En México una recién nacida que fue dada por muerta en México por el equipo médico que atendió el parto "resucitó" poco antes de ser sepultada. Los familiares de la niña oyeron ruidos en su pequeño ataúd y al abrirlo, comprobaron que estaba llorando.
El bebé nació de forma prematura el pasado lunes en un hospital público de la localidad de Tulancingo, aunque los médicos comunicaron su muerte a la madre, una menor de edad que estaba embarazada de 24 semanas.
Horas después, cuando sus familiares estaban en el tanatorio, "empezaron a darse cuenta de que había ruidos y movimientos y al destapar la pequeña caja se dieron cuenta de que la niña estaba llorando", explican las autoridades.
La recién nacida fue trasladada a un hospital privado de Tulancingo, donde permanece "estable" y su estado de salud es bueno, mientras que la doctora que decretó su muerte y el equipo médico ya han sido apartados del servicio.
Las autoridades han abierto una investigación para depurar las posibles responsabilidades del hospital y de quienes atendieron el parto, que podrían haber incurrido en un delito de responsabilidad profesional.
Sin movimiento pulmonar ni latido
Al parecer, el bebé no presentaba movimiento pulmonar ni latido cardiaco tras su nacimiento, según fuentes del centro hospitalario.
La doctora que extendió su certificado de defunción, ahora apartada del servicio, "no le escuchó latido cardiaco ni movimiento pulmonar", ha explicado el director del Hospital General de Tulancingo (Hidalgo, centro del país), Adolfo Martínez.
Embarazo de riesgo
Además, los servicios médicos explican que se trataba de un embarazo de riesgo. La madre, una joven de 17 años que daba a luz por segunda vez, presentaba un embarazo de 24 semanas "con lo que el feto era lógicamente muy pequeño y no viable", y con una gestación tan corta "son muy pocos los recién nacidos que sobreviven", explicó el director del centro.
Todos estos antecedentes, las elevadas estadísticas de mortandad y la falta de latido cardiaco llevaron a la doctora a firmar el certificado de defunción y a ordenar su traslado al mortuorio.
"No sabemos en qué momento se restableció la función cardiaca y pulmonar", añadió. El responsable del centro médico supo pronosticar qué secuelas podría tener la bebé tras lo ocurrido "porque sus órganos están inmaduros". BQM
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