Uruguay arrancó muy mal en el partido ante Brasil por las eliminatorias para Rusia 2018. A los 43 segundos los bayanos estaban ganando 1 a 0 luego de un desborde de Williamn por la punta derecha del ataque brasilero que terminó con un centro que Douglas Costa entrando por el medio de la defensa celeste alcanzó a puntear y convertir en la apretura del score. Pero las cosas cambiarían luego que el Maestro ajustó las tuercas y realizó oportunos cambios. El siguiente es el análisis que José Mastandrea realizó para el diario El País de Montevideo.
Uruguayyyy Uruguayyyy Uruguayyyyy”… el grito retumbó en las cuatro tribunas de un Arena Pernambuco mudo. Sólo ese puñado de uruguayos se hizo escuchar cuando Pitana marcó el final. Fue empate. Pero con sabor a triunfo, porque el partido empezó muy mal para los celestes y terminó muy bien. El corazón le ganó al futbol. La clase de Suárez se impuso por sobre la de Neymar que desapareció cuando las “papas quemaban” y por contrapartida, surgió el temple del uruguayo. Fue un partido tan cambiante como emotivo.
El gol de Douglas Costa a los 43 segundos fue un baldazo de agua fría. Y el gol es el cambio táctico por excelencia. A los 40 segundos fue otro partido. Para Uruguay y para Brasil. La defensa celeste fue un tembladeral. No sé si fueron nervios, indecisión, falta de funcionamiento o qué, pero los de Neymar se dieron cuenta que si atacaban, podían lastimar mucho a un Uruguay perdido en el fondo y sin marca ni contención en el medio. Con ese gol tempranero, el local aflojó y se sintió cómodo, tanto que varios (Douglas Costa, Neymar y Willian) “pizarrearon”, como se decía antes, se agrandaron y aprovecharon el desorden del rival, que pese a ello, cuando atacó, tuvo sus chaces, pero no las concretó.
Antes de la media hora, Renato Augusto marcó el 2-0 con una moña genial que dejó sentado a Muslera tras pisar la pelota y definir alto, contra el caño izquierdo. Todo era fiesta. En la cancha y en las tribunas, divirtiéndose con la batuta de Neymar y pidiendo más, como los romanos en el Coliseo.
Uruguay sufrió mucho. Demasiado. Porque no se encontró bien parado jamás. Fue desbordado por derecha y por izquierda. La velocidad de Douglas Costa superó a Fucile y la de Willian a “Palito”. Entraban por todos lados. Pero este equipo uruguayo podrá jugar mal, pero le sobra coraje. Como el que mostró el “Cebolla” en esos primeros 45’, le sobra entrega como la de Suárez, y tiene jugadores de clase. Tuvo una el goleador del Barcelona pero se le fue larga, y en la segunda chance, un centro al área, lo bajó Sánchez y Cavani anotó el descuento. Ese gol maquilló el resultado. Pero el trámite siguió siendo el mismo. Brasil tuvo dos o tres chances más, pero defeccionó en el tiro final. A la Celeste la salvó la campana que hizo sonar Pitana. Fue un primer tiempo sufrido por donde se lo mire…
Pero Tabárez tenía una carta en la manga: el ingreso del siempre efectivo “Tata” Gonález por el “Cebolla”, que no había jugado mal, pero esa variante cambió tácticamente el partido. Uruguay controló los laterales con mayor marca y ya Brasil no pudo ganar por afuera. Por si eso fuera poco, llegó el golazo de Suárez cuando empezaba el segundo tiempo y tuvo un efecto tremendo en el ánimo de los norteños. Si el gol de Douglas Costa había sido un balde de agua fría, éste fue un barril. Las tribunas se acallaron y Uruguay creció en todas sus líneas. Es más: tuvo más chances de gol que Brasil, algo impensado después de ver el primer tiempo. Pero Brasil arrastra un lastre terrible: la goleada por 7 a 1 de Alemania. Es un Brasil frágil en lo espiritual y eso quedó plasmado después del descuento de Cavani y ni que hablar tras el gol de Suárez, una pesadilla para la defensa verdeamarelha, un fenómeno que todo Brasil no podrá olvidar.
Uruguay, con el sello de siempre, ese de la entrega, la lucha, el amor por la camiseta y los destellos de sus figuras, se sobrepuso a un impacto, levantó un 0-2 que parecía terminar en goleada, y fue Brasil el que terminó mirando el reloj.
“¡Uruguayyy Uruguayyyy Uruguayyyy!”, el grito de ese puñado de celestes cubrió con un manto de duda a los locales y levantó en lo más alto a una selección uruguaya que sigue pisando fuerte en esta Eliminatoria.
No fue un triunfo. Pero se parece. Y mucho…
BRASIL 2-2 URUGUAY
Estadio: Arena Pernambuco.
Árbitro: Nestor Pitana.
Brasil: Alisson; Dani Alves, João Miranda, David Luiz, Filipe Luis; Willian (84' L. Lima), Renato Augusto, Luiz Gustavo, Fernandinho (66' Coutinho), Douglas Costa (77' R. Oliveira); Neymar. DT: Dunga.
Uruguay: Muslera; Fucile, Victorino, Coates, Á. Pereira; C. Sánchez (80' C. Stuani), Arévalo Ríos, Vecino, C. Rodríguez (46' A. González); E. Cavani y L. Suárez. DT: O. Tabárez.
Árbitro: Nestor Pitana.
Brasil: Alisson; Dani Alves, João Miranda, David Luiz, Filipe Luis; Willian (84' L. Lima), Renato Augusto, Luiz Gustavo, Fernandinho (66' Coutinho), Douglas Costa (77' R. Oliveira); Neymar. DT: Dunga.
Uruguay: Muslera; Fucile, Victorino, Coates, Á. Pereira; C. Sánchez (80' C. Stuani), Arévalo Ríos, Vecino, C. Rodríguez (46' A. González); E. Cavani y L. Suárez. DT: O. Tabárez.
Goles: 1' D. Costa (B), 25' R. Augusto (B), 30' E. Cavani (U), 47' L. Suárez (U)
Amarillas: Suárez (U), Neymar (B), Alves (B)
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