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miércoles, 31 de mayo de 2017

ANALISIS DEL CR. A. COURIEL: LAS DEBILIDADES DEL FRENTE AMPLIO

Estamos en la mitad del período del tercer gobierno del Frente Amplio y es un buen momento de iniciar un balance de la fuerza política con miras a las elecciones del 2019 y a la continuidad del proceso de transformaciones en la búsqueda de la igualdad, la no discriminación, nuevos valores solidarios, atención de los derechos humanos, avances hacia la democracia económica y social y los nuevos derechos ciudadanos. En la actualidad el FA discute su estrategia política hacia el 2020, con un documento borrador elaborado por una comisión designada por el Secretariado.


Es un documento de base que sirve para la discusión pero presenta un alto nivel de abstracción. Ello limita el nivel de propuestas. Creo además que algunos temas requieren un mayor nivel de elaboración e inclusive de investigación social. Un buen ejemplo de ello, es el análisis del descontento social que se refleja por las quejas de los compañeros que te cruzan en la calle, o por las encuestas donde el FA se ubica entre el 28 % y el 35 % de los votantes. Está muy lejos el acto electoral, pero es un indicador llamativo.

No se vislumbra ningún ganador para la próxima elección, pero puede ocurrir que el FA pierda. Hay un lógico desgaste después de 12 años de gobierno nacional. Hay un descontento sobre el funcionamiento del capitalismo, con la política de carácter universal, que viene siendo usufructuado por la extrema derecha. Hay un gran problema de desigualdad, de desempleo de los jóvenes, de salarios reales que no crecen que la izquierda no aprovecha en el mundo desarrollado. Esa izquierda también está muy débil. En el plano regional los acontecimientos de Brasil y Argentina nos afectan directamente, no solamente en el plano económico sino que también puede tener consecuencias en el plano político.

En el plano interno puede haber cierto desgaste del gobierno, pero es indispensable una investigación social realizada por expertos para conocer nítidamente las causas de ese descontento. Es un tema fundamental para la estrategia y aquí ponemos algunos temas que pueden estar jugando, con independencia de los innumerables logros de los gobiernos frentistas y de que sigue siendo una fuerza paradigmática en la América Latina, por su alto grado de unidad después de 46 años de existencia. Estos temas pasan por la inseguridad, que puede tener mejoras pero sigue siendo un problema; por el desempleo que aumenta por el cierre de empresas, aunque se mantengan niveles de crecimiento; porque puede ocurrir que los pobres que mejoraron sensiblemente no reconozcan los esfuerzos de los gobiernos frentistas, como ocurrió en el caso de Brasil; porque puede haber nuevas aspiraciones y exigencias de la sociedad. Algunos sectores sociales pueden tener descontento por el aumento de impuestos que afectan a las capas medias, o por el atraso cambiario que afecta a los empresarios. En los militantes pueden jugar los temas de derechos humanos que no han sido debidamente atendidos y las investigaciones sobre Ancap.
Probablemente los problemas de la educación pueden tener algún grado de influencia. Se necesita saber cuáles son los temas más relevantes para enfrenarlos. La autocrítica es necesaria, aunque hay quienes cierran los ojos ante la realidad.

También pueden existir descontentos con la fuerza política que está débil, que no puede apoyar a su gobierno, pero tampoco controlarlo ni orientarlo. Que tiene muy pocos debates, sin la participación de sus principales figuras en la actual orgánica frentista. En el plenario del sábado 27 sólo alcancé a divisar a 2 senadores de los 16. El FA tiene un problema institucional por la inadecuada representatividad de sus órganos centrales como el Plenario, el Congreso y la Mesa Política.

Se requiere de un nuevo acuerdo político para mantener la coalición y el movimiento, pero no pueden existir 35 sectores ni la sobre representación de los comités de base. En el movimiento es indispensable darle entrada a diversas organizaciones sociales y sobre todo, encontrar mecanismos para una mayor participación de los jóvenes en la orgánica frentista, aprovechando las nuevas tecnologías de la comunicación.

Esta orgánica del FA no se anima a debatir con el Poder Ejecutivo y ello puede tener diversas causas, pero un elemento central es que a sus reuniones no concurren sus primeras figuras, que no se encuentran, que no dialogan, que no acuerdan. Máxime si las discusiones se hacen a través de los medios de comunicación, lo que agudiza la debilidad de la fuerza política. La derecha y los grandes medios de comunicación juegan, tanto en lo regional como en lo nacional, a intentar mostrar elementos de corrupción y las contradicciones internas dentro de la fuerza política. Los grandes medios profundizan, multiplican e inclusive, inventan noticias contra la izquierda. Y esta es otra demostración de la debilidad de la fuerza política que no consigue debatir sus diferencias internamente.

Poco se analiza en la estrategia y en la fuerza política las relaciones de poder. En estos días hubieron inadecuadas declaraciones de la principal figura militar, el General Manini Ríos, que tal vez fue sancionado, pero que no se hace público, por la discusión de la Caja Militar, donde los integrantes de las fuerzas armadas tienen privilegios exorbitantes. No nos podemos imaginar un aumento de poder de los militares en una democracia con gobierno de izquierda. Otro poder relevante es el de los propietarios de los grandes medios de comunicación, donde hay una ley aprobada en el período pasado, y que aún no tiene concretada la reglamentación correspondiente. En algún momento las inversiones directas extranjeras van a jugar cierto rol en las relaciones de poder.

Por otro lado, como elemento de equilibrio tienen más poder los sindicatos de trabajadores, que han mejorado su salario real y que tienen un número mayor de afiliados. Lo importante es que las relaciones de poder no aparecen como un tema de análisis, ni de debate, ni en el plenario, ni en la fuerza política, cuando debiera ser un tema central en una estrategia política de una fuerza de izquierda.

La fuerza política Frente Amplio debiera tener la capacidad de movilizaciones, de representación política de diversas demandas sociales provenientes de distintos movimientos sociales, de generar solidaridades y volver a conseguir emocionar, para seguir gobernando y avanzando en el cambio social que aspira todo movimiento de izquierda.



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