El oficialismo consiguió ayer un arrasador triunfo electoral en más
de la mitad de Argentina, quedándose con 4 de cada 10 votos nacionales. En
medio de la fuerte crisis política que desató la desaparición y muerte
de Santiago Maldonado, el Gobierno revirtió las derrotas que había
sufrido hace dos meses en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, y
amplió las diferencias que había conseguido en la Ciudad, Córdoba y
Mendoza. Se impuso así en los 5 principales distritos electorales.
Oleada de votos que complementó con buenos resultados en el norte,
adonde mantuvo Jujuy y le arrebató Salta, Chaco y La Rioja al peronismo
y en el sur, adonde sostuvo las victorias de Neuquén y Santa Cruz. En
la vereda de en frente, Cristina Fernández de Kirchner se consolidó como
su principal opositora.
El escrutinio avanzó con rapidez y para
la medianoche la tendencia general se mostraba irreversible. Para ese
momento, ya habían festejado en el búnker de Cambiemos en Costa Salguero
Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
Momentos antes, desde el estadio de Arsenal, Cristina Fernández de
Kirchner reconocía: "No nos alcanza para superar a nuestros
adversarios".
Con estos resultados, Cambiemos revalidará su
primera minoría en la Cámara de Diputados, con 109 legisladores propios a
los que podrá eventualmente sumar en alianza a Martín Lousteau y Carla
Carrizo, para llegar a 111 (18 menos que el quórum). En el Senado, el
oficialismo tendrá 24 bancas, con dos aliados posibles: Carlos Reutemann
y Juan Carlos Romero. El peronismo no kirchnerista podrá alcanzar los
26 escaños entre propios y aliados, mientras que Cristina tendrá nueve
bancas.
Ninguno tendrá quórum propio.
En la provincia de Buenos Aires la elección se
mantuvo pareja, aunque esta vez ganó Cambiemos. Esteban Bullrich y
Gladys González resultaron electos senadores con el 41,38% de los votos,
frente al 37,25% de Cristina, que ingresará al Senado por la minoría.
La oficialista Graciela Ocaña, candidata en el tramo diputados, volvió a
ser la más votada del país, con 3.895.946 votos bonaerenses, es decir
el 42,18%. Sergio Massa se cayó definitivamente en la grieta y perdió
cuatro puntos en dos meses. Terminó tercero con el 11,32% de los votos y
se quedó afuera del Congreso. Metió cuatro diputados: Felipe Solá,
Mirta Tundis, Daniel Arroyo y José Ignacio de Mendiguren. Además,
entrarán dos diputados del Frente de Izquierda (Nicolás Del Caño y
Romina Del Plá) y uno solo de Cumplir, el espacio de Florencio Randazzo,
(Eduardo Bucca).
En la Ciudad, Elisa Carrió mantuvo su récord
electoral, con el 50,93% de los votos, aun después de haber quedado en
el centro de los cuestionamientos durante los últimos diez días de la
campaña por sus desafortunadas declaraciones sobre Santiago Maldonado.
La alianza oficialista porteña, Vamos Juntos, logró así ocho diputados
nacionales, seguida de Unidad Porteña, la lista encabezada por Daniel
Filmus, que consiguió el 21,74% de los votos y consiguió tres bancas. El
panoficialista Lousteau volverá al Congreso tras conseguir el 12,33% de
los votos.
Santa Fe fue una de las provincias en las que
Cambiemos revirtió la derrota de las primarias. La boleta de Albor
Cantard consiguió el 37,78%, frente al 25,84% del kirchnerista Agustín
Rossi, que aun así volverá a la Cámara de Diputados. Muy relegado quedó
el oficialismo local del Frente Progresista, con el 14,61% de los
sufragios. Las otras provincias que revirtió Cambiemos fueron Chaco, La
Rioja (adonde Carlos Menem terminó segundo por dos puntos y medio e
ingresará al Senado por la minoría) y Salta (con Juan Manuel Urtubey
como gran y sorpresivo perdedor).
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