Continúan los bombardeos
Residentes de Duma, la mayor localidad del distrito, han informado de columnas de humo negro emergiendo de las zonas residenciales después de que los aviones lanzaran bombas desde gran altura. Los equipos de rescate han indicado que se está buscando supervivientes entre los escombros en la localidad de Saqba y en otros puntos.
Trabajadores humanitarios y residentes han denunciado que los helicópteros militares sirios han lanzado 'barriles bomba'sobre mercados y centros médicos. Por otra parte, residentes y rebeldes han denunciado que los aviones que han bombardeado este jueves la zona eran rusos, puesto que volaban más algo de lo que lo suelen hacer los sirios.
Los residentes de Ghuta y dirigentes opositores han acusado al Gobierno y sus aliados de estar atacando deliberadamente a los civiles en el marco de una "política de tierra quemada" que busca forzar a los rebeldes a rendirse. "Quieren romper nuestra voluntad y convertir Ghuta en otro Alepo pero eso es un sueño", ha asegurado Yusef Dughmi, residente en la localidad de Arbin.
Uno de los principales grupos rebeldes en Ghuta Oriental ha sostenido que Moscú, que acordó una 'zona de desescalada' en el enclave, solo aceptará la capitulación de los rebeldes. "El concepto ruso es la rendición completa al régimen autoritario de Al Assad y no necesitan una excusa para irrumpir en Ghuta", ha denunciado Wael Alwan, portavoz del grupo Failaq al Rahman.
"¿Por qué el régimen nos está atacando? Somos civiles y el régimen y Rusia solo están atacando a civiles", ha denunciado por su parte Jaled Shadid, un residente de Duma, en declaraciones por teléfono a Reuters mientras de lejos se podían escuchar las explosiones.
Basema Abdulá, una viuda que ha buscado refugio en un sótano con sus cuatro hijos en Duma, ha contado que están en un situación desesperada. "Necesitamos vuestras oraciones", ha afirmado antes de que la conexión se interrumpiera.
"Apenas hemos comido desde el martes. Comí comida en mal estado. No queda nada en las tiendas. Compramos dos pequeñas latas de queso y hemos conseguido siete trozos de pan hoy", ha contado Bilal Issa, de 25 años, que comparte la comida con su madre, su mujer y sus tres hermanos.
Cuando los cohetes comenzaron a caer justo fuera de su casa, Issa y sus vecinos se pusieron a cavar en el sótano de su edificio para crear un refugio. "Quien quiera que abandona su casa o abandona el refugio puede darse por muerto", subraya.
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