Para consolidar los avances en la construcción de una sociedad más justa, nuestra fuerza política y las organizaciones sindicales deben continuar coadyuvando en sus esfuerzos con el fin de superar definitivamente la desigualdad social. Nos une el enorme desafío de la transformación social.
La visión progresista tiene su fundamento primero en una concepción social integradora. Esto significa que la justicia social y el desarrollo humano (al servicio de lo cual deben estar siempre las lógicas económicas), sólo podrán ser alcanzadas con políticas enfocadas en la gente, a través de la convergencia de la acción de los partidos políticos, de las organizaciones sociales, de los sindicatos y del involucramiento de la ciudadanía.
Estamos recorriendo ese camino con los gobiernos del Frente Amplio y se están cosechando resultados importantes.
Hoy, podemos dar cuenta de los resultados de políticas implementadas para alcanzar, antes que todo, avances sociales, prioridad obligatoria para nuestros gobiernos:
En esta década, la cantidad de personas con trabajo aumentó a una tasa del 3,5 % anual, el doble de la experimentada durante la anterior fase expansiva del empleo (1986-1995) y la tasa de desocupación se sitúa en niveles históricamente bajos.
Se ha desarrollado un intenso proceso de formalización, llevando al mínimo el porcentaje trabajadores no registrados en la seguridad social.
Además, en los períodos de gobierno del Frente Amplio, se aprobaron una importante cantidad de leyes tendientes a equiparar oportunidades y asegurar derechos. Algunos ejemplos de ello son:
• Ley de fomento del empleo juvenil.
• Ley de responsabilidad penal empresarial.
• Ley de acoso sexual.
• Ley que prohíbe solicitar a la mujer test de embarazo para acceder a un empleo o ascenso.
• Ley de licencia por paternidad.
• Ley de trabajador rural.
• Ley de trabajo doméstico.
En materia de desarrollo económico cooperativo, la experiencia de FONDES (Fondo para el Desarrollo), prioriza emprendimientos económicos con participación de sus trabajadores en la dirección y en el capital de las empresas, con énfasis en modelos autogestionarios, donde se conjuguen la propiedad del capital, la gestión empresarial y el trabajo en el mismo núcleo de personas, dando especial atención a la reinversión de las utilidades.
Ya hay decenas de proyectos en marcha, de todos los sectores de actividad: industriales, agropecuarios, servicios, que incluyen la RECUPERACIÓN de empresas que estuvieron cerradas durante años, y, actualmente, se encuentran en pleno proceso de desarrollo y expansión.
En materia de condiciones para el vínculo de los jóvenes con el mundo de la educación y con el mundo del trabajo, se diseñó un programa denominado “YO ESTUDIO Y TRABAJO” a través del cual se genera la posibilidad de acceder a una primera experiencia laboral formal, que permite trabajar y estudiar sin que estas tareas sean excluyentes.
Terminamos con los tiempos en los cuales crecer y distribuir eran facetas disociadas de la política económica: Uruguay tiene la mejor distribución global del ingreso de las últimas tres décadas y alcanza los mejores resultados en abatimiento de desigualdad desde que se tienen registros.
Para que este proceso de mejora social continúe, en forma sustentable, las fuerzas políticas progresistas debemos profundizar los diálogos y acuerdos con los movimientos sindicales, los cuales tienen una importancia central para trascender la perspectiva meramente corporativa, propiciando alianzas con otras organizaciones sociales, y desarrollando vínculos solidarios con sectores ciudadanos que no han tenido aún la posibilidad de organizarse.
Debemos tener la capacidad de seguir articulando, respetando diferencias y roles, comprendiendo que solamente juntos (fuerzas políticas progresistas, sindicatos, organizaciones sociales y ciudadanía), integrando y no excluyendo, podremos alcanzar para nuestros pueblos plenitud en derechos y amplitud de oportunidades.
Este proceso lo vamos seguir profundizando desde el diálogo y en la búsqueda de acuerdos extendidos, en los que se debe incluir aquellos derechos sociales, políticos y culturales que construyen ciudadanía, y son los que dotan de sentido de desarrollo integral al crecimiento productivo.
Con la misma convicción de siempre, el impulso por los resultados obtenidos, las reformas en marcha, diseñadas e implementadas con espíritu progresista, la cooperación de todos los actores sociales, en forma destacada los sindicatos, tenemos la seguridad de continuar avanzando y generando mejores condiciones de vida para todos los uruguayos.
En vísperas de un nuevo 1º de Mayo, saludamos a trabajadoras y trabajadores y en especial el 30 de abril al segundo año del Día del Trabajador Rural.
Cooperación, desarrollo y avances sociales
Dra. Mónica Xavier
Presidenta del Frente Amplio
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