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lunes, 26 de marzo de 2018

E. COTELO ENTREVISTA: AL INTENDENTE DE MONTEVIDEO ING. D. MARTINEZ

El intendente de Montevideo, el Ingeniero Daniel Martínez, es una de las principales figuras de recambio del Frente Amplio (FA). Y, como todo dirigente político, tiene sus logros, sus derrotas, sus desafíos y también sus ambiciones. Estudios de opinión pública lo han colocado como posible precandidato presidencial, pero todavía no dio el sí. “Tiempos electorales habrá”, dijo el 7 de febrero en el Club Hípico de Solymar cuando participó en el ciclo de mesas redondas llamado 'Atardeceres Canarios', organizado por su colega de Canelones, Yamandú Orsi.

¿Cómo se posiciona Martínez en un año que ya vemos complejo, que arrancó muy movido en enero mismo? ¿Por dónde va su gestión en la capital? ¿Qué dice de los principales asuntos que están en el debate político?

Tenemos temas de sobra para charlar con el intendente de Montevideo.

Empiezo con algo de la semana pasada en Búsqueda. Título, página 6: “Martínez trasmitió al gabinete su intención de ser candidato”. La nota recuerda que desde que asumió el cargo siempre ha declarado que está concentrado en la gestión de la Intendencia. Pero en los últimos días ha mantenido reuniones mano a mano con los principales cargos políticos de la comuna a los que confirmó su intención de presentarse como precandidato presidencial por el FA.

DANIEL MARTÍNEZ (DM) —No es cierto eso, yo no trasmití al gabinete.

EC —La nota habla de reuniones con integrantes del gabinete.

DM —Cada uno hace política como quiere. Aparte no fue con todos, fue básicamente con gente de aquellos sectores que no apoyaron mi candidatura a la Intendencia para decirles: “Mirá, no sé qué voy a hacer, pero en tu decisión en cuanto a tu futuro sentite libre”. Fue una apuesta a la libertad de espíritu, de criterio y de decisión de la gente, “no sé lo que voy a hacer, pero si alguno te llega a embromar […], inclusive ahora salir a expresarte en lo personal por quien quieras, tranquilidad…”.

EC —¿Y por qué hubo que hacer esa aclaración?

DM —Porque en el pasado… me puse a puntear, viste cuando te despertás y decís “¿alguno pensará que no tiene que decirlo o se sentirá coercionado?”. Creo que nadie que me conozca puede sentirse coercionado, pero dije: yo que apuesto a la libertad de espíritu y a la libertad de decisión y que defiendo el espíritu crítico y la libertad individual como un tema fundamental… le voy a decir a alguna gente “quedate tranquilo”, por las dudas.

EC —En el gabinete hay gente de distintos pelos dentro del FA.

DM —Absolutamente, hay gente también muy independiente, hay de todo un poco, hay varios que no tienen filiación dentro del FA, y te diría que inclusive ahora hay dos directores de división que ni siquiera son frenteamplistas. Y vamo arriba, son excelentes profesionales cada uno en lo suyo, uno en el área de ingeniería y la otra en el área vinculada a la movilidad urbana. Me parece bárbaro. […] En Ancap hay una conocida persona de Bordaberry que estuvo trabajando y sigue trabajando en el área y que siempre dice: “Estuve en un montón de gobiernos colorados y nunca llegué a una gerencia, me pusiste tú de gerente”. Y es cierto, en eso trato de apostar a la mejor gente.



EC —Pero el implícito era que usted va a ser precandidato.

DM —No, no, no, todavía no, yo no tomé ninguna decisión. Como ser posible, de repente es posible, pero…

EC —Todo el mundo lo da como un hecho.

DM —Y está bien, yo no dije que no, a veces las situaciones llevan… Hay gente que dice “es el objetivo de mi vida”, sea por familia o no sé por qué entiende… Está todo bien, el objetivo de mi vida de los 8 años en adelante era ser ingeniero y hacer tecnología, e hice las dos cosas, fui ingeniero y tuve la suerte de desarrollar cosas diferentes, innovadoras, emprendedoras en el Uruguay en el área tecnológica.

EC —El sueño ya está cumplido.

