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lunes, 1 de febrero de 2016

ARGENTINA: BUENOS AIRES CONTINUA BAJO LA INSEGURIDAD TOTAL

Una familia vivió ayer una madrugada de terror. Llegaban a su casa en Villa Domínico, al sur del Gran Buenos Aires, cuando delincuentes que viajaban en 2 autos los interceptaron y se los llevaron secuestrados. Los asaltantes los tuvieron cautivos durante casi 1 hora y los liberaron cuando escucharon en la frecuencia policial que los estaban buscando y además se dieron cuenta que se habían equivocado de personas. No hay detenidos.


Todo pasó poco después de la 1.30 de ayer y quedó grabado por las cámaras de seguridad de una casa vecina.

Pablo, un bombero voluntario, había ido a buscar a su pareja y la hija de ella a la parrilla donde trabajan. Los tres, junto al novio de la adolescente, volvían en un Citroën C4 a la casa del hombre, ubicada en la Chascomús y Cordero.

Cuando llegaban a la vivienda, Pablo vio un auto en la esquina que le pareció sospechoso. Les dijo a sus acompañantes que no bajaran y trató de escapar marcha atrás. No lo consiguió: dos autos -uno adelante y otro atrás- le cortaron el paso.

En los coches iban siete delincuentes armados, que llevaron a Pablo y a su hijo al auto de adelante y a las mujeres, al de atrás. Otro se llevó el C4 de la familia. Esa secuencia fue vista por una vecina del hombre y quedó grabada por las cámaras de seguridad instaladas en el frente de su casa: en las imágenes se ve cómo los asaltantes suben a una de las mujeres a un auto y huyen a toda velocidad.

“Escuché gritos, me asomé y vi cuando raptaban a la chica. Fue un momento terrible. A las dos chicas las llevaron en el auto de adelante y a Pablo y al nene se lo llevan en el auto de atrás”, relató Alicia, la vecina, a diferentes medios. Cuando los autos se fueron, la mujer llamó al 911 y alertó sobre lo que había pasado.

Mientras tanto, Pablo y su hijo eran llevados cautivos en un coche y las mujeres en otro. Los delincuentes creían que las víctimas eran dueñas la parrilla de la que habían salido minutos antes, por lo que les pedían la plata de la recaudación. Pero tanto el hombre como las mujeres les dijeron que no tenían plata, que sólo eran empleados.

Así, los ladrones se apoderaron de los objetos que tenían encima y sus celulares. Y se llevaron el C4. A las víctimas las liberaron por separado, cerca de una hora después.

Esta mañana, Pablo habló con TN y contó lo que vivió. “Creí que me querían robar el auto, porque hace un tiempo acá a la vuelta me habían robado el auto con la misma modalidad", explicó. Pero cuando los ladrones lo metieron en el otro coche junto a su hijo y a las mujeres en otro se dio cuenta de que se trataba de otra cosa y se puso nervioso. Fue entonces cuando los delincuentes le pegaron varios culatazos en la cabeza.

“Me pedían la recaudación” de la parrilla, contó el hombre, quien agregó que los delincuentes los soltaron cuando se dieron cuenta que las mujeres que iban con él en el auto sólo eran empleadas del lugar y que “no tenían nada que ver” con el restorán. También le pidieron dólares y volvieron a pasar por la puerta de su casa, con intenciones de entrar a robar, pero siguieron de largo cuando vieron que varios vecinos habían salido a la puerta. “Me pedían los dólares, pero yo les decía que no tenía”, añadió.

Los asaltantes decidieron liberar a las víctimas cuando supieron que la Policía los estaba buscando. “Escuchaban la radio de la Policía, uno estaba encapuchado”, describió Pablo. Así, cerca de las 2.30 de la madrugada, los cuatro rehenes fueron liberados.

El Citroën C4 apareció horas después, en una villa ubicada a unas diez cuadras de donde los habían interceptado. Antes de soltarlo, a los ladrones le pidieron perdón a Pablo por haberle pegado culatazos en la cabeza. “Quedate tranquilo peladito, te vamos a soltar, esto no era para vos”, le dijeron.



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