Esta semana el gobierno firmó con la empresa UPM un memorándum de entendimiento que cierra la primera etapa de negociación en torno a la posible instalación de una nueva planta de celulosa en el país, que sería la tercera en el territorio uruguayo y la segunda de la compañía finlandesa.
Emiliano Cotelo (EC): Si se termina concretando, se trataría de una inversión histórica para el país.
El gobierno señaló que el proyecto una vez en operación tendría un impacto permanente equivalente a un crecimiento del PBI de 2%.
A partir de esta noticia vale la pena poner la mirada en este sector, analizar su evolución reciente, sus principales cifras y las perspectivas que se abren con esta inversión. El diálogo es con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
Romina Andrioli (RA): Pablo, en estas horas la firma del “per-contrato” con UPM acaparó todos los titulares. Si bien, como decía Emiliano, se está cerrando recién una primera etapa de la negociación, tanto UPM como el gobierno manifestaron que son muy optimistas en que el proyecto se concrete en los próximos años… Sería la inversión privada más importante en la historia del país…
Pablo Rosselli (PR): Ciertamente… Se trataría de inversión realmente muy importante. Según las cifras que trascendieron ayer el proyecto de la planta de celulosa supone una inversión de unos 2.000 millones de euros (unos US$ 2.400 millones) por parte de UPM en la planta industrial. Además, se deberán realizar inversiones en la terminal portuaria, en la operación logística (por ejemplo, para la corta y transporte de la madera y en la operación ferroviaria).
Y a esa inversión privada se debe sumar la inversión que deberá hacer el Estado, asociada la vía férrea de Montevideo a Paso de los Toros, las obras viales circundantes a la vía y obras de caminería para asegurar la llegada de la madera a las plantas… Las cifras que trascendieron apuntan a una inversión pública unos US$ 1.000 millones.
Por lo tanto, es un proyecto que implica un monto de inversiones muy importante… Para poner alguna cifra, la inversión bruta fija en Uruguay ascendió a US$ 9.900 millones en 2016… con lo cual sólo contando la inversión a cargo de UPM estamos hablando de aproximadamente 25% de la inversión total del último año… que se haría en un período de dos o tres años.
RA – Y nuevamente se trataría de una mega inversión en torno al sector forestal… Se me ocurre que vale la pena poner un poco en perspectiva cómo ha sido el desarrollo de este sector de la economía… ¿Qué datos nos sirven para entenderlo mejor?
PR – La ley de promoción forestal se aprobó a finales de los años 80… A instancias de esa ley, a partir de los años 90 se fue generando una masa forestal muy significativa… la superficie forestada pasó de 30.000 hectáreas a inicios de los años 90 a un área de más de 900.000 hectáreas actualmente. Contar con esos bosques plantados fue uno de los elementos clave para que comenzaran a llegar las inversiones en la fase de industrialización de la madera… en particular en lo que es la producción de celulosa… primero con Botnia (hoy UPM), luego con Montes del Plata y ahora con este nuevo proyecto de una segunda planta de UPM.
RA – Pablo, mencionabas recién la evolución de las áreas forestadas, ¿qué ha sucedido a nivel de la producción de madera?
PR – Si miramos los datos de extracción de madera para la industria, a principios de los años 2000 (antes de las plantas de celulosa) se extraían menos de 2 millones de metros cúbicos, mientras que con la puesta en funcionamiento de UPM y Montes del Plata, actualmente la extracción de madera rolliza supera los 11 millones de metros cúbicos…..Como es lógico, este dinamismo estuvo impulsado por la extracción de madera para pulpa que en el mismo periodo pasó de representar el 60% del total de extracción de madera para la industria a significar actualmente casi el 90% del total.
RA – ¿Y qué ha pasado con las exportaciones?
PR – A nivel de las exportaciones el salto también fue muy notorio. Las exportaciones del complejo forestal pasaron de menos de US$ 100 millones a inicios de los años 2000 a más de US$ 750 millones actualmente… Y con un cambio de composición muy relevante… Hasta 2006 (cuando comienza a operar en aquel momento Botnia), Uruguay exportaba unos US$ 180 millones de productos forestales, que esencialmente se componían de US$ 140 millones de madera en rolos y chips y US$ 40 millones de madera aserrada.