DM —El sentido lo tengo. Después la vida te va llevando a cosas… de la misma forma que en la vida de la tecnología o de la empresa las cosas diferentes me generaron adrenalina y me tiraron al agua, de repente puede pasar. Pero no es que yo diga “lo tengo decidido”, uno viene mirando, viendo, escuchando…

EC —¿Y cuándo toma la decisión?

DM —Y yo qué sé…

EC —¿Después del Mundial, como están diciendo casi todos?

DM —¡Está bueno eso!

EC —Es una forma de patear para delante.

DM —Está bien, está bueno, hay que esperar el Mundial. De acuerdo a cómo jueguen Cavanni y Suárez decido; perdón, Arrascaeta, Maxi Pereira, los 10 que nacieron en Defensor de esta selección. Ya paso la noticia: hay 10 que empezaron jugando en Defensor, aunque sea en sus inferiores.

EC —Esa es la otra camiseta. Entonces por ahora no.

DM —No, por ahora tranquilo.

EC —Hay una cantidad de nombres dando vueltas como posibles candidatos en el FA.

DM —Bárbaro.

EC —Está el suyo, está el de José Mujica, está el de Danilo Astori, después están Carolina Cosse, Mario Bergara, Yamandú Orsi, Ernesto Murro, Constanza Moreira…

DM —El Boca Andrade.

EC —Óscar Andrade, del Partido Comunista. ¡Es una cantidad enorme!

DM —Está bárbaro, está bien.

EC —¿Cómo observa ese espectro?

DM —Yo qué sé, bien, me parece bien que la gente vaya manejando nombres y que vaya pudiendo optar. El FA es la alianza de los diversos, no creo que sea bueno que tengamos… aparte creo que la época de los Seregni, los Tabaré Vázquez, esos líderes absolutamente incuestionables, ya pasó. Y hay opciones, la gente va manejando nombres.

EC —Pero impresiona la cantidad que hay.

DM —Algunos los ha tirado más la prensa, otros surgieron a partir de su decisión de ser candidatos, hay diversas realidades. Otros tal vez más espontáneamente.

EC —¿Cómo observa el hecho de que en esa lista figuren todavía Mujica y Astori?

DM —Bien.

EC —¿Cómo que “bien”? No es obvio que “bien”.

DM —No, pero yo respeto.

EC —Son hombres muy veteranos, está en juego la demanda de renovación…

DM —Yo creo en la renovación generacional, pero eso no invalida el respeto y el sentir que tienen todo el derecho del mundo a pensar que pueden ser candidatos todavía, que tienen algo para aportar al país. Yo en cierto momento voy a decir “dejo la política, me corro y doy una mano”. Lo tengo decidido, pero porque es lo que siempre pensé y lo que creo en lo personal. Pero es una posición personal, yo no puedo pretender imponerle a otra gente, y más con la trayectoria y lo que ha significado para el país y para el FA en particular…



EC —¿Se imagina votando a José Mujica candidato a la Presidencia por el FA? ¿O a Danilo Astori mismo?

DM —Yo he sido siempre muy disciplinado…

EC —En ese caso sería un voto disciplinado.

DM —… muchas veces en la dolorosa derrota en la interna de mi partido y después en el FA. Así que no me dolerían prendas. Creo en los proyectos políticos, no soy incondicional; siempre dije: no soy de los que dicen “el FA hizo todo bien”. Si bien creo que estos 13 años de gobierno han marcado una evolución histórica del país, de crecimiento permanente, de redistribución de la riqueza, etcétera, quedan un montón de desafíos y ha habido errores, y uno puede tener matices. Pero creo que los proyectos políticos como tales valen y no tengo ninguna duda, soy frenteamplista.

EC —Así que si es Mujica o si es Astori va a votar igual, disciplinadamente.

DM —Voy a votar disciplinadamente al que la gente decida. Y no hay nada malo en eso, en algún momento mi partido decidió apoyar un candidato que yo entendía que no era la persona.

EC —¿Cuál fue el caso?

