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lunes, 15 de agosto de 2016

FRENTE AMPLIO: SIEMPRE DIJIMOS QUE EL CAPITALISMO LIBERAL ERA LA MEJOR OPCION

En los últimos días, el Uruguay económico pareció funcionar en dos 'mundos paralelos', que no son los que mencionó Luis Lacalle Pou. En uno hubo importantes logros reales (el presidente Vázquez anunció la construcción de la tercera planta procesadora de celulosa con una inversión de US$ 5.000 millones, una inyección keynesiana de 10 % del PBI; destrabó la Rendición de Cuentas y acordó una reunión con el Pit-Cnt), mientras que, en el otro, el ministro de Economía, Danilo Astori y el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, realizaron sendas actividades con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), respectivamente.

Algunos observadores comentaron que los seminarios se dieron en el marco de la competencia que mantienen ambos jerarcas por la precandidatura presidencial del Frente Amplio, cuya instancia más importante hasta ahora había sido la publicación del libro Las nuevas reglas del juego en Uruguay/Incentivos e instituciones de una década de reformas, presentado el 25 de noviembre de 2015 en un acto, rodeado de toda la liturgia frenteamplista, realizado en el paraninfo de la Universidad, con el expresidente José Pepe Mujica y la senadora Lucía Topolansky sentados en primera fila. El libro fue comentado por el rector Roberto Markarian, el expresidente del BID Enrique Iglesias, el presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, y el historiador Gerardo Caetano; y, como informó Caras y Caretas pretende ser el relato oficial de once años de conducción económica frenteamplista y su proyección a nuevos escenarios como el actual, signado por la desaceleración global. El alejamiento de Bergara del astorismo fue informado por El País el 20 de marzo: “El exministro de Economía y ahora presidente del Banco Central está alejado del FLS. Está mucho más cercano al expresidente José Mujica –a quien visita asiduamente en su chacra de Rincón del Cerro– que al propio Astori. Las diferencias comenzaron cuando Bergara quería continuar al frente del MEF y Astori definió que volviera a ser titular del BCU”. No hubo desmentidos.

El FMI y el Banco Mundial en Uruguay

Así las cosas, el ministro Astori, y el titular del BCU, Bergara, realizaron la semana pasada sus megaseminarios en nuestro país. Uno contó con organización del FMI, y el otro, con la del Banco Mundial.

El 26 de julio, entre las 8.30 y las 19 horas, se desarrolló en el lujoso hotel Sofitel la conferencia América Latina: reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico, con la participación del ministro Astori y, entre muchos otros concurrentes, el economista jefe y hombre fuerte del FMI, Maurice Obstfeld.

El programa, con los logos del FMI, el MEF y el BCU, señalaba que “desde la crisis financiera mundial, el crecimiento mundial ha sido tenue […] El objeto de la conferencia es concientizar más a los funcionarios de los gobiernos, los representantes del sector académico y los centros de estudios de América Latina sobre las ventajas de las reformas estructurales en determinados ámbitos que podrían promover el crecimiento potencial en la región”.

La actividad tuvo una sesión de apertura a cargo de Astori y dos primeros paneles sobre los temas Diversificación económica: un imperativo, no una opción y Los efectos macroeconómicos de las reformas del mercado de trabajo y de productos. Tras un almuerzo, donde Obstfeld pronunció un breve discurso (en el que habría afirmado que por la “incertidumbre global y la que generan las elecciones de noviembre”, o sea una eventual victoria de Donald Trump, considera que la Reserva Federal postergará toda suba de tasas hasta después de diciembre), hubo otros tres paneles, titulados: Promoviendo crecimiento a través de la integración internacional, Generando crecimiento inclusivo y equitativo y Retos políticos para dirigir a América Latina del estancamiento hacia una nueva fase de crecimiento, que fue moderado por Obstfeld.

La actividad culminó con una cena de gala, como corresponde a la categoría de los participantes.

La posición del Ministro Astori

Según las noticias de la web de Presidencia del 26 de julio, el discurso del ministro Astori señaló que América Latina debe priorizar la producción primaria, capacitación e infraestructura para lograr acuerdos económicos, ya que la inserción internacional y el crecimiento inclusivo fueron los puntos esenciales de su disertación. “Para impulsar la economía latinoamericana hay que tener en cuenta los tratados Transpacífico y Transatlántico, el rol de China y la asociación del sudeste asiático, entre otros”, explicó Astori. “[…] hablar de inserción internacional significa tener una base regional con prioridad en sus productos primarios, como los alimentos, así como mejorar la capacitación y la infraestructura”, añadió.

