Cuando algo hace sufrir a otro deja de ser divertido. Y los estruendos de la pirotecnia son una tortura para algunos animales y personas. Provocan estrés y hacen pasar un mal momento a ciertos grupos como bebés, adultos mayores o personas con autismo y por eso en redes sociales se instaló una campaña que llama a decirle "no a la pirotecnia".
La psicóloga Julia Alderete explicó a el diario El País que los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un conjunto de trastornos neuropsiquiátricos del desarrollo, con síntomas que suelen ser crónicos y que pueden variar, dentro de un espectro, de leves a graves: “A modo general, el TEA se caracteriza por la alteración de la capacidad de comunicarse y de entablar relaciones sociales y suele manifestarse en los primeros años de vida”, dijo.
El festejo con fuegos artificiales para estas personas “es un momento de mucho sufrimiento, ya que una de las principales características de estos niños es que padecen un desorden del procesamiento sensorial, tienen los sentidos exacerbados, y especialmente el oído, por lo que perciben los ruidos de manera aumentada”, señaló la profesional.
Alderete agregó que este ruido “les genera un alto nivel de ansiedad y estrés que incluso puede causarles crisis, episodios en los que se ponen muy tensos, lloran, gritan, se tapan los oídos desesperadamente y en algunos casos pueden llegar hasta a autolesionarse o presentar convulsiones”.
La psicóloga detalló que muchas familias con niños con autismo buscan estrategias para protegerlos, preparándolos con antelación durante días o buscan sitios alejados para pasar las fiestas y así evitar exponerlos a los ruidos, lo cual no siempre es posible. “Por eso, por respeto a los niños con autismo y a todos los que lo pasan mal con la pirotecnia, hay que pensar en ellos antes de usarla, para que así todos tengamos unas felices fiestas”, expresó.
Muchos niños con TEA “la pasan muy mal” a causa de la pirotecnia, señaló Fernanda Martínez, una de las fundadoras de la asociación “Tu Mirada, es mía”, creada por un grupo de padres de niños que vive con el trastorno. “Hay que tomar conciencia y ser más empáticos a la hora de tirar fuegos artificiales con ruidos fuertes, como las bombas, por ejemplo”, sostuvo.
Quien también es padre de un niño con TEA es el músico Fabián Marquisio. En 2014 lanzó el disco Villazul, que fue creado pensando en su hijo Antonio y con el objetivo de ayudar a otros niños con este trastorno a realizar las actividades cotidianas. Marquisio contó en un video difundido en redes sociales que “cuando se acercan estas fechas nos preparamos para la tortura que le produce la pirotecnia” a Antonio.
“Cada Navidad y fin de año debemos prepararnos para sus gritos, para que se tape los oídos, tratar de que se duerma antes de las 12, quedarnos encerrados en casa y toda la familia está pendiente de que él no sufra”, agregó.
Por eso, Marquisio llamó a decirle “no a la pirotecnia”, para que Antonio y otros niños puedan “pasar una fiesta divertida en familia”.
Para un uso responsable y lejos de los niños.
Cada vez que llegan las fiestas de Navidad y Fin de Año, unos 150 niños deben ser atendidos en diferentes centros de salud de todo el país por heridas o quemaduras provocadas por pirotecnia. La manipulación incorrecta de la pirotecnia puede ocasionar graves lesiones físicas, tales como quemaduras, problemas auditivos y daños oculares irreversibles.
La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) junto con el Centro Hospitalario Pereira Rossell enviaron un mensaje a la población en contra del uso de pirotecnia por parte de niños y resaltaron la importancia de saber que los fuegos artificiales no son juguetes: “Si decides utilizar fuegos artificiales, que sea de forma responsable por adultos, lejos de niños y niñas”, sostuvieron en el material difundido.
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