DM —No importa. Y sin embargo trabajé y lo hice a conciencia. Porque lo que yo sigo no son personas, es un programa. Si bien yo no participé en las elecciones del 71, tenía 14 años, ahí me hice frenteamplista. Venía de una familia, de un ambiente en que la política no existía y mucho menos la política de izquierda, era pecado. Pero empecé a militar muy joven, en el 73, en la dictadura, y siempre creí en el FA como un proyecto político, como un programa. Entonces podré creer que en determinado momento histórico es mejor una persona u otra, pero sigo creyendo que lo importante son las ideas que sustentan. La vida me enseñó que ni todos los buenos están en un partido ni todos los malos están en otro, hay gente buena y mala en todos lados, pero sí creo que hay programas, hacia dónde ir, y creo reamente que el FA es el que tiene la posición más correcta. Entonces podré decir que me habría gustado que fuera otra la persona que conduzca el proyecto político FA en la Presidencia de la República, pero apuesto a que sea coherente con el programa.

EC —Esa es una alusión a José Mujica.

DM —A quien sea.

EC —Para terminar con esta lista, Orsi está en carrera, está entre las posibilidades…

DM —No, él ha dicho que deja que se maneje su nombre.

EC —Ahí está, está lleno de esas sutilezas el asunto. Lo cierto es que Orsi…

DM —Es un tipo bárbaro.

EC —… con quien usted tiene muy buena sintonía…

DM —Personalmente.

EC —… se encuentran muy a menudo…

DM —Sí, y hacemos cosas juntos y vamos a seguir haciendo cosas juntos.

EC —… está en esa lista.

DM —Y bárbaro.

EC —¿Se imagina compitiendo con él por la candidatura presidencial del FA, él como nombre impulsado por el MPP y usted por otro espacio dentro del Frente? ¿Se imagina esa carrera?

DM —¿Por qué no? Va a ser una carrera de caballeros, como tiene que ser, y en particular con Yamandú porque hay afecto personal. Incluso nuestro acercamiento no viene de la política, viene de un coro de Neptunia, en el que no participamos nosotros pero sí participan su esposa y mi hija mayor. Nuestro conocimiento viene de ahí, de compartir momentos y embromar un poco. A partir de ahí decimos: somos dos personas a las que nos gusta hacer bromas, tenemos un estilo de relacionamiento humano muy parecido, y está bien, me parece bárbaro que se enriquezca la oferta electoral del FA […]. Venimos de una trilogía muy fuerte y todavía hay dos que de repente compiten. Entonces es lógico que aparezca más de un nombre. Durante 20, 25 años hubo tres nombres que arrastraron el FA, empujaron y fueron una forma de atraer mucho voto, por su carisma, diferentes carismas, que son Tabaré, Pepe y Danilo. Entonces es lógico que aparezcan muchas alternativas, está bien. Veremos qué pasa, después los zapallos se van a ordenar en el carro.

EC —Lo tiene muy razonado, me da la impresión de que está bastante organizado para largarse.

DM —[ Se ríe.] ¡Tú lo dijiste, no yo!



EC —Hablemos de una de las noticias más destacadas de la semana: por la gestión en Ancap en el período 2010-2015, después de que usted estuvo en Ancap, el fiscal de Crimen Organizado, Luis Pacheco, solicitó esta semana los procesamientos de Raúl Sendic, otros cuatro exdirectores políticos de Ancap, tres funcionarios jerárquicos de Ancap y uno de ALUR. ¿Leyó el escrito del fiscal Luis Pacheco?

DM —No, me lo contaron. Mi tiempo para leer cosas se ha reducido, por lo menos para leer cuestiones políticas. Después siempre trato en casa de leer alguna cuestión literaria o histórica, me gusta mucho. El escrito no, leí el resumen. En realidad lo que habían presentado creo que era de 2005 en adelante, después el fiscal decidió concentrarse en 2010 en adelante. Sí, leí. Aparte me impresiona, porque algunas veces he escuchado a dirigentes de la oposición defender con vehemencia la independencia del Poder Judicial y si de repente había dirigentes frenteamplistas que criticaban alguna decisión judicial los cuestionaban, cuestionaban que se cuestionara la decisión judicial por independencia, y después los he visto tantas veces enojadísimos cuando los involucra a ellos. Creo que hay que ser coherente. De la justicia hay varias cosas que no me han gustado a lo largo de mi vida, pero yo no opino.

EC —Pero todo partió de denuncias de la oposición que en el FA se rechazaron, se habló de circo político, en fin, hubo una desacreditación de la preocupación por esos asuntos vinculados con la gestión de Ancap. Ahora resulta que el fiscal encuentra mérito para pedir procesamientos por varios delitos, contra varias personas.

