En este escenario, cabe
preguntarse en qué situación se encuentra Uruguay, un país relativamente
pequeño, pero con capacidad de ocupar posiciones de privilegio en la
venta internacional de algunos productos agroindustriales.
Desde
el año 1999 hasta el presente, las exportaciones uruguayas de bienes
sin considerar las operaciones de zonas francas crecieron a una tasa
anualizada superior al 5 %, pasando de US$ 2.300 millones a más de US$
6.500 millones en lo que va de 2017. De considerar las ventas de zonas
francas, Uruguay llevaría colocado cerca de US$ 7.500 millones hasta la
fecha.
En cuanto a los productos de exportación
sin incluir las exportaciones desde zonas francas que no son publicadas
por la Dirección Nacional de Aduanas, el país colocó 82 diferentes
categorías de bienes de un total de 97 de acuerdo a la clasificación
mayormente utilizada en el comercio internacional. En los últimos años
se registró una caída de los bienes vendidos y se observa una mayor
concentración. De hecho, los diez principales productos de exportación
de Uruguay en 1999 explicaban el 67 % del total, mientras que en 2017
representaron el 78%.
En 2017, la carne ocupa la primera posición representando el 20,8 % del total, aumentando su participación respecto a 1999.
En
importancia le sigue la soja, que pasó de ser un producto prácticamente
no exportado hace dos décadas, a representar nada menos que el 19,4 % de
las ventas externas nacionales. Le siguen la madera, los lácteos, los
cereales, cueros, plásticos y lana (cabe recordar que el análisis no
incorpora las colocaciones desde zonas francas de pasta de celulosa ni
de concentrados).
Si se compara los cambios a
nivel de producto entre el año 1999 y el presente, los bienes que ganan
más participación en el total colocado por Uruguay fueron principalmente
la soja y la madera, mientras que en menor medida la carne, los
animales en pie y las grasas y aceites animales. En contrapartida,
pierden importancia los cueros, la lana, cereales, vehículos y sus
partes, pescados, frutas, peletería y vestimenta.
Podría
entonces afirmarse que, como muchos otros países de la región, Uruguay
ha visto reprimarizadas sus colocaciones en los últimos años,
especialmente a impulso de la soja. De hecho, si se considera la
clasificación sobre productos agrícolas e industriales utilizada por la
Organización Mundial del Comercio, los resultados van en la misma
dirección, ya que en 1999 el total de productos industriales colocados
por el país explicaba el 47 % del total, guarismo que bajó al 34 % en lo
que va de 2017.
Atendiendo a los destinos de
exportación, en lo que va del año Uruguay colocó sus bienes en 163
mercados (montos superiores a los US$ 20.000), lo que supone 41 mercados
más que los registrados en 1999. El pico máximo se alcanzó en 2011 con
180 mercados, fecha a partir de la cual se muestra una baja en el número
de destinos con una leve recuperación desde el año 2015. Si bien este
cálculo podría indicar una mayor diversificación de las ventas por
mercados, como resultado de analizar la porción del total explicada por
los 10 principales destinos en los diferentes períodos, se observa que
no se registran cambios sustanciales (el 72 % en 1999 y 73 % en 2017).
En
lo que va de 2017 China es el principal destino de las ventas del país
explicando el 22% de las colocaciones, participación que era del 3% en
1999. En segundo lugar se ubica Brasil representando el 16 % del total,
lo que indica una pérdida de nueve puntos porcentuales respecto a 1999,
caída similar a la registrada por Argentina que junto con Estados Unidos
de América y algunos países de la Unión Europea, siguen ubicados en los primeros
lugares como destinos de exportación. En términos de mercados, además de
la importancia adquirida por China y las ventas hacia zonas francas
(por venta de madera a las plantas de celulosa) no se registran cambios
de sustancial importancia más allá de un crecimiento de Turquía y
Argelia.
Respecto a las empresas, en 1999 un
total de 944 superaron colocaciones mayores a los US$ 20.000, mientras
que en lo que va de 2017 fueron un total de 967. El número máximo de
compañías que exportó por encima de dicho monto se registró en el año
2012 con 1.204. En cuanto a la concentración, en 1999 las 20 principales empresas
explicaron el 42 % del total, mientras que en lo que va de 2017 un 44 %.
En el presente los principales exportadores son Conaprole, Eufores,
Cargill, LDC Uruguay y Barraca Jorge Erro.
En
resumen, los cambios en la estructura de las exportaciones desde el año
1999 hasta la fecha se observan en la importancia adquirida por la soja y
China. Las variaciones a nivel de número de productos, destinos y
empresas no son sustanciales entre los años 1999 y 2017, pero sí se
evidencia cierta concentración de las colocaciones nacionales y una
caída de las ventas de origen industrial. Otro actor que ganará todavía
más relevancia en el futuro tiene que ver con las zonas francas,
particularmente por las ventas de pasta de celulosa que también tienen
por principal destino a China.
Podría entonces
aseverarse que existe aún una enorme potencialidad para diversificar las
exportaciones a nivel de productos, destinos y empresas. Para ello,
será definitorio mejorar las condiciones de acceso a los mercados
internacionales suscribiendo acuerdos profundos que impulsen a que más
empresas, coloquen más productos en los mercados internacionales. Ese
sigue siendo un debate recurrente en el país, el que también entra en
escena cuando se analiza qué es lo que cambió en la oferta exportable de
Uruguay.
* Decano de la Facultad de
Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay y director
del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la misma
Universidad. Doctor en Relaciones Internacionales e integrante del
Sistema Nacional de Investigadores. Twitter: @i_bartesaghi
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