Las últimas semanas no han sido fáciles para el candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi. Además de paralizar las actividades de la campaña durante 5 días debido a una contractura muscular, Talvi tiene que lidiar con dos contratiempos que están socavando seriamente su imagen pública: el fracaso económico del gobierno de Macri, cuyo equipo clasificó como “formidable” y el escándalo de corrupción de su vice, Robert Silva.
Su compañero de fórmula es acusado de conflicto de intereses: trabajó para una multinacional energética mientras era secretario general de Ursea, de propiedad estatal. Peor aún: una semana después de que se presenta el caso, Talvi, que siempre es rápido para criticar a sus oponentes, todavía no ha hecho cualquier comentario.
Esta sucesión de malas noticias ya está pasando factura. Si antes Talvi peleaba con Lacalle por un lugar en el ballotaje, ahora ese sueño parece mucho más distante.
Según la última encuesta de Opción Consultores, el candidato colorado perdió 4 puntos en unas pocas semanas y con un 15% de las intenciones de voto acercarse peligrosamente a Manini Ríos en el cuarto lugar en la carrera presidencial. El candidato del Cabildo Abierto volvió a crecer y ya tiene el 12%.
¿Puede Talvi revertir este escenario? Por ahora, quien parece tener razón es Danilo Astori. El Ministro de Economía y Finanzas dijo recientemente que Talvi «no resiste un archivo» y que su imagen se deconstruiría poco a poco. Quizás lo que Astori no previó es que la caída sería tan rápida.
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