DM —Sí, casi todos por abuso de funciones. El abuso de funciones es un tema que algún día el sistema político va a tener que tratar, porque es tan vasto y tan general… Todo el mundo en los pasillos te dice “sí, hay que cambiarlo”, pero después por oportunidad política varios decidieron no apoyar el cambio. Habrá que ver, encontrar un texto que a todo el mundo le guste, porque en sí me parece que el concepto va a existir, porque el abuso de funciones puede existir. Hoy por hoy es tan vasto y tan restrictivo que todo el mundo dice “no, pará, esto es excesivo”.

EC —Pero teniendo en cuenta que usted estuvo en Ancap, pero además que es dirigente del FA y que eventualmente va a ser candidato, ¿cómo evalúa este hecho judicial vinculado a lo político?

DM —Políticamente evalúo que los hechos fueron evolucionando y que el FA demostró tener reservas institucionales. Institucionalmente tomó una decisión muy correcta, que fue la que terminó con la renuncia de Raúl Sendic a la Vicepresidencia de la República, después de una comisión que trabajó, que fue cuestionada por alguna gente, pero que trabajó, fue respaldada también por muchos en su independencia de criterio, por muchos sectores y personas del FA, y llegó un plenario que iba encaminado de determinada manera y que terminó antes de comenzar con la renuncia de Raúl. Creo que lo más importante de eso es la institucionalidad, que la institucionalidad funcione. Yo soy de los que creen en la institucionalidad de un país y de un sistema político, creo que las reglas de juego de la institucionalidad son la garantía de la democracia y para los más oprimidos y el pueblo en general de que las cosas se pueden hacer bien y de que haya canales de transparencia y de control. A mí lo que más me importa es que el FA demostró que la institucionalidad era suficientemente fuerte y generó los hechos.

EC —Está bien, pero a propósito de lo que el fiscal encontró en Ancap, usted que conoce Ancap por dentro, ¿qué dice?

DM —Yo qué sé, no sé. El tema abuso de funciones es tan laxo… No dudo de que el fiscal hizo lo que tenía que hacer, parto de esa base. Repito, no me voy a poner a opinar porque me da la impresión de que hay que ser coherente, si decís que la justicia es independiente, es independiente, me gustará o no me gustará.

EC —Pero se pide el procesamiento de directores, exjerarcas, exfuncionarios por hechos que van desde el adelanto de dinero a una empresa que transportaba cal, la contratación de una barcaza, la forma como se le pagó a la empresa constructora de la planta de etanol en Paysandú. ¿Qué dice eso sobre cómo se gobernaba Ancap? ¿Qué dice desde el punto de vista de la autocrítica del FA por su forma de manejar una empresa pública como esa?

DM —Ya te dije que no leí, leí más que nada el resumen general de las cosas. Incluso cuando fui citado por la comisión investigadora sobre Ancap, buena parte de las preguntas eran: “¿Usted qué hizo en tal tema?, ¿por qué cree que Sendic hizo lo contrario o algo diferente?”. La oposición centró su orientación en eso y yo decía: “Cada gestión es cada gestión, hay decisiones que las tomas en el momento”, y no estaba en el pellejo ni de Sendic ni de Germán Riet ni de ninguno de los directores ni de los gerentes que estaban en eso. Me tendría que meter muy en el detalle. Eso del adelanto de dinero no sé bien a qué se refiere, lo de la contratación de la barcaza tendría que mirar muy en detalle en qué marco se dio, si se dio fuera de las reglas, habrá que verlo. Igual, algo interesante: el fiscal dijo que no hubo enriquecimiento personal.

EC —Voy a lo que dice por ejemplo Esteban Valenti: “Lo que siento es vergüenza, mucha vergüenza. Lo que salta a la vista leyendo el documento es el clima general de desorden, descontrol total que reinaba en Ancap. Se contradicen de manera explícita, clara, reiterada y con alevosía valores que fueron fundacionales en la izquierda y yo diría que en la República Oriental del Uruguay”.

