Una mujer encontró un murciélago “moribundo” a principios de en su domicilio de Buxareo y Echevarriarza, en el barrio Pocitos. Lo llevó a la Comisión Nacional de Zoonosis que, en las últimas horas, le realizó un estudio al animal para comprobar si estaba contaminado por rabia y arrojó resultado positivo.
Por este motivo, esta comisión implementó un operativo de vacunación de perros y gatos a 200 metros a la redonda de donde ocurrió el episodio, tal como lo recomienda la Organización Panamericana de la Salud.
A la mujer, que tocó al mamífero con sus manos, se le aplicó una vacuna antirrábica y se le suministró gammaglobulina, una suerte de suero que proporciona anticuerpos para atacar a la potencial enfermedad. “La mujer está bien y está siendo vigilada permanentemente”, informó a El País Ciro Ferreira, presidente de la Comisión Nacional de Zoonosis.
Seis veterinarios trabajan en las tareas de vacunación yendo puerta por puerta a cada uno de los hogares para vacunar a los perros. Estas tareas de vacunación continuarán hoy y mañana, dijo Ferreira.
Esta es la cuarta vez que ocurre un episodio de este tipo en Uruguay. En 2003, ocurrió uno en Ciudad Vieja, en 2009 uno en el Prado y en 2011 otro en Tres Cruces.
La directora de Zoonosis del Ministerio de Salud Pública (MSP), Gabriela Willat, señaló en 2013 que “desde hace unos años se sabe que en un 1 % de los murciélagos insectívoros circula el virus de la rabia”.
Si se contagia a un humano, puede causarle cefalea, fiebre y alteraciones sensitivas en el lugar de la mordedura del animal, que puede llevar a la muerte. La transmisión se hace por la saliva tras la mordedura de un animal infectado. Según Zoonosis, las mascotas que la portan dejan de alimentarse y mueren en cuatro días tras manifestar los síntomas.
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