Un tribunal egipcio ha confirmado la condena a muerte a 183 seguidores de los Hermanos Musulmanes, entre ellos el líder de la cofradía, Mohamed Badía, por los disturbios del pasado agosto.
La agencia Mena ha señalado que otros 496 han sido absueltos este sábado, mientras que cuatro personas han visto conmutada su condena a muerte dictada en abril por el mismo tribunal de Minia a cadena perpetua. En total se juzgaba a 683 personas por los disturbios del 14 de agosto de 2013 en esa provincia del sur del país, en la misma jornada en la que murieron 700 personas, la gran mayoría islamistas, en la represión del Ejército a las acampadas islamistas en El Cairo en protesta por el golpe de Estado del mes anterior.
Desde la destitución de Mohamed Mursi hace ahora casi un año, las autoridades han perseguido a los miembros y líderes de los Hermanos Musulmanes, a los que consideran un grupo terrorista. El viernes, el mismo Badía fue condenado a muerte en primera instancia en otro caso.
Un tribunal polémico
La condena provisional a muerte de Badía había sido muy criticada por la comunidad internacional y por las organizaciones de derechos humanos, alarmadas especialmente por las garantías de los acusados en estos macroprocesos.
En este último, la fiscalía había referido al juez en un único caso a 683 personas, de las cuales sólo 120 estaban en prisión preventiva y el resto estaban siendo juzgados en rebeldía. En concreto, se les acusaba de homicidio, intento de asesinato, robo, uso de la fuerza, ataque contra instalaciones públicas en multitud, provocar incendios y posesión de armas de fuego sin licencia.
La corte, presidida por el polémico juez Said Yusef Sabri, ha emitido su veredicto definitivo tras recibir el dictamen no vinculante del muftí de Egipto, Shauki Alam, como es preceptivo en la ley egipcia.
Los allegados de los procesados, que esperaban a las puertas del tribunal, ha reaccionado con estupor a las sentencias.
El pasado mes de abril, en un proceso similar (y en coincidencia con el juicio en primera instancia a Badía), el mismo juez dictó la pena capital en firme para 37 personas y conmutó esa sentencia por cadena perpetua para otras 491, que también habían sido condenadas a muerte en un inicio.
Los islamistas se niegan a reconocer el proceso político actual e insisten en la restitución como presidente de Mursi.
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