DM —Ya te digo, no leí en detalle. Creo que sí, que el control, la rigurosidad es base de la buena administración. No puedo opinar sobre esto porque me tendría que meter en el detalle. En toda mi gestión he buscado ser riguroso y a veces he tomado decisiones que no eran las mejores. El caso concreto en mi gestión: cuando perdimos el hipernegocio de comprar aquel lugar que era el mejor posible, lo más barato… Las pruebas lo dan, terminamos gastando más del doble en algo que creo que no tenía nada que ver con la Intendencia, era por otro lado, el famoso laboratorio. No era un negocio, era un negoción para la Intendencia. Desde el punto de vista de la oportunidad nunca vamos a conseguir un negocio tan bueno para un laboratorio.

Sin embargo tomé la decisión de cortarlo porque se había generado un hecho, porque había cosas que no daban toda la transparencia o daban la posibilidad de que alguno interpretara eso. Entonces dije: cortemos. Es un ejemplo. Pero eso lo hace cada uno ante cada situación. Y te aseguro que se nos caen las lágrimas porque lo que estamos buscando, lo que hemos salido a buscar estamos hablando del doble o del triple. Era un lugar ideal, porque había sido un laboratorio, era recontracéntrico para que todo el mundo llegara y además salía baratísimo. En todo caso, estaba mucho más cerca del otro número. Sin embargo uno toma determinadas decisiones en determinado momento. No puedo, hay que meterse, es muy difícil.

EC —Da la impresión de que habría que meterse, que ustedes tendrían que analizar a fondo un dictamen como ese, porque tiene que ver con lo que ha ocurrido y con lecciones para el futuro.

DM —Sin duda, en general uno siempre tiene que ver de qué forma generar transparencia. En la administración pública –es lo que tiene de “malo”– muchas veces uno termina tomando decisiones que no son las mejores desde el punto de vista de la organización y hasta en definitiva de la plata de la gente –porque una organización pública municipal maneja dinero de la gente–, y de repente hay opciones que serían mejores sin embargo uno no las toma.

EC —¿Por qué no las toma?

DM —Justamente por transparencia, para no generar rispideces. Eso entra en otro tema, por eso digo que habría que revisar el abuso de funciones. Tú sabes que están el derecho más latino que se maneja en Uruguay de controlar todo antes de que pase y el derecho más anglosajón que castiga con mucha más vehemencia las desviaciones. Yo me inclino más por lo anglosajón, que te arranquen la cabeza, ser mucho más estricto si tú cometes un desvío y se te comprueba, no lo que pasa en la administración nuestra, de origen latino, que tiene toda una constelación de controles que hacen que uno a veces se mueva con unas limitaciones y pierda oportunidades porque “esto puede ser interpretado”. Es un tema para discutir. Es bastante más complejo de lo que puede decir un fiscal que, está bien, se basa en la justicia que existe, es lógico.



EC —Dice uno de los mensajes de los oyentes: “Por favor, que el intendente tome mate lejos del micrófono, hace mucho ruido”. El ruido no venía del mate…

DM —Viene de mi alergia matutina. Hoy no traje mate, vine derecho para acá, vine más temprano de lo que pensé, hace un rato que estaba acá y no pasé por la oficina a agarrar el mate.

EC —Los ruidos son de un pañuelo que tiene a mano por ese tema de la alergia.

DM —Pido disculpas, mil disculpas a los oyentes.

***

EC —Ya promedia su gestión al frente de Montevideo. ¿Qué le dice su balance: vaso medio lleno o vaso medio vacío?

DM —Ahora que se terminaron todos los procesos de estructuración financiera, de control de los pliegos por la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos) –un organismo paralelo de la ONU que controla la transparencia y la excelencia de gestión de organismos públicos como la Intendencia– y que ya tenemos un gran número de obras en la calle, no solo decenas de puntos donde se están arreglando bacheos, pedazos de paño de hormigón roto o se está asfaltando, sino además Jacobo Rousseau, todo camino Carrasco desde Veracierto hasta el puente, buen tramo de avenida Italia, Gallinal, el ensanchamiento de un tramo de avenida Italia, la obra de Belloni que ya empezó…

EC —Es un espectro de obras, se está notando la circulación complicada en varias zonas de la capital por eso.

