La Policía llegó dos horas después del arresto ciudadano. El lugar se llenó de gente "extraña" que observaba al menor atado. Uno de los agentes que llegaron al lugar comentó en voz alta que el fiscal podía solicitar que lo liberaran "delante de toda esta gente", según dijeron testigos del incidente.
Tirado en el piso, el joven delincuente exigía a los gritos que avisaran a una tía.
Finalmente, el menor, que tenía un arma que luego se supo era de juguete, fue conducido por los uniformados porque estaba fugado del Inisa. Sin embargo, horas después apareció en el barrio, según dijeron los vecinos.
Los problemas recién comenzaban. La peor parte se la llevó Beatriz. Una de las tías del joven vive a pocos metros de su casa, en el asentamiento situado a unos 350 metros del lugar de los hechos.
Poco rato después del hecho, los protagonistas de la detención recibieron datos de que se preparaba una represalia contra ellos. En la noche siguiente le desvalijaron la casa a Beatriz. "Ya presumíamos quiénes podían ser. Es muy difícil que alguien vaya a hacer un hurto a un asentamiento, seguramente elegirían otro tipo de casa", dijo una vecina a El País.
Los días siguientes fueron de terror. Cuando Beatriz salió del asentamiento rumbo al trabajo le gritaban "miliquera, esta bala es para tu hijo, lo vamos a matar". Le apedrearon la casa, le dijeron que la matarían con una escopeta y una importante cantidad de amenazas.
"Llamamos al 911 y a la seccional 25 y nadie vino. Denunciamos en Asuntos Internos y apareció un jerarca del Ministerio del Interior que no le puedo dar el nombre que prometió soluciones que no aparecieron", afirmó Rosario.
Llegó un momento que las amenazas fueron tan intensas que Beatriz resolvió no dormir en su casa. Pasó a pernoctar en lo de una amiga y luego en lo de su hijo. El peligro era inminente y en siete oportunidades se informó a la Policía sobre el caso. La respuesta siempre fue la misma: "la van a llamar".
La Policía envió una guardia para preservar la vida de los denunciantes. La primera noche un policía llegó a la hora 22:00 y se fue a la hora 5:00. Al otro día la guardia estuvo 15 minutos.
La historia se conoció ayer luego de que Telemundo 12 la diera a conocer horas después de que la casa de la mujer fuera incendiada y quedara reducida a escombros. La vivienda precaria, construida con bloques, tomó fuego cerca de la hora 14:00 del día martes.
Un vecino que intentó sofocar el incendio fue herido de bala en un hombro. Alguien del barrio le disparó 10 tiros con una pistola automática.
La Policía logró detener a un hombre y una mujer que podrían estar vinculados con el incendio y los disparos. Sin embargo, hasta anoche permanecían detenidos. Se supone que en esta jornada podría conocerse un pedido de formalización o liberación de la Fiscalía.
Fiscal Morales: “Esto ya pasó en otros lados”
La fiscal de Flagrancia de 15° turno, Mirta Morales, confirmó ayer a El País que hay dos detenidos por el incendio en el asentamiento cercano a la usina Felipe Cardoso.
La fiscal prefirió no ahondar en aspectos que hacen a la seguridad de las víctimas.
En tal sentido, Morales dijo anoche a El País que el caso está en plena investigación y anoche solicitó la prórroga de la detención para los dos detenidos. Está trabajando la Policía y la Unidad de Víctimas de la Fiscalía.
“Estoy extremadamente preocupada, esto ya lo hemos vivido en otros lados. Como ciudadana le digo que esto es preocupante y como fiscal le aseguro que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance”, dijo.
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