La muerte de una maestra inglesa apuñalada por uno de sus alumnos en clase, conmocionó a la opinión pública de Gran Bretaña y encendió el debate acerca de la necesidad de contar con mayor seguridad en las aulas. Ann Maguire, de 61 años, fue asesinada frente a sus alumnos en una escuela de Leeds, norte del país, meses antes de jubilarse.
La docente falleció como consecuencia de varias heridas de puñal en la escuela católica de Corpus Christi.
Maguire estaba en plena clase de español con sus 30 alumnos de 15 años cuando uno de ellos avanzó lentamente hacia ella y le clavó por la espalda un arma blanca. Ante los gritos, el joven fue reducido por otro profesor que entró al aula y se encontró con la horrenda escena. La profesora fue llevada en ambulancia a un hospital, donde murió poco tiempo después a causa de las heridas recibidas.
El director de la escuela, Martin Dowling, afirmó que Maguire había reducido a cuatro los días que trabajaba por semana, en preparación para su jubilación en septiembre.
Un joven de 15 años, cuya identidad no fue dada a conocer, permanece bajo custodia policial en Leeds y es interrogado por la justicia.
Dowling dijo que el apuñalamiento "fue un hecho trágico, pero aislado" y agregó que no había indicios de que semejante ataque fuera a ser perpetrado dentro de la escuela.
"Ann era una maestra maravillosa y dedicada, y será recordada con mucho cariño por todos", dijo el director.
"Ella había enseñado en Corpus Christi desde hacía 40 años y tocó la vida de muchas personas en la comunidad, habiendo enseñado a muchos padres de algunos de nuestros alumnos", agregó.
Cientos de alumnos de Maguire rindieron tributo a la maestra, a la que calificaron de "excepcional", "muy profesional" y "sumamente humana".
Por su parte, el detective Simon Beldon, a cargo de la pesquisa en manos de la Policía de West Yorkshire, confirmó que la autopsia concluyó que la maestra murió de múltiples heridas.
"Debido a la edad del sospechoso, este proceso debe realizarse con mucho cuidado y puede que lleve algo de tiempo hasta que sea completado", indicó Beldon.
El caso fue portada de los principales periódicos británicos, que publicaron además debates acerca de la creciente violencia en las aulas británicas, especialmente de parte de alumnos adolescentes.
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