dos amigos de Tomás que habían ido con él al boliche, también dieron su versión del caso.
Ayer presentó una leve evolución que permitió sacarle el respirador, pero todavía no hay certeza de si los golpes dejarán o no secuelas cerebrales. Por ahora, los médicos no analizan la posibilidad de un traslado a Córdoba.
Cinco jóvenes cordobeses aseguraron que el abogado mendocino Bernardo Alcanoni le asestó un golpe de atrás a Tomás Lacase durante la refriega registrada el pasado domingo en la zona portuaria de Punta del Este. El puñetazo fue aplicado entre la oreja y la nuca del ahora internado. El abogado, según estos testigos, llegó hasta el lugar corriendo desde entre treinta y cincuenta metros cuando, según contó su padre a El País, escuchó los pedidos de auxilio de su hermana.
En el incidente, el joven Tomás sufrió alrededor de treinta fracturas en su cráneo y cara además de la pérdida de varias piezas dentales. A su vez, se formaron dentro de su cráneo dos coágulos. Según sus familiares su estado de salud mejora con el correr de las horas. Está en el centro de tratamiento intensivo del Sanatorio Mautone.
Los testigos aportaron su testimonio durante una audiencia celebrada ayer miércoles en el Palacio de Justicia, dirigida por el juez penal de feria Darwin Rampoldi.
Uno de los jóvenes agregó que vio al mismo abogado asestarle un puntapié en la cabeza de Tomás cuando éste, tirado en el piso, se recuperaba del golpe recibido en su cabeza.
El mismo fue aplicado cuando Tomás tenía la cabeza a unos diez centímetros del suelo, aseguró el testigo. Los otros cuatro no se percataron de este incidente, sí del golpe de puño del ahora encausado desde atrás. Los jóvenes cordobeses aportaron su testimonio como testigos de la causa.
El abogado defensor del acusado, Julio Lens, pidió a la sede una serie de actuaciones entre las que se encuentra una pericia médica de las manos del abogado. Lens, consultado por El País, declinó formular comentarios sobre las actuaciones que involucran a su cliente.
Ayer asumió como defensor de la víctima el abogado penalista Jorge Barrera.
Fuente: El País
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