“Lo que está sucediendo en varios países es que hay muchos problemas causados por el mal funcionamiento del Estado que la gente se la está atribuyendo a la democracia”, diagnosticó el ex ministro de Economía durante la administración de Luis Alberto Lacalle, Ignacio de Posadas, y así ejemplificó fenómenos como la victoria de Donald Trump o el Brexit, durante 2016, o el surgimiento de partidos políticos como Podemos, en España. “Los gobiernos de Obama o Cameron no fueron desastrosos como para merecer el revés que le dieron las urnas”, dijo. A su vez, De Posadas aseguró que Uruguay es un país con pocas incertidumbres en este sentido, dado que el gobierno “parece que se hubiera quedado sin pilas”, y la sociedad está “anestesiada”. “Entramos en un período de estancamiento que no es bueno, pero que no hay que encarar con tremendismo”, agregó.
En cuanto a la situación mundial, De Posadas aseguró que es necesario esperar qué es lo que puede suceder, pero sin dudas, y a pesar de que América Latina será la gran ignorada en materia de política internacional, cualquier rebote que reciba la región, y Uruguay en particular, no va a ser positivo.
Despacito por las piedras
El economista Isaac Alfie, ex ministro de Economía del último tramo del gobierno de Jorge Batlle, aseguró que en los últimos meses las condiciones económicas mejoraron “bastante más de lo que se esperaba” y que esto da certezas a corto plazo. Por el momento, aseguró, “las cosas no van a cambiar para peor, aunque la mejora no será fantástica”.
De todos modos, Alfie aseguró que Uruguay, debe hacer un ajuste fiscal “de verdad”, dado que si no se contara el efecto de las transferencias hechas a la Administración Central por parte de UTE, el déficit fiscal se encontraría cercano a los cinco puntos del PIB cuando se espera que el resultado del ajuste fiscal que rige desde 2017 sea de menos de un punto del producto. Esto se dará, según explicó el economista, en un contexto en el que la economía crecerá, por lo que se mostró “cautelosamente optimista”.
“El déficit es muy elevado y nos está poniendo en una dinámica de cubrirlo con deuda que genera intereses, que se cubrir con más deuda y que continúa agrandando el déficit”, explicó el economista, situación que se tornará insostenible si no se realiza un nuevo ajuste. “No tengo tan claro cuál va a ser el resultado final del ajuste porque hay aumentos de gastos previstos. Creo que la gente que está pagando IRPF se va a tratar de defender, y más allá de eso no hay margen para subir más impuestos, por lo tanto, el gobierno tiene que empezar por congelar el gasto”, aseguró Alfie y agregó que en caso que la economía crezca, con el gasto congelado se puede conseguir una recuperación.
“El impuesto al capital es enorme en términos mundiales. En el mundo hay una carrera para la reducción de impuestos a las empresas mientras Uruguay los está aumentando, y allí también hay competencia. La carga impositiva determina la rentabilidad de la inversión y eso es lo que define dónde se colocan los capitales. Si el gobierno está buscando inversiones y resulta que por los impuestos las rentabilidades son muy bajas, entonces no van a venir”, concluyó.
De todas maneras, Alfie sostuvo que es necesario observar qué es lo que sucede a nivel regional e internacional para tener un panorama más claro de lo que se viene para el resto del año y poder cuantificar cuán fuerte puede ser el proceso de recuperación. “Hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta, como los sectores industrial y agropecuario, que tienen problema de productividad, están con poco resto y no tienen líneas de crédito muy fluidas”, agregó.
Además, el último ministro de Economía colorado dijo que existe incertidumbre sobre la fuerza con la que van a aumentar las tasas de interés en Estados Unidos, y cómo van a afectar las medidas que tome Estados Unidos de América contra China, y el efecto que esto tenga contra Uruguay. En Europa, Alfie sostuvo que es necesario observar de cerca los procesos electorales, por el riesgo de algunos países ante la intención de ciertas facciones políticas de querer retirarse del Euro. “Esto pone al mundo en una situación compleja de riesgos de devaluaciones competitivas y vueltas a escenarios que no se ven desde hace 90 años”, agregó.
No es mérito nuestro
“Lo mínimo que podemos decir es que Uruguay irá creciendo con la inflación como está ahora y con atraso cambiario”, sentenció el economista Jorge Caumont, quien agregó que además, se observará un crecimiento lento, prestando atención a la reacción que pueda tener el dólar tras las medidas tomadas por la nueva administración norteamericana. Una apreciación del dólar acarreará un empuje a la baja en el precio de los commodities, lo que puede afectar el comercio exterior uruguayo.
Además, Caumont analizó las cifras de la temporada estival en Uruguay y sostuvo que el crecimiento del turismo en este verano no se dio por el esfuerzo del Ministerio de Turismo, ni por las campañas publicitarias, sino por la diferencia en la inflación en dólares entre Uruguay, Argentina y Brasil, que hace que nuestro país se encuentre más barato en dólares que los dos vecinos.
Al igual que sus colegas, Caumont cree que es necesario llevar adelante otro ajuste fiscal para que sea efectiva la reducción del déficit. “El ajuste lo que hace es generar un efecto recesivo que se va a trasuntar en una recaudación no tan significativa como se esperaba y, por otro lado mucha gente va a empezar a tener dudas de pagar sus impuestos. Cuando se sube la presión fiscal lo que se observa es que la recaudación, en lugar de subir, tiende a estabilizarse o bajar”, explicó.
En cuanto a la política monetaria que ha llevado adelante el gobierno, Caumont dijo que se quiere ubicar la inflación hace seis años en un rango que no fue alcanzado, “por lo tanto durante este tiempo los esfuerzos que se hicieron para bajar la inflación no tuvieron el éxito que se esperaba. A su vez, ha habido una pérdida de competitividad, por lo que la política monetaria ha sido perjudicial para la actividad sin el resultado de bajar la inflación”.
En relación a la política salarial, Caumont fue claro: “Todos los países cuyos gobiernos se tratan de inmiscuir en las relaciones laborales, son países atrasados”, dado que no conocen la situación interna de cada empresa a la hora de negociar. En las últimas semanas, las principales cámaras empresariales presentaron una queja a la OIT por la ley de Negociación Colectiva, en la que muestran su disconformidad con el accionar del gobierno en las negociaciones.
En el plano internacional, Caumont sostuvo que es necesario tener en cuenta los resultados que recoja la nueva política comercial y fiscal de Estados Unidos de América, que puede generar un déficit mayor en el país gobernado por Donald Trump, lo que generará una mayor oferta de Bonos del Tesoro a tasas más altas, lo que puede complicar un panorama internacional que está abocado a incentivar el gasto como motor. Esto se da en un contexto en el que la mayoría de los bancos centrales en Europa, y en especial el Banco Central Europeo se encuentra ofreciendo tasas negativas.
No les tenemos miedo
Consultados por la reacción que podrían tener las calificadoras de riesgo ante un déficit fiscal que se mantenga o crezca, los tres economistas coincidieron en que salvo que suceda algo totalmente inesperado es muy difícil que se pierda el grado inversor de la deuda uruguaya. Esto podría generar que los títulos bajen de precio y aumenten los intereses, pero “no creo que haya terremotos”, sostuvo Alfie.
Fuente: Semanario Crónicas
No hay comentarios:
Publicar un comentario