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miércoles, 15 de octubre de 2014

B. MAYNARD: MORIRE EL PRIMERO DE NOVIEMBRE DE 2014

Brittany Maynard, una joven usamericana de 29 años, dejará de existir el próximo 1 de noviembre en su cama, acompañada por su marido. Si historia emociona y escandaliza al país del norte.



Con solo 29 años de vida, Brittany Maynard sabe la fecha exacta de su muerte: el 1 de noviembre. La mujer decidió estar acompañada de su marido en la cama que comparten, y rodeada de sus seres más queridos. Además, pidió que haya música sonando de fondo cuando ingiera el narcótico que le quitará la vida. "Espero morir en paz" dijo en un video publicado hace unos días.

"Espero morir en paz" pide Brittany

El día fue elegido para poder pasar el cumpleaños de su marido junto a él, a finales de octubre.

Maynard sufre un tumor cerebral agresivo. A principios del 2014 los médicos le dieron seis meses de vida. Su decisión y defensa abierta de la eutanasia lleva días desatando titulares, y la mujer ya se ha convertido en el nuevo rostro del movimiento proeutanasia del país.

El caso es debatido en los noticieros, en los talkshows y en la opinión pública del país. "Sus reacciones han superado nuestras más aventuradas expectativas", escribió la enferma en su web, donde, en nombre de su familia, agradece a todos "la ola de amor y apoyo" recibida.

"Su destino ha conmovido a muchas personas, es tan joven y, sin embargo, tan increíblemente decidida a conseguir algo", señala a DPA Gwen Fitzgerald, vocero de la organización Compassion & Choices, con quien trabaja estrechamente Maynard.

"Esperamos, como Brittany, que su historia constituya un impulso para un cambio legislativo, a fin de que más gente tenga acceso a una muerte digna", indicó.

Sólo en cinco estados del país está permitida la eutanasia. En Oregon, la conocida como "Death with Dignity Act" (ley para una muerte digna) entró en vigor en 1997 por la presión de los electores.

Según las últimas estadísticas de las autoridades sanitarias, desde entonces a 1.173 enfermos moribundos se les ha prescripto un narcótico mortal y de ellos, 752 se quitaron la vida con esos medicamentos.

En su estado natal, California, Maynard no tenía acceso a la eutanasia. Este verano, tras una operación cerebral y la reaparición de un tumor aún más agresivo que según los médicos la mataría en unos pocos meses, la joven se mudó de San Francisco a Portland, en el vecino estado de Oregon.

Su madre, Debbie Ziegler, describe en el video a su hija como una aventurera deportiva y viajera.

En 2012 se casó en un viñedo en California con su novio Dan Diaz, de 42 años, y poco después empezaron los fuertes dolores de cabeza, cuenta Brittany.

El pasado mes de enero llegó el diagnóstico mortal: los médicos la operaron y en principio le dieron entre tres y diez años más de vida, pero el tumor regresó de forma más agresiva y su esperanza de vida se redujo a sólo unos pocos meses.

La mujer aseguraba en un video grabado en agosto que quería pasar los días que le quedan "en esta maravillosa Tierra" con su familia y en lo posible, en medio de la naturaleza.

Su rostro se hinchó visiblemente a causa de los fuertes medicamentos que toma. "Brittany tiene ataques epilépticos y fuertes dolores y necesita ayuda las 24 horas del día", cuenta Fitzgerald de Compassion & Choices. "No sabemos exactamente si lo hará el 1 de noviembre. Naturalmente aún puede cambiar de opinión".

La muerte asistida médicamente es controvertida en Estados Unidos porque la mayoría de las Iglesias la rechaza estrictamente. Al mismo tiempo, en siete estados norteamericanos existen iniciativas para cambiar la ley siguiendo el ejemplo de Oregon. Y Brittany Manynard volvió a encender el debate.

Lo que le molesta al experto en bioética Arthur Caplan, del centro médico Langone de la Universidad de Nueva York, es que la joven haya anunciado públicamente la fecha en la que quiere morir, según dijo a la CNN. La eutanasia debe ser la última opción, opina. "Al ponerse una fecha, se pone a sí misma bajo presión", considera Caplan.

La ley de eutanasia en Oregon exige que el enfermo incurable tome él mismo la dosis mortal del medicamento, sin que un médico pueda ayudarlo, ya que la eutanasia activa está prohibida en Estados Unidos.

Sin embargo, la asistencia a la hora de poner los medios para quitarse la vida a disposición del enfermo está aprobada en algunos estados, como Oregon. Una normativa similar rige en otros estados como Washington o Vermont, mientras en Montana y Nuevo Mexico existe jurisprudencia al respecto.

"Apenas puedo explicar con palabras lo aliviada que estoy de no tener que sufrir la muerte que me causaría este tumor", afirma al tiempo que desea un mundo en el que todos puedan morir con dignidad. "Mi viaje es más fácil, porque yo tengo

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