DM —Exactamente. Decidimos empezar un grupo de obras este primer semestre de 2018; un segundo grupo el segundo semestre de 2018; un grupo ya menor, pero un tercer grupo de obras en el primer semestre de 2019, y un cuarto grupo de obras en el segundo semestre de 2019. Estamos invirtiendo US$ 280 millones solo en vialidad. Si a eso le sumas cerca de 20 espacios públicos, y no digo los chicos que seguimos haciendo, reparando. El año pasado con ordenamiento financiero –porque viste que en todo el país se puede hablar de superávit en las intendencias menos en Montevideo; es una broma política para amigos del Partido Nacional (PN), parte del juego político– le dimos más de US$ 200.000 a cada municipio para que encararan uno o más espacios públicos o algo que fuera espacio de convivencia ciudadana. Como 20 espacios, desde Gral. Luna y Agraciada, un espacio que va a ser Las Pioneras, las primeras mujeres luchadoras que lucharon por la igualdad de derechos; pasando por la mejora de Antillas e Instrucciones, una obra muy importante; el parque de la Amistad, que hoy por hoy es un espacio inclusivo, con muchos aparatos para discapacitados, por eso es inclusivo para el adulto mayor pero también para discapacitados, que se va a extender, se va a convertir en parque, dejando de ser zoológico buena parte del actual Zoológico de Villa Dolores; además los Sacude de Flor de Maroñas y de Casavalle –Sacude es Salud, Cultura, Deporte–, en una zona que también está teniendo algunas situaciones de exclusión social, para ayudar, más la Unidad Alimentaria de Montevideo (UAM), que después de 50, 60 años se concreta, vamos a poner la piedra fundamental dentro de muy poco, esta semana estamos adjudicando la licitación, la estructuración financiera la tenemos prácticamente terminada. Tenemos US$ 280 millones en vialidad y nos vamos a cerca de US$ 400 en el total de obras en un plazo de dos años, dos años y medio.

EC —Es un torbellino de obras.

DM —Y aparte una inversión en infraestructura… Perdón, el pasaje de avenida Italia por abajo de Centenario se va a hacer en el segundo semestre. Algunas obras creo que van a ser muy paradigmáticas.

EC —Un arma de doble filo, porque por un lado va a mostrar una Intendencia muy activa, preocupada por mejorar la infraestructura de la ciudad, pero por otro lado esas obras mismas van a perjudicar a la gente, la van a complicar en el corto plazo, va a haber malos humores. Tienen que lidiar con la otra cara del asunto.

DM —Sí, y ahí estamos empezando el manejo de una tecnología que es el bigdata, la minería de datos. No pudimos tenerla 100 % funcionando como queríamos para el inicio de obras, habría ayudado. El bigdata es segmentar la información, entonces a los que viven en camino Rousseau y Cocker, por decir una que se está haciendo, les llegaría el aviso: “La parada de tu ómnibus que estaba en tal lado se corrió”. Llega a tu celular, partiendo de la base de que el 92 % de los montevideanos tienen un celular inteligente. Poder llegar con información que hay en la nube, que todos los ciudadanos tenemos por mil lados, que entregamos sin darnos cuenta.

EC —¿Van a implementar ese sistema de aviso?

DM —Estamos empezando y espero que cuando esté el grueso de las obras que más impacten podamos llegar con eso a la gente: “A ti que pasas normalmente por tal esquina, te recomendamos que pases por este lado”. Aparte el uruguayo a veces es un poco quejoso, yo he escuchado a alguna gente… El otro día en Veracierto vino un señor que se identificó como del PN, correcto, pero: “Yo fui capataz y esto no puede demorar tres meses”. Tampoco demoró tres meses, porque esa parte ya está terminando. Gente que se queja hay, pero la gente sabe, la gente que vive en camino Carrasco tira cuetes y bombas, la gente que vive donde estamos arreglando en avenida Italia dice “pah, al fin, era necesario”. Y después vamos a ensanchar el tramo entre Bolivia y Gallinal, porque ahí se formaba una especie de embudo. O camino Cibils al sur –Cibils al norte lo dejamos para la segunda etapa, en el segundo semestre–, desde la perimetral hasta Carlos María Ramírez, ayer tuvimos la aprobación del pliego…



EC —Está mencionando una enorme cantidad de obras, pero en esa lista no figura lo del Ferrocarril Central del Uruguay, la obra que está en proceso de licitación y que hay que realizar para preparar la infraestructura que UPM requiere para terminar de decidir si hace o no la segunda planta de celulosa sobre el río Negro. Había una discusión que usted y Orsi plantearon con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y el Poder Ejecutivo a propósito de cuál iba a ser el trazado final de esa red ferroviaria, para que no llegara al puerto de Montevideo, sino que fuera a Punta de Sayago, etcétera. ¿Qué pasó con ese debate?

