Al principio estábamos como tensos y nos miraban raro porque no nos conocían pero después que se soltaron fue maravilloso “, dijo a El Observador Guzmán, un niño de 12 años, alumno de sexto.Los 18 alumnos que fueron a conocer a sus futuros compañeros llegaron al lugar acompañados por dos maestras y la directora de la escuela, Laura Beytia.Según contó la directora a El Observador, fue una “experiencia maravillosa y los chicos se integraron enseguida”.
“Nos comunicamos con gestos y con la risa, me dijeron antes de entrar que la risa es un mensaje universal y lo usé y dio frutos”, dijo Guzmán emocionado.
Fue una tarde llena de emociones tanto para uruguayos como para sirios y los alumnos les entregaron unas túnicas hechas de papel que invitaban a los niños a la esuela. La invitación estaba escrita tanto en español como en árabe. “Los compañeros de primer año hicieron unos souvenirs para colgar, con ayuda de una mamá que hace origamis con la bandera de Siria y la de Uruguay”, contó Guzmán.
Se realizaron varias dinámicas de juego propuestas por una profesora de Educación Física, una de Danza y dos maestras, y se entreveraron como si lo hicieran siempre en un recreo.
Trece niños sirios concurrirán por primera vez a la escuela el próximo martes 23 de octubre y tanto alumnos como el cuerpo docente los esperarán con varias sorpresas.
“Estamos desde hace tiempo planificando esto con entusiasmo y mucho amor. Toda la escuela está preparada para recibirlos”, expresó a El Observador la directora.
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