Nikki
Haley, quien mostró un talante completamente diferente del que exhibió
esta semana el presidente Donald Trump (dijo que estaba meditando
levantar las sanciones a Rusia), aseguró que estas seguirán si Rusia
mantiene su postura sobre el asunto.
"Los Estados Unidos de América siguen condenando la situación y exigen un cese inmediato de la
ocupación rusa en Crimea. Crimea es parte de Ucrania. Nuestras sanciones
relacionadas al asunto continuarán hasta que Rusia devuelva la
península a Ucrania", dijo Haley en una cargada sesión del Consejo de
Seguridad que tuvo además un duro intercambio entre el representante
ruso Vitaly Churkin, y el ucraniano, Volodymyr Yelchenko, quien ademas
presidía la sesión de la que también participó Uruguay como miembro del
Consejo.
Para
fuentes vinculadas al tema, no es una novedad la postura de Haley sobre
Rusia, la cual también ya había evidenciado durante sus audiencias de
confirmación. Sin embargo, durante su etapa como candidato Trump
reconoció que consideraría validar la anexión de Crimea por parte de
Rusia. Asimismo, el escándalo de los hackeos a servidores durante la
campaña política y las reacciones de Trump ofrecieron pistas sobre la
relación entre Trump y Vladimir Putin.
"Queremos
tener mejores relaciones con Rusia. Sin embargo, la situación en el
este de Ucrania es una que demanda la condena fuerte y clara de las
acciones de Rusia", concluyó.
La situación
sucede en el marco de declaraciones de senadores republicanos como Marco
Rubio, e incluso de integrantes del gabinete de Trump como Rex
Tillerson (Estado) y James Mattis (Defensa) a propósito de la
posibilidad de ofrecer armas a Ucrania para combatir a las fuerzas paramilitares rusas.
"Esperemos que Trump escuche sus consejos", dijo Rubio el pasado jueves.
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