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martes, 7 de agosto de 2018

MGAP: COMER CARNE DE CERDO CON HEPATITIS NO DA PARA PREOCUPARSE

El Ministerio de Salud Pública (MSP) y el de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) no tienen forma de comprobar los resultados de una investigación académica que identificó que el 46,8 % de los cerdos de granja relevados portan el virus de la hepatitis E (VHE) que se transmite a los humanos. Tampoco tienen previsto en su agenda relevar aleatoriamente a estos animales para identificar aquellos que eventualmente puedan portar la enfermedad. Así que si alguien se ve afectado por esta enfermedad y se muere, los familiares ya saben a quien demandar.


Días atrás el diario El País informó sobre una investigación solicitada por la Cátedra de Enfermedades Infecciosas a tres médicos, denominada "Hepatitis E: una zoonosis emergente de creciente impacto en la salud" en la que tras relevar cerdos de granjas de todo el país, se identificó que el 46,8 % de los animales portaban el virus y que el 16,6 % de las muestras destinadas al comercio o manufactura de productos obtenidos de hígados de cerdos de mataderos de la zona sur del país estaban contaminados con VHE por genotipo 3, para el que no existe aún una vacuna, indicaron sus autores.

El director de la Dirección de Servicios Ganaderos del MGAP, Eduardo Barre, explicó ayer tras convocar a una conferencia de prensa que no puede confirmar los datos ya que no son representativos con el total de cerdos que existe en el país. El informe se realizó de forma aleatoria y en granjas de todo el país. "Nuestro ministerio no hizo un estudio de la prevalencia de la enfermedad. Se muestreó cierta cantidad de animales, no tienen un estudio para decir que el 50 % de la producción suina tenga presencia de virus", apuntó.

Por su parte, en el MSP informaron que desde 2010 en Uruguay se registraron 21 casos. Se trata de una enfermedad poco frecuente en el Uruguay, notificada a raíz de trabajos realizados en la Facultad de Ciencias. El MSP señaló en un comunicado que "no existe un tratamiento específico de la hepatitis E, la que habitualmente mejora espontáneamente, con manejo de los síntomas únicamente".

Añadió que "la medida de prevención principal consiste en mantener una adecuada higiene de manos y evitar consumir carne de cerdo cruda o poco cocida". En el peor de los casos puede derivar en casos de pacientes con falla hepática fulminante y también hepatitis crónicas.

Salud Pública señaló que la hepatitis E debe ser diagnosticada "mediante estudios de laboratorio. El Departamento de Laboratorios de Salud Pública realiza, en forma gratuita, el diagnóstico de la infección por esta variedad de virus. Para ello, el médico tratante debe sospechar su ocurrencia y descartarla".

Por otro lado, Barre señaló que la hepatitis E "no es una enfermedad de campaña sanitaria para el MGAP", por ese motivo es que no se activan los protocolos habituales para su búsqueda". Según supo El País, varios empresarios de chacinería mantuvieron comunicación con MGAP para informarse sobre las conclusiones del informe. El jerarca indicó que "no hay denuncias en ningún frigorífico con operarios enfermos por hepatitis".

Por otro lado, no se descartó que el agua contaminada pueda ser un eventual foco de contagio de los animales. Justamente, el estudio reveló que el 15 % de los jabalíes revisados presentaba evidencias de infección por el virus de la hepatitis E y detectó "recientemente la circulación de VHE genotipo 1 en matrices acuáticas en aguas en el departamento de Canelones".

La Hepatitis E es una enfermedad "poco frecuente en Uruguay, notificada por primera vez en 2010", que afecta el hígado y es causada por el virus de la Hepatitis E (VHE), informó el Ministerio de Salud Pública (MSP) este jueves a través de un comunicado.

El comunicado llega luego de que El País informara que la cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina alertó hace días al MSP que casi el 50% de los cerdos de granja de todo el país porta el virus que transmite la enfermedad.

En Uruguay se detectaron un total de 21 casos en el país desde 2010 hasta la fecha. Todos debieron ser notificados de forma obligatoria.

El Ministerio informó que la forma de contagio, principalmente, es a través de la contaminación fecal del agua que se bebe. Esta vía explica una gran proporción de los casos a nivel mundial.

Otras formas de contagio menos comunes son por la ingesta de carne o productos cárnicos poco cocinados derivados de animales infectados (incluido el cerdo), por vía transfusional, o por transmisión vertical de una embarazada al feto, indicó el Ministerio.

En Uruguay, explicó el Ministerio, hay "sistemas de saneamiento y acceso a agua potable adecuados" y por lo tanto "la vía fecal-oral tiene una menor importancia relativa".
Síntomas.

Las personas que se enferman de hepatitis E generalmente no presentan síntomas, sin embargo en caso de hacerlo pueden ser:

• Fiebre
• Fatiga
• Pérdida de apetito
• Náuseas
• Vómitos
• Dolor abdominal
• Orinas oscuras (hipercoloreadas)
• Deposiciones de color claro
• Coloración amarillenta de piel (y ojos)

Por otra parte, el ministerio informó que "habitualmente la infección cursa sin complicaciones, excepto en personas que presentan un riesgo aumentado, tales como embarazadas y personas con inmunodepresión".

Para tratarla no existe un tratamiento específico sino que "habitualmente mejora espontáneamente, con manejo de los síntomas únicamente". Se recomienda, a modo de prevención, mantener una adecuada higiene de las manos y no consumir carne de cerdo cruda o poco cocida.

