Para la población española, el informe recoge varias cifras que ilustran esta desigualdad. Entre ellas: el 10% de la población española más rica acumula desde mediados de los años 80 el 57% de la riqueza personal del país. Este 10% más adinerado de los españoles cuenta con una riqueza media de casi 813.000 euros por adulto (datos del 2013).
En el otro lado, el 50% de los españoles con menos ingresos, solo acumula el 6,6% de la riqueza personal del país. Para esta mitad de los españoles la riqueza media es de 18.900 euros, según el informe.
Si comparamos ambas cifras: la riqueza media de una persona que se encuentra en el 10% de la población más adinerada es 43 veces mayor a la media de quien está entre el 50% menos boyante.
Para el total de la población en España, la media de la riqueza por persona es de 144.000 euros.
El informe indica también que la desigualdad es más acusada para las jóvenes, entre los 20 y 39 años, y disminuye para los mayores de ese rango. Por edades, los que cuentan con una mayor riqueza media en la última década son los españoles alrededor de los 65 años. El siguiente gráfico desglosa por años (2001,2007 y 2013), en los que se muestra un ligero retraso de ese pico en la riqueza media de los españoles
El pasado noviembre, la Comisión Europea puso en evidencia a España al calificar de "crítico" el nivel que ha alcanzado la desigualdad.
Una desigualdad estable durante tres décadas
Los investigadores ilustran que estos porcentajes de concentración de riqueza se han mantenido estables en las últimas tres décadas. Entre las causas que explican esta continuidad en el caso de España figuran que el patrimonio de los españoles se concentra sobre todo en bienes inmuebles y la crisis afectó también a los más ricos.
España es el país de todos los analizados en el estudio en el que más ha crecido la riqueza personal en los últimos 30 años, ya que casi se ha duplicado, al pasar de representar el 380% del PIB en 1984 a suponer el 650% en 2014, si bien antes de la crisis llegó al 780% en 2007.
La investigadora Clara Martínez-Toledano, que se ha encargado de la parte española del informe junto con Facundo Alvaredo (coordinador), Miguel Artola y Luis Estévez, ha explicado a la agencia Efe que este aumento del patrimonio de los españoles ha sido principalmente consecuencia del "boom inmobiliario" que elevó de forma exponencial el valor de la vivienda.
El informe resalta que entre 1985 y 1991 los precios de la vivienda se triplicaron, y que entre 1996 y 2008 se volvieron a triplicar, un fenómeno que solo tiene parangón en Japón.
Martínez-Toledano subraya que esta es asimismo la razón de que la crisis no aumentara la desigualdad -al menos en lo que a la riqueza agregada de los hogares se refiere-, dado que el grueso del patrimonio de la población más rica también estaba invertido en inmuebles y el desplome del sector residencial restó valor a sus propiedades.
No obstante, la investigadora matiza que los individuos más ricos han tenido más capacidad para adaptarse a la crisis y diversificar sus carteras hacia otros tipo de activos; una opción que no han tenido los hogares con menos ingresos.
De hecho, sin tener en cuenta la propiedad de vivienda dentro de la riqueza personal de los españoles, una posesión muy extendida en el conjunto de la población (al contrario de lo que ocurre en otros países), la desigualdad se agudiza: el 1% más rico de los españoles pasa a poseer más del 30% de la riqueza personal del país, en lugar del 21,1%.
Dinero sin declarar en paraísos fiscales
La investigadora Martínez-Toledano añade que si a ese 1% más rico de los españoles se le sumaran los 146.000 millones de euros que el informe estima que los españoles más acaudalados tienen sin declarar en el extranjero, la concentración de la riqueza se incrementaría en tres puntos para ese colectivo, al pasar del 21 al 24%.
Respecto a la tendencia a futuro, dice que dependerá de cómo se comporten las tasas de ahorro, ya que si la franja de población más rica ahorra más que la población más pobre la desigualdad se incrementará, mientras que si no hay grandes diferencias en el ahorro la concentración de la riqueza se mantendrá en niveles estables.
Al respecto, recuerda que antes de la burbuja inmobiliaria las tasas de ahorro en general eran altas, pero cayeron en la creencia de que endeudarse para acumular vivienda era una buena inversión.
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