El 18 de marzo pasado, el Ministerio Público Federal de la ciudad de Marabá, en la región de Pará, presentó una denuncia contra el ex militar por homicidio agravado y ocultamiento de los cadáveresde Cilon da Cunha Brum, conocido como Simao, y de Antonio Teodoro de Castro, conocido como Raúl, dos estudiantes, miembros del partido Comunista de Brasil.
Según la información dada a conocer por O Globo, esta es la tercera denuncia contra Curió, la 39° denuncia de un agente de la dictadura por crímenes durante el período, y la quinta denuncia ligada a la Guerrilla de Araguaia, el más importante movimiento de resistencia rural al régimen militar del país que cuenta todavía con muchos desaparecidos, entre ellos un ciudadano italiano: Libero Giancarlo Castiglia, conocido como Joca.
En el informe de la Comisión de la Verdad, creada por la ex presidenta Dilma Rousseff, son 434 las víctimas de estado oficialmente reconocidas, y 337 los militares comprometidos, de los cuales 196 están vivos y son cubiertos sólo parcialmente de la ley de amnistía. Entre ellos Curiò, cuyos métodos de tortura y ejecución sumaria, según la acusación, representan crímenes contra la humanidad y no son protegidos de amnistía y prescripción, y cuya relación con Bolsonaro no se queda en la frase del cartel en el despacho del ahora presidente de Brasil.
Terminada aquella estación de represión, De Moura viene nombrado por aclamación Prefecto y fundador de una ciudad minera en Sierra Pelada, la región donde en los años '80 Percy Geraldo Bolsonaro (padre del presidente) y sus hijos se unieron a unos 100.000 buscadores de oro que invadieron las reservas amazónicas.
Y las biografías del presidente dejan traslucir que en tiempos recientes, el asesino y torturador se habría encontrado con Bolsonaro por primera vez. Pero una carta encontrada por el sitio web The Intercept Brazil demuestra que la relación entre ambos viene de mucho más lejano.
© clarin.com La página final de la carta Sebastián Rodriguez De Moura, apodado Curiò, ex mayor del ejército brasileño, a Bolsonaro.Era el 6 de noviembre de 1986, con la dictadura apenas terminada cuando el entonces diputado federal Curiò tomó carta oficial de la Cámara de Diputados para escribir un elogio oficial al oficial de paracaidistas Bolsonaro, a la época de 31 años.
En el texto de cuatro páginas autógrafas, presente entre los actos parlamentarios regularmente protocolados, se pueden leer los elogios por aquello que Bolsonaro habría hecho contra aquello que Curió retiene la peor de las dictaduras: el comunismo. Después deja la esperanza de un pasaje de testimonio: “Te toca a tí, mi joven amigo, recoger el bastón y llevarlo a la victoria. Cuando la diplomacia arranca, deciden las armas".
© clarin.com Una de las páginas de la carta Sebastián Rodriguez De Moura, apodado Curiò, ex mayor del ejército brasileño, a Bolsonaro.
© clarin.com La puerta del despacho de Jair Bolsonaro cuando era diputado. Y la horrible frase contra los desaparecidos.
Al Parlamento Bolsonaro llegará en 1991, y no lo abandonará más. Desde aquel momento cambió 7 veces de partido y sólo 2 de sus 173 propuestas fueron leyes del Estado. Pero el camino del joven oficial de paracaidistas fue largo. Tanto de tomar la guía del gobierno de la cuarta democracia más grande del mundo.
Alfredo Sprovieri - La Repubblica.
Traducción: Gustavo Marcelo Londeix.
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