El diagnóstico de esta enfermedad se debe realizar mediante estudios de laboratorio y, dentro de los siete días de sospechada, se debe notificar de forma obligatoria.

El Departamento de Laboratorios de Salud Pública realiza, en forma gratuita, el diagnóstico de la infección por este virus. Para ello, el médico tratante debe sospechar su ocurrencia y descartarla, de presentarse los síntomas listados previamente.

La hepatitis E, una enfermedad hepática causada por un virus (el VHE) que portan los animales como los cerdos, no representaba un dolor de cabeza para técnicos y jerarcas de salud pública. Hasta hoy. Es que la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina alertó hace días al Ministerio de Salud Pública (MSP) luego de identificar que casi el 50% de los cerdos de granja de todo el país portan el virus que transmite la enfermedad, casi nada conocida en la región.

Una investigación de los médicos Victoria Mainardi, Santiago Mirazo y Solange Gerona denominada "Hepatitis E: una zoonosis emergente de creciente impacto en la salud" en la que se relevaron granjas de todo el país, encontró que el 46,8% de los cerdos portaban el virus y que el 16,6% de las muestras destinadas al comercio o manufactura de productos obtenidos de hígados de cerdos de mataderos de la zona sur del país estaban contaminados con VHE por genotipo 3, para el que no existe aún una vacuna, indicaron sus autores.

Pero por otro lado, el estudio reveló que el 15% de los jabalíes revisados presentaba evidencias de infección por VHE y detectó "recientemente la circulación de VHE genotipo 1 en matrices acuáticas (aguas residuales y cañadas peridomiciliarias) en Canelones".

El informe todavía no es conocido por algunos jerarcas del gobierno, indicó una fuente oficial a El País aunque una de sus autoras, Solange Gerona, señaló que ya se alertó al MSP de la situación. La fuente explicó que "todos los cerdos que se faenan en los frigoríficos son inspeccionados por veterinarios del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y sus productos controlados a lo largo de la faena". A su vez, apuntó que "el grueso de la carne de cerdo que se consume en el abasto es importada, el grueso viene desde Brasil, segundo productor mundial". También viene carne de Estados Unidos, Chile, Canadá, Dinamarca, España y otros países que hacen punta en la producción suina.

Un empresario del sector de chacinados dijo a El País luego de consultar por el tema a una veterinaria especializada en zoonosis: "Es la primera vez que escucho esto, acá no existe, no se ha detectado, acá los hígados de los cerdos van al digestor sanitario porque comercialmente no tienen aplicación".

Ayer el profesor grado cinco y director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina, Julio Medina, escribió en la red social Twitter: "El cerdo doméstico y el jabalí son los principales reservorios del virus (...) Hemos tenido pacientes con falla hepática fulminante y también hepatitis crónicas", advirtió.

Más casos.

Gerona recomendó a la población evitar consumir paté de cerdo y alimentos que contengan hígado de este animal crudo o no cocido.

Además, señaló que se detectan nuevas consultas por diferentes tipos de hepatitis y que la población consulta cada vez con más frecuencia por cuadros de la enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año hay unos 20 millones de casos de infección por el VHE, que producen 3,3 millones de casos sintomáticos de hepatitis E (1). La OMS estima que en 2015 la hepatitis E provocó aproximadamente 44.000 defunciones a nivel mundial (lo que representa el 3,3% de la mortalidad debida a una hepatitis vírica).

La hepatitis E suele ser autolimitada, pero en algunos casos puede ser fulminante (insuficiencia hepática aguda). Afecta a todas las zonas del mundo, pero su prevalencia es mayor en Asia oriental y meridional.

El diagnóstico de la hepatitis E suele basarse en la detección en la sangre de anticuerpos IgM específicos contra este virus. Esta prueba resulta suficiente en las zonas en las que es más frecuente.

Se previene con higiene, pero su vacuna solo está en China

Los autores del informe recomiendan lavarse las manos después de ir al baño, antes de comer, y antes de manipular alimentos. Además, sugieren beber agua "de origen seguro" y "no consumir derivados porcinos que contengan vísceras sin cocción o cocción inadecuada y mariscos bivalvos (mejillón, almeja) a la población inmunodeprimida".

La única vacuna aprobada para prevenir la enfermedad está disponible únicamente en China, y "es diseñada para proteger contra el genotipo 1, si bien confiere protección

cruzada para el resto de los genotipos". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen al menos cuatro genotipos distintos: "el 1 y el 2 solo se han encontrado en el ser humano, mientras que el 3 y el 4 circulan en varios animales (entre ellos los cerdos, jabalíes y ciervos) sin causarles enfermedad, e infectan ocasionalmente al ser humano". En Uruguay se identificó el 3. El virus se excreta en las heces de las personas infectadas y entra en el organismo humano por el intestino. Se transmite principalmente a través del agua de bebida contaminada. La infección suele ser autolimitada y se resuelve en 2-6 semanas, pero a veces causa una enfermedad grave, denominada hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda), que puede ser mortal.

Según informa la OMS, la enfermedad es frecuente en países con escasos recursos y acceso limitado a servicios esenciales de suministro de agua, saneamiento, higiene y salud. En estas zonas puede aparecer en brotes o de forma esporádica. Los brotes suelen producirse tras períodos de contaminación fecal del suministro de agua de bebida y afectan a cientos o miles de personas.


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