Alumnos de Pan de Azúcar cuidan su liceo para que no lo roben. El portal ECOS informa hoy que "en solo seis semanas que van de clase, ya lo robaron ocho veces. Los propios estudiantes lo cuidan mientras no está el servicio 222".
Desde el pasado fin de semana, cuando arrancó Turismo, los estudiantes del liceo Álvaro Figueredo de Pan de Azúcar, el único de esa ciudad de Maldonado, se encargan de cuidarlo cuando no hay servicio 222 de la Policía. Es la única manera que consiguieron de protegerlo contra los robos. Desde el año pasado, lo robaron 16 veces; peor todavía: desde el inicio de las clases en marzo, en seis semanas, ocho veces. Ya no hay casi qué sacarle.
“El sábado, los alumnos cerraron la ruta 9, entregando folletos a los conductores. Explicando lo que pasa. Cuando pase por acá la Vuelta Ciclista (N. de R. eso será el viernes 19, durante la octava etapa), vamos a estar apostados a la vera de la ruta con carteles, mostrando nuestra situación”, le dijo a ECOS Leila Freire, vecina de Pan de Azúcar, madre de cuatro alumnos del Figueredo, en segundo, cuarto, quinto y sexto, y ella misma alumna de quinto humanístico en el turno nocturno. De hecho, es compañera de clase de una de sus hijas.
Cuando no se creía que había más para robar, el último de los hurtos, la semana pasada, fue la gota que rebasó el vaso. Se llevaron computadoras, dos cámaras de foto del bachillerato artístico, televisores, un proyector que era prestado por un profesor (el proyector del liceo ya había sido víctima de ladrones), dinero y ropa.
“Nosotros creemos que alguien de adentro le avisa a una banda grande de afuera. De otra forma no se explica que se hayan llevado tanto”, señaló por su lado Nahuel Vignoli (19), presidente del gremio estudiantil, estudiante de bachillerato y locutor en la FM Pan de Azúcar.Entre 15 y 20 alumnos, en grupos de cinco en cinco, cuidan el liceo. Esta vigilancia improvisada comienza a las 7.00. “Va a ser así todos los días. Y el día que no pueda venir la Policía nos vamos a quedar toda la noche”, señaló Vignoli.
Muchos vecinos han colaborado con bizcochos y bebidas. Otros, curados de espanto, llamaron a la Policía cuando vieron a chicos en la institución a horas impropias; esta vez no eran ladrones.
El liceo, al que asisten unos 1.400 alumnos en tres turnos, está sobre ruta 60, la que comunica Pan de Azúcar con Minas, Lavalleja. Apenas tiene rejas y no hay alarma. A esta altura, es muy poco lo que queda para robar; solo sobrevive una televisión enrejada en la biblioteca y el salón de astronomía. “Está desvalijado, no hay plata ni para vidrios”, dice Freire.
Fuente: ECOS
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