Mañana se presentará en el Parlamento un proyecto de ley para prohibir la elaboración, importación, comercialización mayorista y minorista, acopio y almacenamiento de artefactos de pirotecnia y fuegos artificiales destinados al uso domiciliario. La única duda que queda es: si se aprueba la norma legal, alguien va a controlar su cumplimiento ? porque en Uruguay sobran leyes que no se cumplen y otras que no se pueden cumplir porque pasan largos años sin ser reglamentadas.
La norma encomienda todos los controles al Servicio de Material y Armamento del Ejército, con la asistencia de la autoridad policial. Quedan exceptuadas de la prohibición las actividades desarrolladas en el marco de espectáculos públicos debidamente autorizados.
La iniciativa del diputado nacionalista Gastón Cossia explica que los procesos de restricción y prohibición del uso domiciliario de la pirotecnia ya se están concretando en muchos países de la región y del mundo. Chile, por ejemplo, prohibió la pirotecnia en todo su territorio a partir de 2000. En Argentina se ha legislado al respecto en varias provincias.
En Estados Unidos de América, la prohibición rige en muchos estados. La Unión Europea también estableció normas estrictas que contemplan que los países puedan prohibir la posesión y venta de estos productos.
En Uruguay ya ha existido una preocupación que derivó en legislación pero especialmente para prevenir incendios en los bosques y zonas arboladas. Para ese tipo de casos hay incluso establecidas multas de hasta 200 UR además del requisamiento de pirotecnia.
En Uruguay no se fabrican fuegos artificiales desde hace más de una década. Según Cossia, estudios del mercado indican que el material que ingresa proviene en un 90% de China y un 10% es brasileño.
Cossia recuerda que los fuegos artificiales provocan un gran estrés en personas autistas, así como en los ancianos, bebés, algunos niños y animales. En perros y gatos principalmente, pero también en caballos y aves "los efectos son tremendos, la sensibilidad auditiva hace que el estrés, la sensación de pánico y miedo provoque episodios de intensa angustia y shock, con trastornos neurológicos de diversos e imprevisibles resultados".
Por otro lado, Cossia refiere las habituales lesiones, a veces graves, que suelen sufrir a fin de año quienes manipulan la pirotecnia, y la falta de controles en el mercado. "Lamentablemente el 25 de octubre de 2016 en la ciudad de Toledo ocurrió uno de los accidentes más importantes y graves vinculados a la cadena de comercialización de pirotecnia con el saldo de cuatro muertos. Este hecho luctuoso evidenció las carencias en los controles y la enorme dificultad en la prevención de accidentes que tiene esta actividad", afirma Cossia. Fuegos artificiales, pirotecnia.
Uso y abuso de las bombitas
La mitad de las personas afectadas por la pirotecnia son niños, quienes no tienen a menudo la coordinación requerida para usar este tipo de productos en forma segura, informó Salud Pública. Además de las quemaduras en manos y cabeza, abundan las lesiones auditivas sobre todo por abuso de bombas de estruendo.
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