Hoy la composición es muy diferente. Uruguay pasó a ser un exportador muy importante de celulosa. En 2016 las exportaciones totales del complejo forestal -incluyendo en este caso celulosa- ascendieron a US$ 2.000 millones. De ese total, unos US$ 1.200 millones son celulosa… Luego aún hay unos US$ 650 millones de madera en rolos y chips que se destina al resto del mundo y unos US$ 120 millones de exportaciones de madera aserrada… pero la celulosa es sin dudas el producto más importante… De hecho, hoy la pulpa de celulosa es el tercer rubro más importante en las exportaciones de bienes de Uruguay, sólo detrás de la soja y la carne.
RA – Y en términos de mercados, ¿hacia dónde se dirigen esas exportaciones del sector forestal?
PR – Una precisión que vale la pena hacer, Romina, es que, si uno mira las cifras que mensualmente se publican sobre comercio exterior de bienes, la celulosa no aparece porque sale desde una zona franca y esa información no se compila mensualmente… Y en cambio sí aparecen como exportación los rolos y los chips que se destinan a las zonas francas de Punta Pereira y de UPM, para la producción de celulosa. En los números que estamos comentando aquí estamos contemplando únicamente los rolos y los chips que se exportan al resto del mundo… porque si contáramos los que ingresan a las zonas francas los estaríamos duplicando (al contar luego la exportación de celulosa).
Yendo a tu pregunta, los principales mercados de destino son China y la Unión Europea, aunque hay situaciones diferentes según los rubros. A nivel de la madera aserrada se destina fundamentalmente hacia China, la Unión Europea y Estados Unidos de América. En lo que es la madera pulpable, los rolos y los chips hoy se exportan esencialmente hacia Portugal y China, mientras que la celulosa se destina principalmente hacia China y la Unión Europea… China es un actor importante en todos los rubros de exportación del complejo forestal.
RA – Pablo, recién decías que la celulosa es hoy el tercer producto más exportado por Uruguay. De concretarse la segunda planta de UPM pasaría a ser el primero… ¿Es así?
PR – Sí. Según las cifras que han trascendido, la nueva planta produciría entre 1.900.000 y 2.400.000 toneladas de pulpa (sería más grande que la actual planta de UPM) y supondría exportaciones adicionales por más de US$ 1.000 millones a los precios actuales… Uruguay pasaría por lo tanto a exportar más de US$ 2.000 millones de celulosa… que pasaría a ser el principal rubro de exportación del país.
Tengamos presente que las exportaciones de soja van a alcanzar este año (con una cosecha récord) a unos US$ 1.500 millones y las de carne a unos US$ 2.000 millones.
Por lo tanto, Romina, con este proyecto, la celulosa superaría a los valores actuales, a la carne como principal rubro de exportación.
RA – Es claro que su efecto en las exportaciones es uno de los impactos fuertes del proyecto. Alvaro García destacaba un también el impacto en el PBI… marcando que de materializarse el proyecto el PBI crecería 2% sólo por esto. Es una cifra impactante… ¿Cómo surgen esas cifras, Pablo?
PR – No hemos visto los cálculos, pero en términos conceptuales tenemos que tener presente que un proyecto como este, al igual que sucedió con las otras dos plantas, tiene dos clases de efectos…
Por un lado están los efectos que podemos llamar “transitorios”, asociados a la fase de construcción (de la planta y de las infraestructuras asociadas), que son muy relevantes pero que son acotados en el tiempo (finalizan cuando culminan las obras). En esa fase el sector más impactado por excelencia es la construcción justamente, pero también hay efectos importantes de derrame en otros sectores durante lo que es el período de duración de las obras… Esta fase de construcción es muy generadora de empleo y la radicación en la zona de varios miles de trabajadores durante la obra genera impactos importantes, transitorios, en la economía local.
Y luego están los efectos “permanentes”… es decir, los que se generan a partir de la operación de la planta de celulosa… El funcionamiento de la nueva planta generará un escalón en términos del PBI, de las exportaciones, del empleo y otras variables económicas, que en las estimaciones presentadas por el gobierno se situaría en torno de 2% del PBI actual.
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