DM —Eso fue inicial, en un momento el presidente Tabaré Vázquez me dijo: “Estamos de acuerdo contigo, Daniel, sería el mejor lugar teórico, el problema es que lo que nos sale armar un puerto ahí en la medida en que la regasificadora argentina no va a comprar gas cuesta justificar los costos”. Prácticamente sería pagarla solo con el ferrocarril y es casi imposible, es una obra muy cara.

EC —Ese tema quedó laudado.

DM —Era el ideal, estábamos todos de acuerdo, el puerto, el MTOP, pero si el gobierno central te dice “los recursos no dan para esto”, son los recursos que maneja el gobierno nacional. Después seguimos con matices y estamos trabajando. El otro día estuvimos mostrando un estudio de movilidad en algunos puntos del trazado que nos presentaron donde habría que tomar algunas acciones. Y todavía falta el impacto desde el punto de vista territorial y ambiental –ruidos, vibraciones, etcétera—, que tiene que hacerse por el carácter de la obra. Creo que el gobierno lo encargó, todavía falta esa parte. Nosotros estuvimos trabajando en algo en lo que sí podemos trabajar, hicimos simulaciones con software especializado en algunos puntos que nos preocupan mucho, como Ariel, toda la zona del cruce de Agraciada y Ángel Salvo, y los lugares donde Garzón está muy cerca de la vía, por el miedo a que se puedan generar colas y terminen quedando autos…

EC —¿Las colas de los trenes?

DM —Las colas de los autos si pasa el tren.

EC —Debido a trenes largos, las colas de autos.

DM —Lo peor que puede pasar: que un semáforo te deje una cola que eventualmente pueda dejar autos en la vía cuando pasa el tren. Es un poco más complejo eso. Entonces planteamos una serie de preocupaciones y hasta de soluciones que tienen que ser estudiadas, porque son complejas. Yo me pongo del lado de la ciudad. Y faltan todavía, que también reclamamos y el MVOTMA también, porque tiene la obligación por el propio carácter de la obra, un estudio de impacto ambiental y un estudio de impacto territorial.

EC —Arranqué la conversación preguntando qué evaluación hacía promediando la gestión, si vaso medio lleno o vaso medio vacío. Y usted empezó diciendo “ahora que han podido […] los fondos para las obras”… ¿Cuál es la respuesta?

DM —Un vaso un poco medio lleno, todavía quedan cosas. También la interna, hay cuestiones que para mí eran muy importantes y que no se ven. Como el hecho de que a los 30, 35 días de cerrado un mes tenga el balance para atrás, poder tomar decisiones con información, que para mí, con mi cabeza de gestión, era vital. Era un tema que por alguna razón no se había instrumentado, antes el balance estaba a los seis meses de terminado el año. Trabajamos en eso, lo tenemos, todos esos proyectos. Hay casi 60 proyectos que van de US$ 50.000 a más de US$ 60 millones, como es el caso de la UAM. Todos se han hecho en base a metodología del Project Management Institute, una metodología de gestión de proyectos que te minimiza los riesgos, te exige mucha más rigurosidad a la hora de hacer los pliegos. Un impacto de la rigurosidad de los pliegos está en que todas las licitaciones que hemos abierto están entre un 10 % y un 15 % por debajo de lo que se había presupuestado con cabeza anterior. Porque al ser más rigurosos los pliegos, el oferente privado tiene menos grado de incertidumbre por lo tanto puede ajustar más sus números. Si no te cubrís pasa, es elemental.

Y hay toda una transversalidad, todos los proyectos se hacen invitando a participar en un comité de proyecto. Una calle no es solo una obra vial, es el saneamiento, es la iluminación, es la plaza pública, son las ferias. En todo Belloni, entre los dos tramos –uno empezó y el otro ya está en proceso de adjudicación–, estamos hablando de 4.000 feriantes, hay que mover y relocalizar a 4.000 feriantes. Hay un impacto de estas obras; muchas veces se hacía el proyecto vial, pero ahora hubo que hacer todo junto. Belloni es un caso. Y mencioné obras, pero me faltó mencionar el saneamiento de Piedras Blancas, había un tramo que había quedado sin hacerse, había unas 4.000 familias colgadas y lo estamos haciendo con ese ordenamiento financiero. Estamos reparando la red Arteaga, que son más de 220 puntos donde se arregla el caño e implica arreglar la calle arriba. Todo eso implica trabajar transversalmente.

