-- --

Buscar información

Facebook y Twitter

miércoles, 12 de marzo de 2014

SUECIA: CORRAMOS A ESTA CIUDAD DE LUGAR

La ciudad sueca Kiruna se trasladará varios kilómetros más al norte, para evitar que una mina comience a tragársela. El trabajo comenzará a realizarse esta temporada, aunque llevará cerca de 20 años mudar a las 20.000 personas que viven allí.


El trabajo será más que complejo: habrá que vaciar más de 3.000 casas y apartamentos, hoteles, la escuela y el hospital. Incluso, la iglesia votada como la edificación más linda de Suecia en 2001, será desarmada pieza por pieza, y luego se volverá a construir, ya que los arquitectos quieren que la ciudad luzca lo más parecida posible.

“Cuando la gente se entera que estamos diseñando, creando y construyendo una nueva ciudad de cero, piensan que estamos haciendo un experimento utópico”, expresó el arquitecto Mikael Stenqvist, según un reportaje de la periodista Tabby Zinder, publicado en BBC.

Stenqvist aseguró, sin embargo, que hay demasiado en juego como para considerarlo un experimento. "Si este proyecto sale mal, la supervivencia de Kiruna , sus habitantes y su economía están en juego. Eso nos da una gran preocupación, y lo diferencia de cualquier otro proyecto en el que trabajamos”, añadió.

Todo comenzó cuando, en 2004, la empresa minera estatal, Luossavaara - Kiirunavaara, que tiene uno de los depósitos de hierro más importantes de Suecia, explicó que era necesario excavar en cercanías de Kiruna, lo que podría traer como consecuencia que miles de edificaciones quedaran destruidas. Diez años después, los residentes de la zona empezaron a ver cómo aparecían las grietas en las paredes.

Los pobladores de Kiruna han vivido la última década en un “estado subliminal”, sin poder hacer planes para comprar casas, venderlas, poner negocios, o incluso tener hijos, explicó a la BBC Viktoria Walldin, una de las antropólogas sociales encargadas hablar con la gente para ver qué espera de la nueva ciudad, y transmitirlo a los arquitectos.

Son miles de personas las que trabajan en este proyecto, incluyendo urbanistas, arquitectos, biólogos, arquitectos, ingenieros civiles, expertos en construcción y antropólogos sociales, indicó la antropóloga.

Al reubicarse a unos 145 kilómetros del Cículo Polar Ártico, la ciudad tendrá cuatro meses de luz plena (de mayo a agosto) y dos meses de oscuridad total (de diciembre a fines de enero). Esto llevará a los pobladores a vivir en temperaturas inferiores a los -15ºC durante casi todo el año. Pero esto estará previsto en el diseño de la ciudad.

"Las calles estrechas cortan el viento y el frío, pero será más difícil de transitar”, aseguró Stenqvist.

La nueva ciudad trajo expectativas: podrán preverse lugares de entretenimiento, como salas de cine, canchas de natación o de fútbol, las cuales no se encuentran en la actual Kiruna. También se espera que la nueva ubicación traiga una solución al desequilibrio de género que vive la ciudad, que actualmente es dominada por hombres. "La nueva ciudad necesita desesperadamente ser capaz de atraer a las mujeres a vivir aquí", advirtió Walldin. Incluso, al mejorarla, la nueva ciudad podrá atraer a turistas.

Si bien el traslado genera gran ilusión para los pobladores, también trae problemas. "Hay que encontrar una manera de respetar tanto los recuerdos y cuidar de las personas que han estado viviendo en el limbo en esta ciudad desde hace más de una década. Las personas que tuvieron su primer beso en ese banco o su primer hijo en el hospital ahora verán estas cosas desaparecen por completo", agregó la antropóloga.

Además, los comerciantes se encuentran preocupados, sobre todo aquellos que sienten que se ubican en un lugar privilegiado dentro de la ciudad y desconocen qué les tocará en el nuevo centro.

"El objetivo es que el nuevo centro esté listo antes de empezar a mudar a todas las personas mayores, y después mover a todos a la vez en una o dos etapas, para impactar en los negocios de la gente lo menos posible", señaló Yvel Sievertsson, oficial de transformación urbana de la empresa minera, la cual impulsa el proyecto.

Sievertsson aseguró que, si bien ya han existido mudanzas de pueblos, en Alemania y en algunas partes de África, no hay precedentes de ciudades tan grandes.

La minera estatal, Luossavaara – Kiirunavaara se encargará de comprar las casas de los pobladores a un precio un 25% por encima del valor del mercado, y luego les venderá la nueva propiedad. En el proyecto ha gastado más de US$ 600 millones, y le resta invertir otros 1.200 millones para completarlo, aunque asegura que es muy difícil conocer el costo total.

"Luossavaara – Kiirunavaara gestiona la mina, da trabajo a la gente, y algunos de los habitantes de Kiruna se han hecho muy ricos de ella, la mina es la razón por la que están allí”, concluyó Walldin.

No hay comentarios: