El propio jefe de Policía, Sergio Guarteche, confirmó que en la confesión del matador quedó claro que hubo un "error de objetivo".
Ayer fue trasladado desde Canelones a la seccional primera de Durazno. A la hora 18:30 ingresó al juzgado en medio de una importante cantidad de vecinos indignados por el homicidio.
En el transcurso de la investigación policial se supo que salió hace un mes del Comcar, tras cinco años de penitenciaría por rapiñar un ómnibus. El hombre llegó a Durazno tras una mujer que estaba presa en la cárcel local, después quedó "boyando" en la ciudad, según explicaron fuentes policiales.
Al parecer, habría entrado en conflicto con vendedores de droga de la zona y habría buscado ajustar cuentas, pero equivocó el objetivo. Anoche seguía declarando ante la juez.
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