Desde el punto de vista del funcionamiento uno empieza a ver… Los dos primeros años vivía metido en los temas internos, en qué anda esto, en qué anda esto otro, matriz de riesgo, qué pasó. Hoy a sentir que la cosa empieza a funcionar mucho más con procedimientos, con estándares, que es algo invisible pero que para mí es parte de ese medio vaso un poco lleno.



EC —Por definición, su gobierno abarca una cantidad de áreas enorme.

DM —Increíble.

EC —Cualquier entrevista que uno quiera hacer sobre la Intendencia de Montevideo siempre va a quedar incompleta. Y hoy mismo vamos a dejar fuera asuntos importantes. Termino con una pregunta que viene de la audiencia y que tiene que ver con un asunto sensible, un capítulo sensible, pero que la oyente plantea en términos no tan urgentes: “¿Podrían preguntarle al señor intendente por qué no tenemos otros medios de transporte, por ejemplo metro, tranvía, como hay en otras ciudades de América del Sur? ¿Cuándo va a comenzar un cambio así? Nos merecemos viajar mejor. La variedad de oferta promueve que los servicios mejoren”, dice Magdalena.

DM —Estoy de acuerdo con Magdalena. También le cuento que un kilómetro de subte sale del orden de US$ 150 millones, por lo cual se calcula, según estándares internacionales, que por línea de subte se requieren entre 500.000 y 600.000 usuarios por día para que se pague. Eso es casi lo que anda en transporte en Montevideo. Una línea de tranvía es algo más cercano, anda en los US$ 18, US$ 20 millones el kilómetro. No es mala idea, es mucho más posible, e incluso de repente alguna vía de transporte rápido, que era la idea inicial, pero después tuvimos que empezar haciendo algunos cambios al proyecto de Gral. Flores para que no generara problemas, que nos salió muy bien porque de Gral. Flores nadie habló, al revés, hay un índice de satisfacción muy alto. Luego pasamos todo el ordenamiento de Garzón…

EC —Reordenamiento, reparación, marcha atrás, reacomodo.

DM —Sí, pero está bien reconocer lo que no funcionaba. Cambiamos giros a la izquierda –eso ayudó mucho–, modulamos los tiempos de semáforos para que ayudaran y en la centralidad, que era un lugar donde había problemas, que era entre Besnes e Irigoyen y Carve, en la plaza Colón, ahí sí sacamos lo que había, fue el único lugar.

EC —Pero volviendo a la pregunta de la oyente…

DM —Estamos en una etapa de ordenar, de limpieza, de cumplimiento de horarios, de mejor servicios de ómnibus.

EC —¿Pero un servicio como el que pide, tranvías, etcétera?

DM —Es posible. Le recuerdo que en medio de todo eso se ha dado una caída de venta de boletos, hoy estamos en 250, 260 millones de boletos contra más de 300 a que habíamos llegado, que el sistema no ayuda y que obviamente además de eso hemos luchado, ahora vamos a llegar a un año y medio en que el precio del boleto del Sistema de Transporte Metropolitano no ha variado. Y si tomamos desde marzo, que fue el último aumento, en que subió también el boleto pagado con tarjeta, vamos a pasar de que en junio del año pasado bajamos y vamos a mantener hasta fin de este año el mismo precio. Hemos hecho un esfuerzo –y cuando digo hemos, digo trabajadores, empresas e Intendencia, los tres– muy grande para mantener el precio del boleto. Entonces en un momento de crisis invertir esas sumas de dinero a veces no es tan fácil, más cuando la ciudad necesitaba arreglar calles, invertir en plazas de convivencia ciudadana, invertir en saneamiento…

EC —¿Qué está queriendo decir? ¿Que queda para más adelante?

DM —Lo tenemos en carpeta. Sobre todo hay un par de líneas que no sé si será tranvía, pero por lo menos ómnibus eléctricos, tranvía u ómnibus eléctricos, que son 8 de Octubre y avenida Italia. Son las dos que más justificarían algo de este tipo y que encantaría hacerlo.

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