A pesar del fuerte incremento que ha experimentado el valor de la carne bovina, el Instituto Nacional de Carnes de Uruguay ha confirmado un nuevo aumento del consumo de 5%, en relación al año 2009; el aumento constatado sigue la tendencia que se viene registrando desde 2002.
A partir del piso en el consumo anual de carne bovina constatado en ese momento de crisis socioeconómica profunda, todos los años el consumo ha ido en aumento, más o menos en el mismo porcentaje; lo novedoso es que el aumento persista a pesar del incremento del valor de la carne bovina, algo que está aconteciendo en todos los países de la región.
El valor registrado el año pasado fue de 58,2 kg por habitante por año, valor que era superado solo por el consumo de la población argentina, que sufrió un retroceso en el presente año.
El registro de 2010 se ubicará en 61 kg por persona por año; en 2004 el consumo era de 47,2 kg de carne vacuna por año.
El consumo de otras carnes también registró aumentos significativos, el más importante es el de carne de cerdo que se incrementó un 7%; la población parece que prefiere la carne de esta especie cuando por motivos de precios elevados sustituye la carne preferida que es la de bovino.
La carne de ovino registra en el país un consumo marginal, máxime en el presente año, cuando el precio de la carne de esta especie trepó a valores nunca antes superados.
El consumo de carne de pollo en Uruguay también aumentó, según INAC un 2%, pero el consumo por habitante por año se mantiene dentro de un rango de consumo relativamente bajo, de 20kg por habitante por año.
Por ejemplo en Argentina el consumo de estas carnes es el doble, algo parecido con Brasil, cuya población, principalmente en el año que culmina se ha volcado al consumo de carne de ave, como consecuencia del aumento en el precio de la carne bovina.
INAC ha estimado que las exportaciones de carne bovina de nuestro país, al finalizar el año, marcará un nivel similar al del año pasado, 575,500 toneladas.
La cifra marca un cierto estancamiento en la producción ganadera del país y refleja el comentario que han realizado expertos del instituto en el sentido de que el crecimiento de la producción de carne bovina en nuestro país será lento. Los expertos cada vez más apuntan a la calidad y no a la cantidad de lo que el país puede ofrecer en la materia.
Los datos del consumo interno que monitorea el instituto indican que el mercado interno requiere 184,840 toneladas anuales de carne bovina, el 83% es consumida como carne fresca, el resto se utiliza para la elaboración de subproductos cárnicos.
El 64 % de la carne es consumida en el interior del país y el resto 36 %, en Montevideo, lo que marca una realidad diferente en el consumo por habitante, entre capital e Interior, con un mayor peso relativo del consumo en el segundo grupo.
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