Sobre la temática vinculada a la inserción internacional, el ministro la catalogó “absolutamente esencial para el futuro de los países de la región, más aun en un mundo donde la negociación multilateral está estancada y surgen movimientos de las grandes potencias buscando acuerdos en su área de influencia, pero con vocación universal. En ese orden detalló que la agenda menciona el Acuerdo Transpacífico de Asociación para la Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), que negocian EEUU con la Unión Europea, la ruta impulsada por China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), además de Australia y Nueva Zelanda”.

Apoyó, siempre según Presidencia, que esta agenda regional incluya los temas financieros, y que la integración se haga con la participación de los organismos multilaterales. Señaló la importancia de que “nos lancemos a buscar acuerdos con otros países, bloques, incluyendo los megaacuerdos”, y destacó dos exigencias: el mejoramiento de la capacidad humana y el progreso de la capacidad física o infraestructura, principalmente en materia de transportes, comunicación, servicios portuarios y energía.

En una reflexión dirigida a la interna del debate nacional, afirmó que “los tiempos en que se competía en base a tipos de cambios altos y salarios bajos terminaron hace mucho en América Latina, pues ahora la clave es el conocimiento, la innovación, la eficiencia y productividad para poder recorrer el camino de inserción”.

Volvió a priorizar el control de la inflación y del déficit fiscal: “El cuidado de los equilibrios macroeconómicos es un ingrediente esencial en esa búsqueda, en particular el combate contra las presiones inflacionarias con una conducta disciplinadamente contractiva de las autoridades monetarias, flexibilidad cambiaria y adecuada comunicación con actores y la sociedad de ese gran emisor de señales económicas que es el Banco Central. Cumplir bien ese papel es fundamental para lograr buenos resultados en la lucha contra las presiones inflacionarias”.

Nuevamente antepuso la inflación y el déficit al crecimiento y la inclusión.

Alejandro Werner, jefe del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, felicitó a Astori al afirmar que “el plan que Uruguay tomó para su consolidación o ajuste fiscal es el que hay que seguir” en la región.

Afirmó que dadas las turbulencias globales y regionales, “claramente se necesita […] llevar a cabo un proceso de consolidación (ajuste) fiscal gradual y sostenido”, pero que “si bien los estudios anuales del FMI señalan que Uruguay es una de las economías regionales que mejores índices presenta para mantener su calificación en grado inversor, ahora tiene que hacer un esfuerzo mayor debido a una coyuntura internacional más compleja”.

Acaso para suavizar este latigazo, el mexicano terció en la polémica interna afirmando que “el crecimiento sostenido en la última década no se debió únicamente al ciclo alcista de las materias primas, sino que hubo cambios estructurales y esa dinámica se debe mantener en adelante”.

En un escenario de estancamiento con inflación, como el que sufre Uruguay, la felicitación del número dos del FMI fue un aliciente para Astori, pero señaló la continuidad de los ajustes fiscales.

Esa es la línea oficial que expuso el FMI.

Bergara y el Banco Mundial

El 27 de julio, entre las 8.30 y las 10.30, se realizó en el hotel Hyatt Centric la

conferencia “El ciclo de los commodities en Latinoamérica/Espejismos y Dilemas”, organizada por el Banco Mundial con base en el informe homónimo elaborado por el economista jefe del BM para América Latina y el Caribe, el ecuatoriano Augusto de la Torre, que fue comentado por el anfitrión y titular del BCU, Mario Bergara, el director de la Asesoría Macroeconómica del MEF, Andrés Masoller, y los economistas Julio de Brun (presidente del BCU con Jorge Batlle) y Javier de Haedo (exdirector de OPP con Luis Alberto Lacalle y luego asesor de Jorge Batlle, Danilo Astori y Edgardo Novick), moderados por Alfonso Lessa.

La exposición de de la Torre generó fuerte controversia y debate, ya que en opinión del BM el proceso de crecimiento económico durante los últimos 11 años en varios países sudamericanos fue “un espejismo”, creado por el estímulo del aumento de la demanda y precio de los commodities. Utilizó el término windfall (ganar la lotería) para explicar la bonanza en la región, aclarando que la ganancia inesperada que llegó “sin necesidad de hacer esfuerzos fue producto de la suerte”.

Esas ganancias extraordinarias fueron mayoritariamente trasladadas a la demanda (sobre todo al consumo), en tanto lo ideal –opinó el expositor– hubiera sido que dicho valor hubiera transformado y mejorado la producción. Señaló que algunos países que ahorraron, como Chile y Perú, son los que hoy están mejor ubicados en la coyuntura adversa.

Las consideraciones del Banco Mundial causaron profundo desagrado en Bergara y Masoller, cierta discrepancia en de Brun y apoyo en De Haedo.

De la Torre también afirmó que “Uruguay es uno de los países que menos pierde acceso a los mercados financieros internacionales en los malos momentos, a pesar de no ser un país estrella en el manejo fiscal y en al ahorro”, y que eso ocurrió “por la percepción de que tiene institucionalidad más fuerte”.

Bergara y Masoller contestaron que es injusto hablar de espejismo porque la demanda creció por la inversión, y que el país construyó fortalezas permanentes. Explicaron que “era difícil exigir que el país ahorrara luego de la crisis de 2002, cuando la prioridad era bajar la pobreza” y había una gran deuda social.

El FMI prevé para 2016 una caída promedio del PIB de 0,4%, encabezada por Venezuela (-10%), Brasil (-3,8%) y Argentina (-1%). Uruguay crecería 1,4%.

Astori en Sofitel

Participantes

Entre los participantes estuvieron el anfitrión y ministro de Economía, Danilo Astori; el economista jefe y hombre fuerte del FMI, Maurice Obstfeld; el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner; Alejandro Mico Aguayo, Ministro de Finanzas de Chile; Mauricio Cárdenas, ministro de Finanzas de Colombia; Santiago Peña, ministro de Finanzas de Paraguay; Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central de Argentina; Enrique Iglesias, expresidente del BID; Murilo Portugal, presidente de la Federación Brasileña de Bancos; Pablo Sanguinetti, economista jefe de la CAF; Augusto de la Torre economista jefe para América Latina del Banco Mundial; Guillermo Calvo execonomista jefe del BID (recordado por ser el único economista que previó la crisis mexicana de 1994, que dio lugar al “efecto tequila”, la primera crisis de la globalización); Andrés Velasco, exministro de Finanzas de Chile, y Daniel Artana, de FIEL, Argentina, entre otros funcionarios y académicos. El presidente del BCU, Mario Bergara, y el titular de Ceres, Ernesto Talvi, también participaron en sesiones de debate. No participaron economistas como Antonio Elías, Luis Bértola, José Manuel Quijano o Jorge Notaro.

A pesar del famoso artículo en el cual habría “restablecido el orden ortodoxo” en el FMI, el actual economista jefe del organismo, Maurice Obstfeld (que se graduó en Cambridge y el MIT e integró el gabinete económico de Barack Obama), sigue siendo un enigma que admite la esperanza.

Según El País, “expuso la incertidumbre en la que vive hoy la economía global y los riesgos geopolíticos que incluyen el terrorismo, la crisis de desplazados y refugiados, el cambio climático, parlamentos inestables y el populismo”, a lo que agrega el Brexit. Señaló que “el crecimiento global ha bajado y más de la mitad del crecimiento (de la economía mundial) es por los mercados emergentes”. Agregó que “el crecimiento mundial depende de China, que está en una etapa de transición de modelo, parte de una inversión más baja” y que “en las economías avanzadas hay estancamiento y presiones deflacionarias”.

Según Obstfeld, “los países de América Latina deben desplegar herramientas como la inversión pública e incluso en educación, que es crítico, siempre que haya espacio fiscal disponible. De esa forma podrían impulsar el crecimiento económico que está estancado”, ya que el continente “es un ejemplo de las grandes necesidades de infraestructura”.

Estas palabras, dichas en estas circunstancias, admiten una sola lectura.

En una de sus columnas de Búsqueda, titulada ‘Las verdaderas raíces del populismo’, el liberal Andrés Velasco, participante de la conferencia, afirma que “los movimientos internacionales de capital no regulados pueden ser desestabilizadores. Los grandes ingresos de capital aprecian las monedas, reducen la competitividad y destruyen puestos de trabajo; las salidas súbitas de capital hacen que las monedas apreciadas se desplomen, conducen a la bancarrota de las instituciones financieras locales y exigen rescates costosos que salen de los bolsillos de los contribuyentes”. Tras señalar que el FMI viene reconociendo que los controles son un instrumento útil y que la clave se encuentra en adoptar políticas monetarias expansivas cuando el crecimiento es lento y apretar las clavijas fiscales para reducir la deuda pública cuando la economía es vigorosa, concluye: “En los años 30, pensadores como John Maynard Keynes y líderes políticos como Franklin Roosevelt, con palabras valientes dignas de ser citadas hasta el día de hoy, desecharon las ortodoxias irracionales del capitalismo con el fin de salvar el orden democrático liberal […] Hoy en día los valores democráticos nuevamente se encuentran asediados, y otra vez la única salida es la vía señalada por Keynes y Roosevelt”.

La verdad siempre resplandece y se abre caminos como puede.

Carlos Luppi

Fuente Caras y Caretas

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