Los cuatro fundadores del Mercado Común del Sur
decidieron compartir la presidencia del grupo y dar plazo a Venezuela
hasta el 1 de diciembre para que cumpla los requisitos para convertirse
en miembro pleno o será suspendida, dijo el martes a Reuters un
funcionario de alto rango con conocimiento del tema.
La decisión es una solución temporal a la falta de una presidencia pro témpore en el grupo, en el que Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay tienen opiniones dividas sobre si Venezuela debería asumir el liderazgo rotativo por un período de seis meses.
El canciller brasileño José Serra publicó en Twitter que "finalmente solucionamos el impasse en el Mercosur (...) Los cuatro países fundadores —Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay— aprobaron hoy una nota de consenso por la que Venezuela no asume la presidencia del bloque, que a partir de ahora será ejercida por una comisión coordinadora conformada por un representante de cada uno de los fundadores".
Venezuela ingresó al
bloque como miembro pleno gracias a la solidaridad política de Uruguay,
Argentina y Brasil, quienes ahora utilizaron, junto con Paraguay, la
misma ventana y otro artilugio jurídico para impedir que el país que
preside Nicolás Maduro asuma la presidencia pro témpore del bloque y, al
mismo tiempo, abrir la puerta a ser segregada como miembro pleno de la
alianza regional. Esa segunda instancia se resolverá el 2 de diciembre,
plazo fijado como ultimátum en la "nota de consenso" acordada ayer para
que el país caribeño adopte los compromisos asumidos al momento de su
ingreso, so pena de ser "suspendida" en su condición de miembro pleno de
la unión regional.
"Finalmente solucionamos
el impasse creado en el Mercosur por la posibilidad de que Venezuela
asumiera la presidencia del bloque. Los cuatro países fundadores
–Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay– aprobaron hoy una nota de
consenso, según la cual Venezuela no asumirá la presidencia del bloque,
que a partir de ahora será ejercida por medio de la comisión
coordinadora formada por un representante de cada uno de los fundadores.
Si al 2 de diciembre Venezuela no cumple con los compromisos que asumió
al inicio de su ingreso, será suspendida del Mercosur".
Con esas
palabras el canciller brasileño José Serra comunicó a través de un post
en sus redes sociales la decisión adoptada por los socios fundadores,
que contó con la abstención de Uruguay. En los hechos, como en el
Mercosur las decisiones se toman por consenso, la mano baja de Uruguay
al momento de votar implica su aval a la postura que adoptó el resto. Su
negativa habría hecho naufragar la propuesta impulsada por Brasil,
Argentina y Paraguay.
La decisión fue
comunicada asimismo y casi en simultáneo por las cancillerías de
Argentina y de Paraguay. "Esta declaración refleja el consenso alcanzado
por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para facilitar el
funcionamiento del Mercosur y para coordinar las negociaciones con otros
países y grupos de países, así como los pasos a seguir para asegurar el
equilibrio de derechos y obligaciones en el proceso de adhesión de
Venezuela, atento a que este país no ha incorporado normativa esencial
del Mercosur en su legislación nacional", afirmó el Ministerio de
Relaciones Exteriores de Argentina.
El gobierno
paraguayo de Horacio Cartes, por su parte, remarcó a través de su
cancillería que la administración de Maduro tampoco ha "suscrito el
tratado sobre promoción y protección de derechos humanos en Mercosur
firmado en 2005 en Asunción".
Negociaciones
Desde
hace semanas las cancillerías de los fundadores del Mercosur buscaban
la forma de destrabar la parálisis en la que quedó estancado el bloque a
raíz de la transferencia de la presidencia pro témpore a Venezuela. Esa
idea general –que el gobierno uruguayo bautizó como "salvar al
Mercosur"– encontró ayer una fórmula bien concreta.
Para
ello, se ampararon en la Convención de Viena sobre Derecho de los
Tratados, que permite cambiar el estatus de Venezuela en la organización
por no haber incorporado la normativa mercosureña a tiempo ni estar en
cumplimiento de ella.
El ministro de Relaciones
Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, informó el lunes en el Consejo de
Ministros que los socios fundadores someterían a votación una resolución
en ese sentido, informó ayer El País. El canciller había anticipado que
Uruguay iba a "abstenerse" de tomar una resolución.
Fuentes de
cancillería señalaron a El Observador que en este caso "abstenerse" es
"no oponerse", siendo que todas las resoluciones que se adoptan en los
órganos ejecutivos del Mercosur deben ser consensuadas. El gobierno
uruguayo quiso mantener una posición "neutral" que no lo comprometiera
con ninguna de las dos partes.
El director del
Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad
Católica, Ignacio Bartesaghi, explicó a El Observador que el bloque no
tiene definido un sistema para suspender a un miembro por la no
incorporación de normas. La única forma de promover una suspensión es
mediante la aplicación del protocolo de Ushuaia que prevé la cláusula
democrática, un mecanismo que solo Paraguay planteó aunque nunca llegó a
formalizarlo y con el que el presidente argentino, Mauricio Macri,
coqueteó en algún momento.
Al no haber consenso
para recorrer ese camino, los miembros fundadores siguieron la línea
que propuso Brasil, quien –con el cambio de gobierno– puso el acento en
el hecho de que Venezuela no cumple con el protocolo de adhesión.
El
Protocolo de Adhesión de Venezuela –votado por todos los Estados del
Mercosur– entró en vigencia en 2012 y abarca cientos de normas que
incluyen aspectos comerciales, aduaneros y migratorios, legislación
sanitaria y técnica.
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